Maze Runner. "Un cambio erróneo" [Thominho]®

Capítulo 11.- "El inicio de la primera generación..."

Capítulo 11.- "El inicio de la primera generación."

—¿Acaso no te da gusto?

Brenda sacó de su estupefacción a Thomas.

—Yo —miró de nuevo a Minho, quien no lo había dejado de ver con decepción; esta vez notó, que tenía tensa la mandíbula. Dirigió su atención a la chica—, claro que me alegra, es sólo que, ¿cómo?

—Creo que todos sabemos cómo se forma un bebé. ¿O no, Thomas? —Minho había bajado su estado de alarma, para optar por la actitud de líder arrogante dolido. Caminó hacia ellos con el arma encima del hombro—. Es una agradable noticia —sonrió pero la sonrisa no alcanzó la comisura de sus ojos.

—¡Es más que una agradable noticia! —Sartén llamó la atención, estaba claramente emocionado—. ¿Porqué todos tienen esas caras? ¡Deberían estar felices!

—Sartén —Newt lo llamó con advertencia en la voz, sabía perfectamente que las cosas ya estaban lo suficientemente jodidas como para joderlas más.

—¡Oh vamos! —continuó—. Es el inicio de la primera generación en este lugar, quizá después de todo, sí hay esperanza de que el mundo vuelva a ser el mismo.

Los murmullos comenzaron, poco a poco parecieron animarse por la idea. Brenda recibía felicitaciones, abrazos y palmadas en el hombro con cariño.

En cambio, Thomas se quedó pensando en lo que dijo Sartén:

"... el inicio de la primera generación..."

Le estaba dando la razón al cocinero.

—¡Basta de tantas adulaciones! —interfirió el líder. En esta ocasión había regresado el arma a su dueño; Alan, quien junto con Jeimy contemplaban sin reacción a los demás—. Deberíamos estar pensando en qué vamos a hacer con la situación de El Brazo Derecho, nos alegra la gran noticia, pero hay cosas más importantes de las cuales hay que tomar cartas en el asunto.

El ambiente de tensión regresó.

—¡Hay que regresar! —se oyó al fondo de la congregación.

Minho parecía haber decidido dejar de lado el asunto con Thomas, lo hablarían después, a solas.

—¿Alguna otra inteligente idea? —subió a su anterior podio provisional, colocó las manos en su cadera y rodó los ojos—. Estamos a menos de medio día de encontrar las provisiones, no podemos regresar sin tener cómo defendernos, nos someterán en tan sólo segundos.

—Bien, pues eso es lo que hay que hacer —habló Thomas—, dormiremos un par de horas para recuperar energías, iremos a las montañas, encontramos los suministros y armamos un plan de ataque. Tenemos que recuperar nuestro lugar.

—Ya escucharon shanks, todos a dormir, y tú Thomas —lo miro con el ceño fruncido—, tenemos que hablar.

Thomas pasó saliva y asintió.

(...)

—No seas tan duro con él, Tommy —dijo Newt cuando pasó a su lado.

—¿A qué te refieres?

—Puede aparentar que no le importa, que no le duele, pero es todo lo contrario. Y lo sabes. Tómalo en cuenta.

No esperó respuesta, a decir verdad Thomas no supo qué decir. La preocupación en el rostro de Newt era evidente cuando se dio la vuelta y lo observó marcharse.