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- Diría que bueno - contesto riéndome 
- Deseo que me hagas ser un hombre malo en tu historia, los humanos me conocen de esa manera, y algunas veces es mejor ser temido a ser dañado -explica él mientras escucho interesada 
- Bueno yo creo que podemos poner un poco de cada Drácula, un poco del mío y un poco del de Elizabeth -contesto seria sobre el tema 
- Y como comienzo puedes poner la primera vez que nos conocimos -dice él mirándome con una pequeña sonrisa
- Si eso he estado pensado; quizás empezar desde aquí, y volver en el tiempo sería una buena forma de relatar la historia -contesto 
- Bueno, soy un libro abierto, haz la pregunta que desees -contesta besando mi mano con entusiasmo 
- ¿Hay vampiros antes de ti? -comienzo con mi embestida sin problema alguno tenía que investigar más que nada 
- Sí, hay ancianos como yo; y bueno la gran madre y el padre -explica él 
- ¿Cómo se llaman el Reí y la Reina? -pregunto entusiasmada 
- Isis y Osiris, así se les llama –contesta, sin vueltas ni nervios 
- Son egipcios entonces, ¿verdad? -pregunto sin comprender 
- ¿No escuchaste de Isis y Osiris, no conoces la historia de ellos? -pregunta burlándose  - Espera, o sea, ¿La diosa Isis es esa de las historias antiguas de los egipcios? -pregunto sorprendida tropezando, pero seguimos caminando.
- Sí, esa diosa. Ella nos creó en su momento, aunque ahora no esté a la luz porque hay dichos que sugieren que debe permanecer en la oscuridad porque los Dioses no se daban a conocer; un hijo del Diablo sólo se muestra en la noche -explica mirándome serio   
Tú eres un hijo del diablo y aun así estas en la luz, tus hijos también, ¿Cómo es eso? -pregunto sin comprender 
- Ella es una Diosa, en sus tiempos ellos no salían al sol por ser dioses. Yo soy un vampiro viejo y dotado por la reina; ella me cedió este por mi lealtad a ella -contesta él 
- Ósea que todo mordido por ti, por otros dotados, y tus hijos podrán estar frente al Sol, por protección de su majestad Isis -digo explicando lo que entendí 
- Exacto -contesta afirmando 
- ¿Qué voy a sentir cuando me muerdas? -pregunto avergonzada  Drácula se gira a verme y sonríe. 
- Nos va a gustar, más a mí que a ti, te lo aseguro, querida -contesta con una mirada de lujuria 
- Bueno me estoy muriendo de las ganas -contesto entusiasmada 
- Te gusta ¿Verdad? Estar aquí, vernos, tocarnos te da mucha inspiración -comenta  volteándose  - Más que nada tú, me encantas, me gustas. Me das miedo, pero a la vez me excitas -confieso con vergüenza
- Ellos valoraron tú fe hacia ellos, yo no los aliento tan positivamente como logras hacer tú -vuelve a decir Drácula 
- Creo que esperé algo peor, vampiros sedientos de sangre que no toleraran mi aroma, que quisieran degollarme, pero bueno, algo me decía que me cuidarías -contesto concentrada  - Creo que deberías contar nuestra historia para el comienzo de tu libro, sin nuestra historia no sabrías nada de mis hijos. La gente no lo creerá pero será un buen libro mientras se trate de mí contesta Drácula elogiándose   
Bueno yo creo que es verdad, empecé desde nuestra cena, quizás debería explicar más nuestra amistad -contesto asumiendo su comentario.
- Te diré más, cuando sepas que contestar aunque con lo que estás viendo no creo necesites más información -dice mientras salimos del bosque 
- Drácula, ¿Te dolió mucho? -pregunto tímida sobre la muerte de Elizabeth.
- En cierto caso ella supo amarme por cómo era, le mostré mi lado más oscuro y aun así ella me quiso. Murió por tuberculosis, no tuve la fuerza para morderla y ella nunca me pediría que lo hiciera sabiendo lo que me dolería -contesta Drácula con una mirada triste 
- Bueno, creo que fue suficiente por un día -contesto tomándole la mano 
- Está bien dice Drácula -sonriendo tímidamente 
- Aún tengo cosas que aprender de ti -digo mientras me paro en el marco de la puerta 
- Lo sé, ¡Y cosas que ver! -añade él mientras camina pero yo lo detengo con mi mano  - No importa lo monstruo que seas, lo que importa es que eres mío -digo entre risas y una gran sonrisa en mi rostro.
- Espero que digas eso cuando veas lo más oscuro Katherine -contesta acariciando mi rostro 
- Creo que me voy a casa, Gissel está enferma -le digo a Drácula aún en la puerta 
- Está bien, te veré en la noche, querida -me contesta con expresión tierna 
- ¿Quién viene o quién va? -pregunto para ver si él dormirá en mi departamento o yo en su casa.
Sé que él lee mis pensamientos sin duda alguna.
- Creo que tu vendrás, tengo asuntos que atender, mi vida -me contesta el dándome un casto beso en mis labios. 
Me río y no dudo en burlarme por su falta de afecto   
Vamos, crees que soy una niña Drácula -me quejo entre risas  Él me mira sorprendido por mi queja y mi exigencia a su afecto.
- ¿Ahora eres exigente? -pregunta con una mirada burlona 
- Siempre lo fui -contesto coqueta acercando mis manos a su pecho y dándole un beso apasionado. Nuestras lenguas se juntan, nuestros cuerpos se unen y puedo sentir cada parte de él.
Drácula se suelta avergonzado y fingiendo disgusto 
- ¿Te gusta tentarme sabiendo que eres humana, verdad? - se queja con gracia en su mirada 
- Bueno yo no tengo la culpa -digo en defensa sin quitar mi sonrisa 
- Te veré en la noche, Vladimir -vuelvo a decir mientras me giro para irme, sin esperar respuesta alguna. Debo escribir un poco y verificar desde qué punto empezará mi historia.
Como decía Drácula, yo había escrito algunos bosquejos relatando la historia de Drácula, casi como si estuviéramos en una entrevista. 
Mientras conduzco, no muy apresurada, noto que son casi las 6 de la tarde. Esto ha sido emocionante, ¿Se imaginan ver todos esos vampiros dar golpes entre los aires y ver a Drácula hacerlo?

Los Hijos De Drácula(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora