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Como es miércoles hay poca gente, pero la suficiente para no haber mesas. Una rubia se acerca a mí con su sonrisa más envidiosa
- El señor ya está aquí, señorita -dice tomando mi saco.
- Muy bien, gracias -contesto fría dirigiéndome al hombre más bello del lugar.
Drácula podría pasar desapercibido entre los humanos pero para las mujeres era un imán.
El carecía de esa imagen de hombre perfecto para presentar a tus padres y presumir a tus amigas. - Llegas a tiempo Katherine -dice Vladimir sonriendo del gusto al verme - No soy la única, querido -digo con burla.
- ¿Cómo has estado Vladimir? ¿Qué tal tu empresa? -pregunto interesada.
Él pone su cabeza de costado como si algo no le gustara
-Mmm bien, me va bastante bien. ¿Y entonces tu jefe sigue insistiendo? -y él pregunta por las insistencias de Marcus a las entrevistas.
- Sí, cada día insiste más, realmente no quiero hacerlo -digo entrelazando mis dedos en la mesa. - Bueno, si no te apetece no lo hagas, es tu decisión eso tenlo claro -dice acercándose a la mesa para que sólo nosotros podamos hablar.
- Aún no he escrito algo grande -digo mirando a mi alrededor, él se ríe por mis palabras. - Querida, tu libro ha sido muy comprado, un sinfín de mujeres han estado hablando de él. Por ejemplo la de allá -dice él, apuntando a una joven de pelo naranja que parece estar con su madre. Lo miro incrédula por su respuesta, en ese momento yo todavía no sabía que él podía escuchar y ver los pensamientos de las personas  -¿Ahora tienes poderes? -pregunto sarcástica

-Cuando entré la joven comentaba el lado malo de los hombres y la ignorancia de las mujeres y tenía tu libro en su mano -dice él en defensa con una sonrisa de triunfo ante su comentario.
La rubia se acerca y no duda en mirar a Vladimir
- ¿Qué van a pedir? -pregunta la rubia mientras blanqueo mis ojos - Querida, ¿qué vas a pedir? -pregunta él atento a mí. 
- Yo nada, de hecho, ya me retiro -contesto disgustada. Mis planes ya no estaban en pie, no sabía cómo decírselo.
- Bueno, ¿Y usted, señor? -pregunta la rubia insistiendo.
- Vete, no pediremos -contesta Drácula serio.
Mientras me pierdo en mis pensamientos pensando en Lázaro, mi gran amigo que dejé atrás luego de mi huida de casa. 
Drácula me despierta de mis pensamientos
- ¿Se puede saber a dónde irás? -pregunta él un poco incrédulo a mi respuesta. - Quiero comprarlo y de paso compraré otros más -contesto acerca de mi libro.
- Ah, en la biblioteca lo están vendiendo. Lo he visto en muchos lugares -insinúa.
- Sí, Marcus está muy concentrado en promocionarlo he trabajado mucho en él -digo sin expresión alguna.
Lázaro seguía en mi mente.
¿Por qué fui tan dura de dejar todo así? ¿Por qué así de un día para otro? ¿Por qué no pude superar el que mi padre fuera un mal esposo?
- Bueno ese es su trabajo, ¿Por qué estás tan pensativa, querida? -pregunta Drácula como si él pudiera comprender la estúpida forma de analizar mis actos.




- Creo que vine con ganas de algo, pero bueno, ignórame he estado muy distraída últimamente. Discúlpame por mi falta de entusiasmo -digo. Disculparme siempre me había mostrado como una niña hablando con su abuelo, este carecía de muchas historias, cosa que siempre me interesó. - Bueno vamos, te acompañaré a comprar tu libro, si no te molesta -dice Drácula, levantándose para no permitirme negarme a su petición.
- Está bien, ¿Seguro que quieres ir? -pregunto confundida, él siempre ha tenido cierta distancia hacia mí.
- Sí, quiero ver algo yo también -contesta él acercándose a mí.
Me levanto sin mirarlo y empiezo a caminar, no quería tenerlo muy cerca, la última vez que nos vimos lo había abrazado; él correspondió pero luego me prohibió hacerlo.
- Su tapado, señorita -dice la rubia acercándose con su estúpida sonrisa.
Luego de salir del lugar, yo caminaba adelante para no ver a Vladimir. Me sentía nerviosa, y sentía miedo, aunque no sé exactamente de qué.
- Bueno, creo que no estás de humor -comenta Vladimir poniéndose a mi lado.
- Discúlpame, no sé qué es lo que me pasa -contesto avergonzada por mi comportamiento. - Quizás fue algo que te molestó o algo que pensaste, ¿Qué es lo te tiene así? -pregunta él, interesado, mirando al frente.
Me giro para mirar su perfil
- Creo que me estoy volviendo loca -digo en tono asustado para que él se alarme.
- Lo locos dicen la verdad -dice él mirándome interesado.
- Bueno, creo que me gustas y eso me molesta y no lo comprendo -digo avergonzada bajando la cabeza.
Drácula sostuvo la puerta para que yo entre.



Los Hijos De Drácula(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora