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- Sólo tendrá una opción en donde le quitemos a su hija -digo repasando lo dicho
- Lo sé, fue un cambio repentino pero Sergio es una caja de pandora, nunca se sabe -me dice Drácula tomándome la pierna con cariño.

Llegamos a la casa de Sergio. Los nervios se apoderaron de mí, podía sentir mis manos sudar, aunque debajo de mis guantes mi aspecto me ayudaba a sentirme mucho más fuerte.
Pero no quería defraudar a Drácula, él contaba con que yo lo ayudara a hacer cambios en Sergio; un pobre humano que se había hundido en las apuestas.
-¿Lista? -pregunta Drácula atento a mis reacciones
- Ja, nací para romper sueños -digo coqueta bajando antes que él
La casa era grande, con un gran portón con barrotes en la entrada. De dos pisos, como suele tener la gente de clase alta, y de color blanco muy limpio.
Eran apenas las 3:30 de la tarde, París tenía un clima extraño a mi parecer, hacía frío pero te cubría el sol dándote calor.
- Señor Tepes, un gusto verlo -dice el ama de llaves nerviosa abriéndonos la puerta
- ¿Sergio está aquí? -le pregunta Drácula sin importancia alguna en su saludo
- El señor está en una junta, le diré sobre su visita -dice la anciana casi corriendo para buscar a Sergio
- ¿Qué fue eso? -pregunto sorprendida  
- Haz que te tengan miedo, es preferible ser temido que odiado -explica Drácula tomando mi mano para llevarme a la sala
- Drácula, querido, ¿Cómo has estado? -pregunta una mujer de pelo negro ondulado por las puntas, y de unos 30 años
- Bien, te presento a mi esposa Katherine Balenciaga -dice Drácula mirándome serio
Sentí ganas de reír, conozco a Drácula y sabía que no estaba serio, sólo fingía
- Un placer, Katherine. Mi esposo me enseñó español -me dice ella mirándome con ternura
- Un gusto, tu acento es encantador -le digo y ambas reímos
Pero Drácula aprieta mi mano para que vuelva a la seriedad
- Dime, ¿Dónde está Sergio? No tenemos todo el día -me quejo seca para ganar puntos
Ella parece estar nerviosa y nos sonríe pensando qué decirnos
- Los llevaré junto a él -contesta nerviosa
Todas las mujeres sabemos presentir cuando algo anda mal con nuestros esposos, y ella era una de esas esposas que tenía ese don.
- Muy bien, vamos -me indica Drácula sonriéndome por unos segundos por mi acción.
- Lo llamaré en un minuto, ¿Si? -dice ella, abriendo la puerta de lo que parecía ser una biblioteca
- Querida, ¿Te sucede algo? -escucho a Sergio preguntarle a su mujer
- Te están buscando, es urgente -dice ella con seriedad
- ¿Qué es más urgente que mi juntada con amigos? -se burla Sergio  
A Drácula parece molestarle la contestación de Sergio.
Me pongo firme y empujo la puerta, entrando sin escrúpulos. Los amigos de Sergio me miran sorprendidos.
-¿Qué tal? No tengo todo el día sin hacer nada, como tú, lárguense -le digo a Sergio sentándome junto a sus amigos en el sillón.
Los amigos no dudan en levantarse y tomar sus sacos.
Escuché que algunos dijeron algo en francés, pero no logré entender qué
Drácula entró con risas en su rostro
- ¿Cómo te va, Sergio? -le pregunta Drácula sentándose a mi lado
- Bien, amigo, ¿Cómo has estado? -le pregunta Sergio feliz
Por el trato que le dio a su mujer, no me quiero imaginar el tipo de hombre que es
- Bien, te presento a mi esposa Katherine -contesta Drácula volviendo a la seriedad misma
- Los dejaré solos -dice la mujer de Sergio yéndose
- Sí, mejor vete cariño, estaremos bien -le dice Sergio sentándose en frente de nuestro sillón.
Me levanto rápidamente
- No te vayas, lo que les dure no les gustará, querida -digo un poco irónica.
Ella se voltea sin mostrar nervios y se sienta al lado de Sergio.
- ¿Sabes por qué estoy aquí, verdad Sergio? -pregunta Drácula doblando sus piernas, sin mostrar estar cambiando de opinión.  
Pero tenía que seguir firme a mi palabra, yo me sentía como una chica mala teniendo las riendas del momento.
- Yo las pagaré, Drácula, te dije que lo haré, sólo dame tiempo -contesta Sergio fingiendo lástima
- ¿Hace cuánto hablamos? - le vuelve a preguntar Drácula
- Hace 5 meses, pero he estado invirtiendo dinero, te lo aseguro -respondió en defensa Sergio
- 5 meses tuviste Sergio, ¿Tienes el dinero o no? -vuelve a preguntar Drácula
- No lo tengo, pero lo puedo juntar si me das tiempo -dice Sergio nervioso
- No te daremos tiempo, pero sí opciones -le contesto rápidamente
- ¿Desde cuándo tienes que ver en esto? -pregunta Sergio histérico
Me ofendió por un momento y decidí callarlo
- Mira imbécil, háblalo conmigo o te aseguro que ahora mismo haré que Drácula te mate con tal de hacerme feliz -gruño mirándolo molesta
- Tendrás que hablarlo con ella, Drácula ya te dio su oportunidad -dice su mujer avergonzada
- Drácula, yo te lo suplico -dice Sergio mirando a Drácula
Por un momento no le creí nada y vi sus acciones le gustaba mentir y peor aún es atrevido
- Ahórcalo -dije en voz alta y de pronto Drácula lo tenía en los aires, con tal de hacerme feliz
- Por favor, no lo lastimes -me dice su mujer tomándome las manos
- Te ayudaré - le dije acercándome a Sergio  
No me sentía muy bien en esta situación, por un momento creí que esta era la única forma de hacerlo asustar.
- Sergio, te lo dejaré simple y claro, elegiré a una de tus hijas para que cuando cumpla 19 se la regale a alguien en especial. Hasta ese entonces deberás saldar tu deuda con las apuestas y luego
de saldarlas deberás darnos el 50% de tus ganancias por estúpido -le gruño Mientras Drácula lo suelta para que respire. - Drácula, pensé que eras mi amigo -le suplica Sergio Pero yo me acerco a él para darle más miedo.
- Sergio, Drácula no dirá nada, no te queda opción -le susurro riendo
- Muy bien, enséñale a tus hijas, querida -le dice Drácula a la mujer de Sergio, que tiembla del miedo
- Sergio, discúlpate por favor, se llevarán a mi bebé -dice ella con lágrimas en sus ojos
- Enséñales a las niñas mi vida, no hay opción -dice Sergio mirando el piso
Mientras subo las escaleras con la mujer de Sergio, pienso bien en qué hice y qué está mal. No sé por qué decidí completamente quitarle una hija a Sergio, pero algo me decía que no le dolerá, que le daba igual con tal de saldar su deuda, o mejor dicho su pellejo, ¿Qué clase de padre es ese?
- ¿Que va a hacer con la que elija, señorita? -pregunta su mujer sacándome de mis pensamientos - No me la llevaré, te la voy a dejar, con mis exigencias claro -le aclaro, no creo estar lista para criar un bebé
-¿O sea que no se llevará a ninguna de mis niñas? -pregunta ella sorprendida, hasta diría que casi se tropieza.

Los Hijos De Drácula(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora