Percy Jackson y el rescate de Lupa

El peor viaje en elevador de mi vida.

POV PERCY

Llevábamos una hora escapando de los perros del infierno que nos perseguían. Lo sé. Sé que se están preguntando "¿cómo es eso posible? Hace unos minutos estaban pacíficamente en el motel de película de terror". Les explicaré.

Flashback

Después de haber hablado Alice y yo en el balcón, decidimos ir a dormir ya. Yo tuve que dormir en otro lado del cuarto, ya que Leo había abarcado mi espacio anterior.

Fui el primero de despertar de todos. Jason, en algún momento de la noche, terminó a lado de la cama donde durmió Piper, además de que sus manos estaban entrelazadas. Leo seguía en el mismo lugar, solo que ahora no estaba durmiendo en la bolsa de dormir si no en el suelo. Me fui levantando poco a poco y sin querer pise algo. Un ladrido se dejó escuchar.

-¡Woof!

Me sorprendí tanto que caí de bruces contra el suelo, provocando que todos se levantaran alarmados. Me percaté de que había un perro Bull Dog acostado en el suelo que me miraba, pero en eso comenzó a cambiar hasta convertirse en un Frank adolorido.

-¡Dioses! Me sacaste un susto - le dije mientras me levantaba.

-Y tú me sacaste el aire - me reclamó Frank tocándose en las costillas.

-Lo siento - en eso mire hacia la cama de Annabeth y la pobre no podía moverse por qué Alice la abrazaba - ¿enserio no se despertó con ese alboroto?

-No, ni siquiera se inmutó - dijo Annabeth casi completamente inmovilizada por Alice. Tenía una sonrisa en los labios.

-Tampoco Leo se despertó - anuncio Hazel apuntando hacia Leo mientras contenía una carcajada.

-¿Acaso tienen el sueño pesado? - pregunté mientras movía con el pie a Leo.

En eso Alice se levanta de golpe de su cama.

-¡Debemos irnos! - la chica salto de su cama y se dirigió a su mochila. Al ver que no reaccionaba nos apuro - ¡VAMOS!

-¿¡P-pero por qué!? ¡¿Qué pasa?! - dije completamente confundido.

-Hay perros del infierno rodeando el lugar - se limitó a decir Alice, completamente seria.

Jason se dirigió corriendo hacia el balcón. Su rostro no me gusto para nada.

-¡Demonios, estamos rodeados! - grito completamente preocupado y nervioso.

Comenzamos a guardar nuestras cosas rápidamente mientras tomábamos nuestras armas, Piper y Hazel se encargaron de despertar a Leo que tardó unos minutos en reaccionar. Salimos corriendo del cuarto y nos encontramos al encargado del motel con un bate de béisbol.

-¡Malditos perros sarnosos, largo de mi motel! - les gritaba a los "supuestos perros de afuera".

"Señor, si realmente supiera que no hay una jauría de perros comunes y corrientes afuera y que con un bate de béisbol no los podrá detener. El único capaz de eso sería el entrenador Hegde".

Pasamos de largo junto a él y sin querer lo tumbamos. Lo que encontramos afuera era aterrador. Realmente estábamos rodeados de perros del infierno, eran como 12 esperando atacar. Sabíamos que no podríamos derrotarlos a todos, por lo que sin más corrimos.