¡Estamos a salvo!... Por ahora

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Narrador omnipresente.
Olimpo

Hyperion miraba atónito el precipicio donde, segundos antes, se encontraban los semidioses y la loba Lupa. Este se giró algo asustado y sorprendido a la vez para poder ver a Fileno.

-Fileno, si es es necesario, mandare a todos los monstruos posibles tras de ellos - decía el Titán algo asustado. No tenía la menor idea de cómo reaccionaría Fileno ante la huida de sus presas - ¡es más! Mandaré a las Titanides y a los Hijos de Nix. Todavía tenemos tiempo de capturarlos...

-¡Basta! - bramó Fileno.

El Titán estaba parado en el mismo lugar donde lo habían mandado a volar. La herida de su frente y la de su hombro ya habían sanado, pero aun así el sentía su cuerpo extraño. Lo sentía entumecido y con algo de dolor a causa de aquel rayo tan potente. Había recibido muchas heridas a lo largo de su existencia... Pero ninguna se sentía como esa. Hasta algunas de sus sombras se habían dispersado y desvanecido por la magnitud del golpe.

-¿Con qué ese es el poder de un Dios Primordial? - murmuro Fileno.

-Oye... ¿Te encuentras bien? - preguntó Hyperion con algo de precaución.

-¿Esto? - se bufo el Titán - no es para tanto.

Fileno camino con paso torpe hacia el ataúd de su padre. Este estaba donde lo habían dejado, aunque con algunos escombros y tierra encima de este.

-Si llegó a pasarle algo al ataúd de mi padre... - le amenazaba Fileno a Hyperion - juro que sentirás toda mi furia en su máximo esplendor.

Hyperion solo trago saliva nervioso. Había olvidado por completo el ataúd por estar luchando contra aquellos semidioses gemelos. Su armadura estaba todavía mojada al igual que todo su ser, era imposible usar sus poderes de fuego. El Titán estaba más que furioso por la humillación que sufrió.

-Tienes suerte, Hyperion - dijo Fileno pasando sus dedos por el ataúd. Podía sentir una cantidad de poder maligno abrumador - esta intacto. A excepción de unos cuantos pedazos de mármol pero... No es nada que no pueda arreglar.

Fileno cerro sus puños con fuerza mientras que su quijada se tensaba. Estaba realmente furioso por como habían resultado las cosas. Su plan estaba marchando como el quería, hasta estaba a punto de lograrlo. Pero el no contaba con que un grupo de mocosos llegarían a arruinarlo todo, llevándose consigo a los Dioses, a los semidioses, a su contenedor y por ultimo, a la carta de triunfo para su padre y para él...

En eso Fileno abrió los ojos como platos y sin mas, comenzó a reír. Primero fue una risita casi inaudible que después paso a una carcajada sonora que inundo toda la Sala de Tronos. Hyperion se fue acercando con mucha cautela hacia el Titán, extrañado por la reacción que este estaba teniendo.

-Fileno...

-Quien hubiera pensado que esa loba fuera tan inteligente - dijo Fileno con una sonrisa.

-¿De que estas...? - trato de preguntar Hyperion pero al momento Fileno lo corto.

-Lo que trato de decir, Hyperion - explico Fileno mirando al Titán - es que esa loba me engaño, nos engaño - el Titán todavía no comprendía lo que le decía - transfirió el poder de Urano a la hija de Poseidón y me hizo creer que ella lo tenia todavía - soltó una risita.

Percy Jackson y el rescate de LupaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora