¿Cuanto tiempo paso desde aquella caricia? No lo sé, pero continuo pensando en eso desde hace algunas cuadras cuando la vi de manos entrelazadas con aquel chico...
Desviando mi mirada y ocupado entre labores diarias bajo la cautela de un zorro, pero alerta como un venezolano en todo momento pude observar unas metras castañas, una cascada azabache, sobre una piel tan blanca como el Sahara... Allí comienza esta historia, donde como un satélite descubre cosas nuevas y encuentra que hay muchas cosas allá afuera, emitiendo un saludo discreto, respetuoso pero algo picante al cual fue este respondido de una forma tan amena que atrajo mi mas grande anhelo.
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Soberana Mente
RomantizmDesenlaces extraordinarios en la vida cotidiana de un sujeto extraño.
