Querida Sophie...

Castigo

Flashback

-¿Que te hace sentir eso, Sophie?- dijo el doctor Martinez, especialista en psicología infantil.
-Aveces creo que mis muñecas se son cabezas huecas, usan lindos vestidos, tienen cuerpos lindos, son bellas y son muñecas. Entonces... ¿para que necesitan la cabeza?- afirmó orgullosamente Sophie.

-¿Y eso que tiene que ver con Toby, Sophie?- pregunto insistente el psicólogo.
-¿Toby? Era un perro muy aburrido, Meg lo quería más que yo. Creo que es por eso que murió- se limitó a contestar Sophie.
-¿No tienes un poco de remordimiento?
-Para ser le sincera, no. Es más el color de su sangre combinaba muy bien con las paredes de la cocina- dijo pícaramente- ¿Puedo hacerle un pregunta?

-Claro pequeña- contestó amablemente Martinez.
-¿Cree que he perdido la cabeza?- dijo soltando una inocente lágrima.
-No, espero que no.

Fin Flashback

28 de septiembre

Una chuleta, toda mordisqueada. ¿Como rayos había llegado al ático?, se pregunto el señor Cooper al verla caer cuando abrió la puerta al ático.
-¡Phi!- grito furioso.

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Sus besos eran desesperados. Megan quería estar con Aiden, y el aún más lo deseaba. Ella le había dicho a sus padres que había ido a casa de una amiga. Mentira.
Drew había salido a hacer... algo. La señora Young tenía el turno de la noche ese día, así que estarían totalmente solos en casa.

-¿Que es lo que más te gusta de mi?- pregunto Megan encantada.
-Todo- dijo besando su cuello.
-¿Enserio?- dijo feliz ella.
-Por supuesto- comento ahora besando su clavícula.
Ella estaba encantada, era una grata sensación. A ella le gustaba mucho, y el también.

*******

-¿Tu crees que sea posible que ella hubiera podido salir de ahí?-pregunto preocupada la señora Cooper.
-Posiblemente no, revise que estuviera bien atada- dijo pensativo su esposo.
-¿Y si se lo llevó Cameron o Megan?- dijo nuevamente ella observando la chuleta mordida.
-No creo que lo hayan hecho, a ellos no les interesa que Phie se alimente- dijo pensativo- Mejor llamaré a Megan para preguntarle directamente.

*****

El celular de Megan sonó interrumpiendo el momento. Al ver que eran sus padres inmediatamente contestó. Aiden la veía tiernamente.

-¿Que sucede papi?-pregunto nerviosa.
-Ven a casa, es sobre Phi-fue lo único que dijo su padre antes de colgar. Ella sabía que su padre estaba molesto.

-Era mi padre, debo volver inmediatamente...-dijo vistiéndose.
-¿No te puedes quedar un poco más?- pregunto desilusionado Aiden.
-No, ha surgido un problema...- dijo sin pensar.
Aiden de inmediato supo que se trataba de Sophie. Seriamente miró a Megan.

-Sabes que puedes decirme cualquier cosa- dijo el tratando de ser amable.
-Lo se- dijo dándole un último beso, antes de dejar la habitación.

******

Su hija les respondió con un sincero "Yo no le lleve de comer ayer" y al igual que su hermano salieron exentos del castigo.

-¿No crees que será cruel?-dijo reflexivo Cameron.
-Mira tu sabes que Sophie se lo buscó- dijo sin mostrará remordimiento.
-Pero... va a sufrir- dijo nuevamente Cameron.
-¿A caso a ella le importa eso cuando fue lo del incidente?- dijo furiosa Megan. Su hermano la miró tranquilamente. El también sabía de lo que fue capaz Sophie de hacer.

*******

Sophie sabía que en cualquier momento subiría el señor Cooper. Se acurrucó en la pared y trato de calmarse, sabía muy bien que le esperaba.

La puerta del piso se abrió. El señor Cooper, con un pesado cinturón en la mano, salió de ella. Se acerco intimidante a ella. Ella alzó las manos para cubrirse, pero el la tomó de la muñeca, obligándola a levantarse.

-Es por tu propio bien- dijo el sin mostrar sentimientos. Giro rapidamente en el aire el cinturón, y lo estampó en la espalda de Sophie, cayendo de rodillas. Empezo a llorar de dolor y terror, y cubrió con sus brazos su cabeza.

Y llegó el otro golpe, ahora en un costado. La tiro a un lado. Trato de ponerse en posición fetal, para proteger su cara. No lo logro, un golpe del cinturón le dio en la mejilla. Harta se levanto y se abalanzó contra su atacante. El ágilmente la golpeó en la cara derribándola, pero eso no le bastó. Furioso, el señor Cooper la empezó a patear lo más fuerte que podía.

-¡Por favor no! ¡Auxilio!- trato de gritar, pero la sangre le caía de la frente bloqueando su vista. Pensó que sería mejor que ya acabará con ella, y que la matara. Pero sabía que su padre no sería tan generoso.