Una estaca en su corazón

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Estacionó el auto en un lugar apartado del camino.

Sophie estaba demasiado incómoda, no podía dejar de temblar. Aiden estaba sentado a su lado, queriendo no haber dicho eso.
-Entonces...
-Entonces...

Apenas se podían mirar a los ojos. Pareciese que los sucesos recientes se les han olvidado a este par.
Aiden notaba como Sophie se estremecía, pero eso provocaba que el quisiera eliminar esos 20 centímetros que los separaban, y apretujarse contra su ser, y ser uno con ella.

Pero no podía conseguir todo en esta vida. Al ya no poder contenerse, abrió la puerta y salió disparado dejando a la nerviosa Phie sorprendida.

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Que sucedía con el. Respiraba agitadamente, debía controlarse por el bien de Phie. Ya no era una obsecion normal, sino algo mas, impulsado por un instinto animal. Aiden no quería lastimar a Sophie, pero se lastimaba así mismo.

Fue en ese momento cuando sintio que unos brazos lo rodeaban. Asustado se giró para encontrarse con la mismísima Sophie.

Apretaba su cara contra su pecho. Aiden que se mantenía rígido, se relajo cuando sintio la mano de ella en su espalda, acariciandola con mucha delicadeza.
-Touchi...-Dijo con lágrimas en los ojos.
-Princesa...

Y en ese momento fugaz, sucedió lo que Aiden anhelaba en el fondo de su ser. Los suaves y cálidos labios de ella se posaron sobre los de el, con tanta intensidad. Después de unos segundos se alejó sonrojada con la vista en el piso.

Pero ella ya había dejado salir el instinto animal de Aiden. La tomo de la mano y la condujo hacia si y la beso el con más decisión.

Ahora estaba claro, que ella era de el.

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Lo que sucedió a continuación fue tan maravilloso para los dos, fue una oportunidad que posiblemente jamás volverían a tener.

Dentro del auto, sentada a orcajadas sobre Aiden, Sophie a pesar de ser inexperta, besaba con toda la pasión que ella sentía a él. Pero no solo los labios, sino también el cuello y los hombros. Y el hacía lo mismo, parecía no poder saciarse de ella, quería más.

Después la ropa fue estorbo, con delicadamente el le retiró todas sus prendas mientras ella acariciaba su suave piel. La beso y ella a él. No podían detenerse. Al ver su torso desnudo, Aiden perdió la cabeza.

Y Sophie, sintio lo que sería lo mejor de su existencia. Y aquel tatuaje... fue besado también, ya no era la marca del monstruo, sino una perfecta inperfeccion.

Y así siguieron, hasta que quedaron agotados y terminaron uno encima del otro.

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Este capítulo fue para todos los lectores romanticos.
Dedicado a BlancaEsther5 y a estrella1245

Querida Sophie...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora