Querida Sophie...

La queremos muerta

21 de octubre

Desperto al sentir un que la sacudian con gran fuerza. Sophie abrió los ojos perezosamente y se encontró con Aiden. Ella sonrio, pero el tenía una expresión de horror.

Se incorporo y logro ver perfectamente la escena. Al otro extremo de la habitación, un niño y su madre estaban en el suelo. Fue en ese instante cuando noto el gran charco de sangre que se extendía por toda la habitación. Noto que entre sus manos estaba un cuchillo, el arma homicida.

-Aiden...-Trato de decir jadeando- Te juro que yo no lo hice...

Un silencio incómodo lleno la habitación. Sophie se sentia mareada por el olor a descomposición. Ella sabía que no era su culpa... Eso quería creer.
-No debo creerte...-dijo al fin Aiden. La abrazó contra su pecho como si temiera que si la soltaba caería en pedazos.

-Mas aún asi te creo-dijo embozando una pequeña sonrisa. Sophie lo abrazo con mas fuerza.
-Toochi... Yo...
-Vamos... Tenemos que irnos ahora-la miró Aiden mientras la tomaba en sus brazos.

A paso veloz, la llevo hasta su casa, tratando de no tocar nada para no dejar más evidencia de la que había.

¿A caso esa era la señora Cooper y su hijo? No quiso averiguarlo, no quiso mirar atrás. Silenciosamente camino a la cochera y subio al auto a Sophie.

-Princesa... Espera aqui-dijo Aiden tratando de conservar la coordura.
Ella sólo asintió, mientras mira sus manos teñidas de un hermoso carmesí.

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-No puedo quedarme-se limitó a decir. Lu lo mira sin entender. Tomaba cosas frenéticamente de la cocina, principalmente comida, para luego subir a su habitación y bajar con una maleta.
-Solo... No le digas nada de esto a mi madre-se limitó a decir.

*******

Aiden conducía a toda velocidad. Sophie trataba de no vomitar. Ahora sí que tenía ella náuseas al pensar que solo estaban ellos dos solos.
-¿A donde vamos?-Dijo tratando de mantener la voz neutra.
-A un lugar seguro, con mi tío abuelo... Un loco ermitaño-dijo sin despegar las manos del volante.
-No fui yo... Aiden... Te lo juro-trato de decir.
-Lo se princesa...-comento colocando una mano sobre la de Phie. Ahora si estaba nerviosa.
-¿Esto no te da miedo?
-¿Que cosa?-dijo sin comprender.
-Yo
-Princesa... Me aterras... Pero no de la manera que piensas-finalmente comento.

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-¡Esta muerto!-Grito desconsolada la señora Cooper. Su hijo, su tesoro... había sido asesinado junto con el ama de llaves.

Su cuerpo en la plancha de la morgue descansaba como si solo Cameron durmiera.

-Encontraremos al culpable- trato de decir el agente West.
-La quiera... Muerta-dijo sin pensar el señor Cooper.
-¿Muerta?-reacciono la agente Amalia.
-Tenemos algo que decirles-finalmente comento Meg.