Violette Parks es una chica de 18 años de edad que se acaba de mudar a una nueva ciudad, es una chica muy linda que los hombres la consideran bastante sexy, pero de que sirve ser sexy cuando el único chico que te gusta no te presta atención.
Veo mi reloj y marcan las 9.30pm, busco mi celular y pongo una alarma a las 3.00am, a esa hora tengo que ir al aeropuerto junto con mis padres para montarnos en el avión a las 4.30am, claro, si todo sale según lo previsto.
Me dirigí al baño para lavarme la cara y cepillar mis dientes, luego de hacerlo me voy a mi cama ya con la pijama puesta que consistía en unos shorts con un crop top, decidí acostarme a dormir de una vez ya que no tenía nada que hacer, ya todo estaba empacado en sus respectivas maletas.
Suena el despertador/alarma
Ahg -me quejo- Tengo que levantarme -hago una mueca de fastidio, me estiro, apago la alarma y me dirijo al baño donde me aseo y una vez lista voy hasta el armario donde saco el único conjunto que está ahí, consiste en un suéter negro, unos jeans oscuros y mis converse negras. Dejé mi cabello suelto con ondas naturales y una vez lista, le eché una última vista a mi habitación donde se me vinieron varios recuerdos.
*flashback*
¡Corre, corre! -gritaba Luisa (mi mejor amiga) que le acababa de quitar unos dulces a Gabriel (mi mejor amigo)-
Ya voy, no me dejes -decía yo corriendo detrás de ella-
Cuando llegamos a mi cuarto Gabriel logró entrar empujando la puerta haciendo que todos nos cayéramos al suelo riendo a carcajadas.
*fin del flashback*
Sonrío al recordar esa escena, cierro la puerta y bajo a la sala donde me esperan mis padres.
-Hola cariño -dice mi madre sonriente, aunque a decir verdad tenía cara de zombie.
-Hola mamá, padre- digo sonriente y luego miro con seriedad a mi padre.
La verdad es que no tengo un vínculo con mi padre muy estrecho que se diga, el siempre tiene que trabajar y nunca pasamos tiempo juntos, de hecho, esta mudanza es por su trabajo, siempre hemos sido mi madre y yo.
-Hora de irnos- dice mi mamá mientras agarra unas maletas bastante grandes y por su gesto al levantarlas parecen bastante pesadas.
Asiento mientras agarro con una mano mi maleta y con la otra ayudo a mi mamá ya que mi padre lleva las cajas más pesadas-
Luego de 10 minutos de llevar las cajas al camión de mudanza, nos dirigimos al aeropuerto, nuestras cajas iban en el camión, no llevábamos muchas cosas, la mayoría eran cuadros y cosas de valor sentimental.
Vi mi reloj y marcaban las 4.25am, solo faltan 5 minutos para dejar mi ciudad, suspiro para tranquilizarme y al cabo de 5 minutos ya nos estaban llamando para subir al avión e ir a nuestro destino.
Una vez abordo del avión, me puse mis audífonos/auriculares y me dediqué a mirar por la ventana mientras despegábamos, cuando ya estábamos volando miré a mi hermosa ciudad y se me escapó una lágrima, es muy difícil dejar donde has crecido, donde tienes a tus amigos, todo.
Llegó la hora de aterrizar. Desembarcamos y fuimos a buscar nuestras maletas, después de media hora esperando, al fin aparecieron. Del aeropuerto nos fuimos directamente a un muy lindo vecindario, parecía el típico de las películas, niños jugando en las aceras, otros jugando avión, y cosas por el estilo, mi casa estaba a 3 casas más de la de mis padres era grande, muchísimo más grande de lo que me esperaba.
Me despedí de mis padres y me fui a mi casa sonriendo a más no poder, estaba tan feliz de tener mi propia casa para mi sola, era una sensación genial.
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