Violette Parks es una chica de 18 años de edad que se acaba de mudar a una nueva ciudad, es una chica muy linda que los hombres la consideran bastante sexy, pero de que sirve ser sexy cuando el único chico que te gusta no te presta atención.
Antes de acostarme a dormir pensé en todo lo que había pasado hoy, ¿Por qué pasó lo mismo que en mi sueño? Esas son preguntas que no sabré responder...
Me levanté a las 6:30am, hice mi rutina diaria, ya saben, cepillé mi cabello y blah blah blah.
Salí del baño y me dirigí al armario y saqué un conjunto:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de vestirme, amarré mi cabello en una coleta y salí de mi habitación para dirigirme a mi cocina y sacar o que sería mi desayuno junto la merienda, para aguantar en el camino agarré una manzana y salí de mi casa.
Esperé el bus comiendo mi manzana, luego de 5 minutos llegó el bus, esperé 4 paradas hasta que llegó Lilian y con una gran sonrisa se sentó junto a mí.
Hola Violette -me dice Lilian muy feliz.
Hola Lilian -sonrío.
¿Cómo estás? -me dice sentándose mejor.
Bien, ¿Y tú? -la miro.
Muy bien -me sonríe.
Duramos todo el camino hablando, los minutos se fueron volando y sin darnos cuenta nos pasamos de parada. Reímos al notar que esto había pasado y lo distraídas que somos. Agarramos otro bus y esta vez si nos bajamos en la parada correcta.
Llegamos al instituto literalmente corriendo ya que íbamos tarde, tanto así que cuando entramos al aula segundos después entró el profesor, eso quiere decir que por poco nos quedamos afuera. Luego de que se terminó la clase fuimos a la cafetería como de costumbre, esperé a Lilian y caminamos hasta la cafetería. Comíamos y yo me di cuenta de un chico que estaba medio perdido.
¿Quién es él? -le pregunto a Lilian mirando al chico.
Oh, el es Damián -lo mira y dice sin darle importancia.
Parece perdido -le doy un mordisco a mi barra de cereal.
Siempre es así -dice de nuevo sin darle importancia- Hey, Damián. -dice Lilian gritando.
El chico voltea algo desconcertado y al mirar a Lilian sonríe y se acerca a nosotras.
Hola Lilian -Le dice y me mira- Hola...?
Violette -le digo y muerdo mi barra de cereal.
Violette, un gusto -me sonríe.
Hey no te enamores -dice Lilian riendo.
En ese momento me atraganto y empiezo a toser.
Vi, ¿Estás bien? -me dice Lilian riendo.
Si, todo bien -digo recuperándome.
Yo me llamo Damián -me sonríe.
Ya lo sé, Lilian me lo dijo -le digo.
Luego de presentarnos y toda la cosa, fuimos a la última clase y de ahí fuimos a los casilleros, yo agarré todas mis cosas, la metí en mi mochila pero me quedaron algunas cosas en las manos. Cuando caminé me tambalee y justo antes de caerme alguien me agarró.
Cuando subí la mirada vi que era Andrew.
Ten más cuidado, nena -dice riendo-
Esperen ¿Me dijo nena?
Sonrío la que tengo un nudo en la garganta que no me deja hablar.
Nos quedamos en silencio ya que estaba perdida en su mirada, debía salir de este trance pero no sabía como y tampoco quería hacerlo.
Adiós... Violette? -dice achinando los ojos en señal de duda.
Sí, Violette -consigo decir de alguna forma- Adiós Andrew.
Luego de ese momento, suspiré y fui a la parada del bus con Lilian y Damián, Daimán se despidió y bajo del bus y yo me quedé de nuevo en la casa de Lilian.
Pasamos la tarde igual que el día anterior, hablamos, reímos, etc, etc. Solo que esta vez me quedé a dormir en su casa.
