Memories (2° temporada de Amnesia)

La Boda

Llegue a Topanga's y mi mejor amiga parecía estar esperándome—Maya, estábamos preocupados por ti... - dijo Riley dándome un abrazo cuando llegué.

—¡No tienes que preocuparte como si fuera una niña pequeña! - dije enojada.

—Maya...

—Lo siento. - dije mientras jugaba con mi cabello. —Sólo estoy algo tensa, hoy es la boda y...

—¿No estás feliz?

—No mucho.

—¿Por qué? Pensé que querías a Shawn.

—Lo hago, es una buena persona pero ¿Qué pasa si deja de serlo?

—Los matrimonios no separan a las personas, las unen.

—En tu experiencia tal vez. - recordé la conversación que tuvimos por la mañana.

—Maya, si tienes que decir algo dilo ahora.

—Bien, hablaré con él.

—No, no, no, no, no, mejor quédate callada.

—Hace un rato dijiste lo contrario.

—Bueno, no quiero que arruines su futuro.

—Y no lo haré, sólo... - salí corriendo de Topanga's. Necesitaba hablar con Shawn.

—¡Maya! ¡Peaches! - le pedí disculpas mentalmente, pero no podía dejar que interfiriera.

Shawn y Cory estaban hablando en la casa de los Matthews, apenas llegue cerré la puerta y entre algo agitada.

—¿Maya, estás bien? - pregunto Shawn.

—No, pero lo estaré en un rato. Necesito preguntarte algo.

—Dispara.

—Maya. - dijo Riley llegando.

—¿Cómo entraste?

—Estaba sin seguro.

Me acerco a la puerta y la cierro con seguro.

—¡Ja! Olvidaste que tenía las llaves.

—Que bonito llavero, ¿Puedo verlo?

—Claro... - cerré la puerta y puse el seguro — ¡MAYA!

—Lo siento, Riles.

—¿En qué íbamos?

—Que me ibas a preguntar algo. - me acerque un paso lo más seria que pude.

—¿Me prometes que tus sentimientos no van a cambiar?

Él se quedó sin decir nada. —¡Un momento! - tuve que ir al cuarto de Riley corriendo para cerrarle la ventana, ella estaba a punto de entrar así que la empuje y cerré la ventana.

—Maya no hagas esto. ¡Permítete tener un poco de esperanza! - me gustaría hacerlo, pero después de tantas decepciones y las dudas que lo abuela implantó en mi, era casi imposible.

Regrese donde Shawn y Cory.

—¿Y? - pregunte.

—Yo amo a Katie, y en serio de considero como una hija para mi... Pero no puedo hacer tal promesa.

—¿Por qué?

—Porque no sé lo que pasará en el futuro y... - se detuvo.

—Prosigue. - lo presione, el tiempo se acababa y necesitaba respuestas rápido.

—No quiero decepcionarte, si no cumplo la promesa sé que no me perdonarás.

Me senté en el sofá, tratando de pensar en todo lo que había pasado desde que me enteré de su boda.