Oigo mi nombre en una bella voz masculina. Levanto la cara limpiándome las lágrimas y veo a Jesús. Sano y salvo. Bello como solo él. Rápidamente me levanto y lo abrazo. Lo abrazo con todas mis fuerzas. Él al principio se queda quieto. Sin moverse. Supongo que asombrado por mi reacción. Luego de unos segundos me abraza y empieza a acariciarme.
-Oh por dios... Jesús. Estas bien – le digo separándome y mirándolo de arriba abajo para luego volverlo a abrazar con aun más fuerza.
-¿Qué pasa? ¿Por qué estabas así? ¿Por qué lloras? – me pregunta preocupado... *ay que lindo... se preocupa por nosotras* siii. Que bello.
-Estaba preocupada por ti. ¿Dónde estabas? ¿POR QUÉ DESAPERECISTE DE ESA MANERA? - le digo pegándole con euforia en los hombros con cada palabra.- Uhhggg te ODIO López... casi me matas.
-Cálmate – me dice agarrándome las manos para que pare de pegarle- estoy bien – obvio. Siempre lo estás – estaba bañándome en un lago. Necesitaba tiempo solo... necesitaba pensar. Vamos para la casa y hablamos allá. – déjà vú. Mierda... ¿por qué? Estoy segura de jamás haber estado en algo parecido *no en esta vida*
-No, no quiero ir. No ahorita. No quiero que me vean así – le digo
-Estas bien así. – me dice
-no, no lo estoy. Estoy fea. Los chicos están allá. No puedo dejar que me vean así de fea –insisto
-Escucha
-no - le digo
-Escucha – vuelve a decir
-no, oye – le digo
-Coño... cállate y escucha – me dice alterado – escucha – repite más calmado – estas bella, estas hermosa así. Además soy yo a quien le tienes que gustar ¿no? Pues créeme, ya me gustas así como estas. No tienes que apenarte de cómo te ves. Esta no es la Julissa que conozco. - ¡OH. SANTISIMA. MIERDA! Ya me desarmó.
-¡OH, SANTA, MIERDA! – Le digo y se ríe- Siento que muero... vamos a la cabaña... y esta vez no me vas a evadir López – le digo señalándolo con el dedo índice.
-Lo prometo – dice riéndose. Me agarra la mano y empieza a caminar. Yo me dejo guiar. Y mientras más caminamos, más me desarmo y muero. Amo la sensación de estar de la mano con él. Siento que lo amo. Me siento enamorada. Me siento yo...
***
Ya pasaron las tres semanas. Esto más que una supervivencia fue unas vacaciones. Las peores de mi vida. Jesús López se encargó de hacerme esos días un sueño... recuerden que las pesadillas también son sueños. El me subía a ver las estrellas y luego me bajaba al infierno junto a los peores demonios que han existido antes y después de cristo. Me hizo sufrir como jamás lo había hecho en mi vida por un chico. Ni por Gabriel sufrí tanto. ¿Y saben que es lo peor de todo? Que lo sigo amando. Amando con todas las letras de la palabra, amándolo con todo esos defectos que me piden a gritos que lo odie y que lo aleje de mi vida. Mi mente dice que me olvide de él, Jume está molesta conmigo. Vanessa, todos. Todos están en contra de mi amor hacia él. La parte lógica de mí, también lo está. Yo lo estoy, pero mi parte romántica y mi corazón prevalecen. Están ahí. Luchando por un amor imposible. Un amor que me está destruyendo de la manera más lenta posible. Pero en fin... si no te hace sufrir, no es amor. *mentira*
Ya estamos todos en nuestras respectivas puertas, esperando que alguien se digne a abrirnos.
-¡Mardita sea! – grito. Todos voltean a verme alarmados – Me quiero ir ya. Necesito mi cama. Mi vida, necesito estar lejos del maldito abismo que me seduce a tirarme sin motivo alguno – digo refiriéndome a Jesús
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Abstract
RandomMe harás daño, pero quiero que valga la pena sufrir por ti. Y antes de acabar la frase ya tenia sus labios sabor a infierno sobre los mios, hundiendome en un inframundo de sensaciones exquisitas que jamas había sentido en mi vida.