¡Quiéreme amo! •HunHan•

Capitulo 9

— No me interesas Luhan, será mejor que te vayas —hablo, importándole poco los sentimientos del menor.

Se encontraba sentado en el gran sillón, abrazando sus piernas y reteniendo las lágrimas que amenazaban con salir violentamente de sus ojos. Dolía, realmente dolía escuchar aquellas palabras salir de su dueño.

— Es lo mejor para los dos, no puedes estar conmigo, solo me estorbas —las palabras que salían del mayor, iban directo a su débil y dañado corazón.

No sabía que pasaba, no entendía porque su Sehunnie le decía aquellas feas palabras. De lo que estaba consiente era de que sentía como algo se rompía dentro de él. No supo en qué momento las lágrimas empezaron a mojar su hermoso rostro.

— S-Sehunnie... por favor, y-yo me portaré mejor y-y haré todo lo que d-digas pero no me dejes —susurro con dificultad, el llanto no le permitía hablar bien—, p-por favor...

Se levanto y rápidamente se apego al mayor, el cual no hizo nada, solo se quedó mirando fijamente la gran puerta de la mansión.

En un movimiento brusco, su Sehunnie tiro de sus brazos, provocando que cayera abruptamente en el suelo.

Dolía, realmente dolía.

—¡Ya para! —escucho el grito cargado de furia del mayor— ¡Deja de ser así, tienes diecisiete años! ¡Compórtate como alguien de tu edad y entiende que nunca te quise, nunca le pedí a Yifan que te trajera, solo eres un estorbo!

No entendía como su Sehunnie, aquel que le hacía el desayuno, el que le hacía cariñitos y lo trataba como si fuera lo más delicado del mundo, había desaparecido, dando paso a ese lado que nunca había visto en el editor.

«Lo mejor es enamorarse, y lo segundo estar enamorado; lo peor es desenamorarse ¿Pero sabes Luhan? Todo ello es mejor que no haber estado enamorado nunca»

Recordó lo que le había dicho Minseok unos días entes de que se fuera, mientras veían una película en donde una chica lloraba al ver como su novio le gritaba feas palabras.

Quería gritar, quería rogarle que no lo dejara, que se portaría bien, que no lo molestaría cuanto esté trabajando, muchas cosas y nada salía, su voz había desaparecido.

—¡Luhan!

Escucho gritos que provenían a lo lejos pero los ignoro, su vista solo estaba fija en su dueño, el cual lo miraba con asco y desprecio.

—¡Despierta Luhan!

Cerró sus ojos y sintió su cuerpo caer en el vacío. Sehun, el living de la mansión y todo, había desaparecido.

—¡Mierda Luhan, despierta bebé! 

Su corazón latía de una manera para nada normal, no sabía qué hacer y los temblores en su cuerpo no ayudaban en nada.

Estaba de lo más tranquilo durmiendo pero despertó al escuchar gritos, gritos desgarradores que provenían de su niño.

Rápidamente se levanto de su cama y observó a Luhan, el cual tenía el rostro sonrojado, con lagrimas cayendo de sus ojos, pataleaba y soltaba balbuceos, sumado a gritos que no lograba entender.

— Despierta pequeño, tienes que despertar — susurro suavemente al observar como dejaba de gritar y patalear—, tienes que despertar bebé ¿Ya?