Capitulo Final

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Preparen los pañuelos hrmnas, gracias por acompañarme durante todo este tiempo<3.











— Tienes que comer Hannie.

Un preocupaos y afligido Minseok acercó un plato lleno de frutas cortadas en pequeños trocitos hacia el pequeño híbrido que se encontraba en una esquina, abrazando sus piernas y escondiéndose entre ellas.

A simple vista se podía apreciar la tristeza que el menor sentía, sus hermosos ojos de ciervo rojos debido a las lágrimas que soltaba todas las noches y su cuerpo, el cual se apreciaba mucho más delgado que antes.

— No tengo hambre Minnie...—susurro demasiado bajo—, iré a dormir.

Sin más que decir, estiró sus manitos para poder alcanzar una de las frazadas que se encontraban a una distancia considerablemente pequeña.

Siete días.

Exactamente una semana llevaba ahí, sin saber de aquel platinado que le había enseñado tantas cosas, que le había dicho que lo amaba. Realmente su pequeño y tonto corazón creyó todo lo que el editor había dicho.

Gracias al mayor pudo volar pero lamentablemente esto lo había dejado caer, sin haberlo preparado.

Lo odiaba.... no, claro que no. Se odiaba a sí mismo por creer toda las mentiras del editor, por ser tan iluso.

— Mentiroso... —bajo las mantas, se abrazó a sí mismo y trato de darse calor, a la par que intentaba controlar las lágrimas que querían escapar de sus luceros—, siempre miente...

Recordó las tantas veces que su Sehunnie le había mentido y el como tonto, lo perdonaba, importándole poco aquellas mentiras.

¿Qué podía hacer? Quizás nunca fue lo que el mayor quizo. Su corazón dolía al saber que no había sido más que un error, que solo le había causado problemas a su ahora antiguo dueño.

Quería dejar de llorar, eliminar aquel feo dolor en su corazoncito. Solo deseaba dormir y no despertar, no haber conocido al peliplata y no haber sido un tonto híbrido. Tal vez si no hubiese tenido orejitas y cola, el mayor lo hubiese querido.

—Anormal... por eso no me quiere —un pequeño quejido y balbuceo salieron de sus labios a la par que se abrigaba.

Sería una noche fría, tal vez la más fría.

Minseok que se encontraba cerca del menor, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. Podía escuchar todo lo que su pequeño favorito decía, el como se reclamaba por ser tan feo y anormal.

La furia se hizo poder de su ser; realmente no podía creer que existieran  personas como Oh Sehun. Si tanto deseaba devolver a su pequeño, no tuvo que haber jugado con el.


















—Este.

—Pero joven Oh, no podemos...

—¡Dije que será ese! —grito enojado.

Todo el set quedo en silencio por aquel estruendoso grito. Había pasado tiempo desde que no escuchaban al magnífico Oh Sehun gritar y quizás, solo quizás, se debía a la falta del pequeño conejito.

Su corazón latía, su cabeza dolía y su mirada volvía a ser como antes, fría.

— C-Como usted diga, joven Oh... —respondió más que asustada la joven mujer.

¡Quiéreme amo! •HunHan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora