Big brother and little sister

57. Worst Concert in History

Durante uno de los conciertos Leah había estado bastante hiperactiva, todos los miembros del staff, los chicos y la banda se turnaban para perseguir a Leah a donde quiera que fuera, su energía era prácticamente infinita y no había manera de hacerla parar, ya había estado a punto de romper: 3 ventanas del lugar, una guitarra, 5 micrófonos y 7 walkie-talkies.
Cuando comenzaron de dejar entrar a la gente al complejo tuvieron que llevar a Leah a backstage, cosa que no fue buena idea, retenerla en aquel lugar atascado de gente y pretender que estaría quieta para dejar a la gente hacer su trabajo; fue la peor idea jamás pensada.
Le ordenaron que se quedara en los camerinos, pero era claro que no hacía caso.
Varias veces logró escaparse de allí e ir al pasillo que guiaba al escenario, pero por suerte nadie la dejaba entrar.
El auditorio estaba lleno de gente y lo que menos necesitaban era un contratiempo de tener que atrapar a Leah.
Cada uno se turnaba para seguir a Leah hasta allá, ya que estaba empeñada con ir allí.
A pocos minutos para que los teloneros abrieran el show todo el mundo se distrajo y Leah aprovechó para escurrirse e irse al escenario.
Al momento que entró el publico lo notó y comenzó a gritar por Leah.
Esta al principio se quedó un tanto aturdida, pero la cosa se puso peor cuando estas comenzaron a gritar aun más fuerte haciendo que los oídos de Leah le doliesen.
Leah comenzó a llorar sonoramente bastante asustada; por los gritos y el dolor de sus oídos, quedándose en el centro del escenario simplemente sin saber que hacer, ya no sabía a donde irse, no podía pensar con claridad.
Los miembros de seguridad debajo del escenario para contener a las fans comenzaron a llamar a Leah para llevársela a backstage, pero ella temía acercarse. No quería que le hicieran nada.

Mel entró en el camerino de los chicos para terminar los toques finales a sus cabellos, miró a su alrededor y pudo observar que Leah no estaba por ningún lado.
-¿Dónde esta Leah? ¡Les tocaba vigilarla!- gritó Mel un tanto asustada.
Los chicos comenzaron a echarse la culpa los unos a los otros alegando a quien le tocaba cuidar de Leah.
-¡Eso no importa, vamos a encontrar a Leah!- exclamó Mel.
Todos salieron a buscarla por todo el backstage, Mel y Niall fueron los que decidieron ir a la entrada del escenario en caso de que ella estuviese allí.
Desde como la mitad del recorrido podían escuchar su inconfundible llanto.
-Voy por ella- murmuró Niall mientras detenía a Mel.
-Se van a volver locas- le contradijo Mel.
-Al menos puedo distraerlas un poco-.

Niall entro lo más sigilosamente posible; las fans, en efecto, se volvieron locas, sin embargo Niall hacia señas de que fueran bajando el volumen mientras caminaba en dirección a Leah.
Este la tomó en brazos pero aun siguió haciendo aquellas señas para no asustar a Leah.
La niña se abrazó a el fuertemente mientras Niall la llevaba fuera de allí.

-¿Te asustaron, princesa?-preguntó Niall cariñosamente, besando su mejilla y limpiando las lágrimas que las recorrían.
Leah asintió con la cabeza mientras la escondía entre el cuello de su hermano.
-Lamento que sean tan ruidosas- murmuró Niall llevándola fuera de allí.
En el camino se encontraron con Paul a quien le habían notificado de lo que sucedió.
-¿Ya no volverás a ir allí?-le preguntó Paul mientras la tomaba en brazos para llevarla por unas galletas para calmarla.
-Nunca- murmuro Leah asintiendo mientras se limpiaba las lágrimas restantes. -Me duelen mis oídos- se quejó.
-Vamos por algo para tus oído, cariño- asintió Paul llevándosela hasta la enfermería del auditorio.

Creo que escribí los capítulos muy cortos ya que sucedieron un par de cosas que arruinaron mi humor y mi inspiración, lo siento.
Intentaré no arruinarles todo, simplemente porque no he tenido la mejor de las suertes últimamente. 
Ustedes son las que me apoyan y sé lo mucho que disfrutan de leerme. Me hacen sentir la mejor escritora del mundo y eso se los agradezco.
Sé que no todas han leídos mis demás historias y no me importa, no tienen por qué hacerlo si no quieren, nunca las obligaría a algo así. A mi me gusta ganarme a los lectores con sudor, ampollas en los dedos, crisis de escritora y que me hagan esforzarme cada día más, así como me gané las cosas aquí.

All the love, Y