Yaiza
Nunca me había sentido tan feliz, estaba con la gente que realmente quería y no podía pensar en nada más que no fuera en ellos, los cinco chicos con los que tanto había soñado y que ahora estaban a mi lado y me trataban como si me conocieran de toda la vida.
Pero, aunque estuviera feliz, sabía que en el fondo seguía teniendo miedo, después de conocer lo que era la felicidad, de haber sentido que todo en mi mundo esta en su lugar, sentir que estaba en mi sitio y que toda mi vida tenía sentido, quería aferrarme a ella para poder sentirla para siempre, no quería volver a ese vacío que tanto me dolía. Por eso tenía miedo, porque sabía que cuando ellos se fueran se lo llevarían todo con ellos, como ya habían hecho una vez.
El contacto de Dani me sacó de mis pensamientos, me había dado la mano y su roce era como una corriente eléctrica recorriendo todo mi cuerpo, mis pulsaciones empezaron a subir y note como me ardían las mejillas.
- ¿Estas bien? -me dijo al oído.
Habíamos estado una hora en el centro comercial sin hacer nada en particular, todos los demás se había comprado un helado y ahora mismo estábamos sentados en un banco mientras que se lo acababan, Dani estaba a mi lado bastante, al otro lado tenía a Carlos. Luego estaban David y Cristina que no dejaban de hacerse ojitos y Álvaro y Blas estaban discutiendo sobre algo relacionado con los helados a lo cual no preste atención.
- Si, tranquilo.
- Estas mintiendo -dijo Dani observándome- ¿que te pasa?
Le mire, sus ojos azules estaban clavados en los míos. No dije nada pero el siguió mirándome en busca de una respuesta.
- ¿Y si vamos al cine? -propuso Carlos, lo que hizo que todos le miraran.
Salvada por la campana, gracias Carlos. Pensé.
- A ver no apagues la luz -dije en un intento de desviar del todo la atención de Dani hacia otra cosa.
- ¡Si! -grito David.
- ¡No! -gritó esta vez Carlos fulminando con la mirada al moreno y a mi.
- Eres un miedica -me burle mientras reía.
- Si venga, vamos a ver esa -dijo Dani.
- A mi también me gusta la idea. -añadió Cristina.
- Os odio -Carlos se cruzó de brazos y desvío la mirada del grupo.
Me levante y me senté encima de su regazo como una niña pequeña.
- Venga por faaaaa -le suplique riendo me.
- Vale -accedió revolviendo me el pelo.
Todos se rieron ante la escena.
En diez minutos ya estábamos todos sentados en las butacas del cine, yo con una cocacola entra las manos y con Dani a mi lado derecho.
- Después me vas a contar lo que te pasa -me dijo Dani susurrando justo antes de que empezara la película haciendo que no pudiera protestar.
Después de muchos gritos por parte de Carlos, risas por parte de Blas y Álvaro que eran los que estaban mas cerca del rubio miedica, y de varias miradas cabreadas de los espectadores que también intentaban ver la película, esta misma acabo y salimos del cine para ir a un burger king que nos pillaba cerca.
- ¿De verdad que no quieres nada Yaiza? -me pregunto Dani.
- No
- ¡Carlos deja mis patatas! -gritó David dándole un manotazo a la mano del rubio.
- ¡Bullying!
- Pero que pesado estas con eso -esa vez hablo Álvaro, que estaba jugando a ponerle cara a la hamburguesa con tres bolsas de kétchup que había gastado ya.
- Yo pensaba que eras el mas maduro Álvaro -le mire decepcionada.
- El mas maduro soy yo -aseguro Dani.
- ¡Ya seguro! -dijo Cristina haciendo notar el sarcasmo.
Ella y David estaban cogidos de la mano y compartiendo su hamburguesa, aun que fuera en un burger king yo veía una escena muy romántica.
- Dani, eso no es cierto. Esta claro que la mas madura de esta mesa soy yo.
- De eso nada -me dijo.
Y así transcurrió el resto de la tarde, peleando nos por quien era el más maduro de nosotros.
Al final nos decantamos por Blas, que se le subió demasiado a la cabeza cuando empezó a mandarnos a la cama como niños pequeños por ser ya las diez de la noche.
A las diez y media ya se habían ido todos y Dani y yo fuimos hasta mi casa y nos sentamos en el sofá sin ni siquiera cambiarnos.
- ¿Mañana empiezas el instituto verdad? -asentí- a la salida te iré a recoger.
- Te quedas a dormir, por favor -dije con miedo en la voz.
- ¿Que te pasa?
Me quede un rato en silencio mientras Dani observaba cada uno de los rasgos de mi cara. Volvió a insistir y me di por vencida.
- Tengo miedo de quedarme sola.
- ¿Por que? -pregunto aun mirándome.
- No se, simplemente no me gusta. -conteste cabizbaja, no me gustaba mentir a la gente que quería.
- Yo nunca te dejare, te quiero ¿vale?
- ¿De verdad?
- ¿Que pasa que no me crees? -pregunto molesto.
- No es eso Dani -le volví a mirar.
- ¿Y entonces que es? -dijo.
– Es complicado.
– Tengo toda la noche.
– Pero yo no –conteste aun mirándole.
Se quedo mirándome durante un par de minutos, después se acerco a mi y me beso. Agradecí que no me preguntara nada mas y le seguí el beso aliviada.
Paso sus manos por debajo de mi camiseta creando escolafríos que me recorrieron todo el cuerpo como siempre que me tocaba.
Yo puse mis manos en su pecho notando sus abdominales marcados, había soñado tantas veces con poder tocarlo, aun que solo fuera para darle la mano y ahora el me estaba besando.
De repente paro y se separo de mi, estaba encima mío con la mitad de su cuerpo apoyado en el mio pero sin hacerme el mas mínimo daño.
- ¿Quieres que pare? -me preguntó mirándome.
- Yo... No... No lo se.
Se separo de mi y se sentó de nuevo con la espalda apoyada en el respaldo del sofá pero aún mirándome.
Me incorpore para sentarme con las piernas cruzadas y el cuerpo mirando hacia él.
- Lo siento -dije mirando mis piernas.
Se acerco mas a mi y sus manos se pusieron al rededor de mi cara obligando me a mirarle.
- Da igual, tenemos todo el tiempo del mundo, no hay prisa.
- Entonces... -vacile un segundo- ¿ahora somos novios?
Soltó una pequeña carcajada.
- ¿Que pasa, que antes no lo eramos? -dijo haciéndome sonreír, como siempre.
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No me decepciones (Auryn) [COMPLETA]
Fiksi PenggemarGracias Auryn por tantos años sin dejarme caer, esto va por vosotros. Siempre estaré a vuestro lado, pase lo que pase, como prometí. Os quiero.