Causa y efecto

Ivanna

Ivanna era mi amiga, o lo es aún, no sé. Perdimos todo contacto.

Estábamos juntas desde el principio, desde que comenzamos a compartir secretos y yo le dije que estaba enamorada de dos estúpidos chicos.
Ella coincidió conmigo, "Son muy estúpidos por no fijarse en ti", decía.
Pero claro, no fueron estúpidos al fijarse en ella.

Fue cuando pasó lo de Vladimir.
Lo corté. Y fue a buscar a otra.
A Ivanna.

Me pregunté a mí misma el por qué ella, ¿por qué la buscó a ella? Y, ¿por qué ella lo aceptó?
Y fue porque Ivanna estaba enamorada de Vladimir. Y nunca lo mencionó.
Y me enfadé con ella y conmigo.
Y me enfandé mucho más conmigo por lo mala amiga que fui, me sentía pésimo, ella me había dado el poder de ser la mala.
Ella aceptó que había estado enamorada de Vladimir mucho antes que yo. No puedo creer que me haya dejado contarle tantas cosas sobre él y nunca decir ni una palabra.
Porque eso hacen las amigas, ¿no?
Se cuentan todo.
Pero no lo hizo, me lo escondió, y sólo a mí.
Cuando Vladimir la botó y fue a recuperar a su chica imposible, fue cuando Ivanna recurrió a mí.
Que ironía.

En fin, pasó eso, y nos enfadamos, y nos reconciliamos. La perdoné y me perdonó, pero yo seguía molesta conmigo por haberle quitado el chico a mi amiga, porque sé lo que se siente.
Pero volvió a pasar y con un chico diferente .

Tiempo después, mucho después, cuando tuve la oportunidad de salir a solas con Edgar (salida de amigos, no me malinterpreten, aunque obvio me había vuelto a enamorar de él, ¿o nunca lo dejé de estar?– no lo sé), no tuve a quién más con quién compartir mi felicidad que con Ivanna, y justo en ese momento me confesó que ella también estaba enamorada de él.

Muy correcto de su parte, pensé yo. Justo a tiempo.
Y pues, que sosa, me decía a mi misma, porque ellos ni siquiera hablaban. Él me hablaba a mí.

Pero no era así, porque sí hablaban.
Pero él me escogió a mí, me lo dijo.
Me confesó sus sentimientos, y cuando lo hizo lo primero en que pensé fueron mis amigas.
No pude darle una respuesta inmediata a Edgar cuando me preguntó si el sentimiento era mutuo, no tenía ganas de ser la mala esta vez.
No puedes estar con el ex de tu mejor mejor amiga, me dijo mi subconsciente. No se lo podía robar a Ivanna. Porque sé lo que duele y no se lo haría otra vez después de que me lo había confesado a tiempo.
Por eso se lo dije, y le dije las mismas palabras a Ivanna Amelía, ella primero que nada.

Pero no, obviamente ninguna dijo nada, ninguna se opuso.
Lo único que noté fue cómo el color de la cara de Amelía cambiaba a rojo mientras se lo contaba, ¿tanto me odiaba?
"Ambos merecen ser felices" fue lo que me dijo acompañado de una sonrisa falsa. Estuve a punto de decirle que no porque yo la prefería a ella.
Pero era cierto, yo merecía ser feliz, y ahí estaba Edgar para ayudarme.

Le di mi respuesta a Edgar y no tardamos en empezar a pasar más tiempo juntos.
En mis tiempos libres.
En la calle.
En mi casa.

No éramos novios ni nada por el estilo, porque él aún no me lo pedía y yo no quería echárselo en cara. Sólo quería disfrutar y aprovechar cada minuto junto a él.
Nos besábamos, mucho. Incluso algo más.
Éramos casinovios.
Amelía me pedía que le platicara, que quería saber todo. Y yo me insistía en que solo lo hacía porque era mi mejor mejor amiga. Me repetía varias veces que el hecho de que quisiera saber de él no era porque era su ex, aunque sabía que nunca fue así. Y la entiendo.

Pero Amelía y yo nos distanciamos. Ella se fue con otras personas que, supongo yo, se acoplaban más a sus gustos y necesidades, y yo tuve que buscar consuelo con Ivanna y su grupo de amigas (que por cierto también eran amigas de Amelía).

En fin, hoy en día, Ivanna y yo no hablamos.

Hubo una temporada en la que éramos inseparables. Ivanna era la persona más cercana a mí.
Pero se terminó. Y ya no hablamos. Y me duele.

Sé que nunca dejaste de amar a Edgar, Ivanna, lo siento profundamente si alguna vez hice que un pedacito de ti se fuera. Sabes que te adoraba. Aún lo hago.