Midnight horror stories.

Parque abandonado

Una joven de unos 13 años camina a paso apresurado, sus pisadas resuenan contra el asfalto de la calle. Por un momento su pie queda incrustado en una rama, impidiéndole avanzar.

Se agacha a soltar su calcetín de la rama, lo que le roza dejándole una herida, ella continua su camino. Se acomoda la mochila en un hombro y presiona una de las mangas a su pecho, su respiración empieza hacer irregular.

Un par de gotas se deslizan por su mejilla, aprieta su falta haciendo un puño. Tenía que ser fuerte ya lo había decidido.

Por un momento detiene su paso y se dedica a observar alrededor, la calle estaba desolada, era claro ya pasaba de la media noche; mientras todos están durmiendo en su cómoda cama, ella pasa frío en la helada noche. Ni una alma, ni una persona o animal rodeaba el sitio, solo hileras de casas oscuras. Observa el cielo, la luna estaba resplandeciente como si velara de la pequeña.

Con una de sus manos elimina todo rastro de lágrimas, comienza acelerar el paso, desconocía el lugar, por inercia camino sin rumbo fijo. Estaba sola, no tenía a nadie.

A lo lejos diviso la entrada de lo que parecía ser un parque, sintió la extraña sensación como si alguien la observaba, volteo atrás y no había nada. Siguió su camino hasta adentrarse en el parque.

Froto sus manos para poder entrar en calor, y acomodo el cuello de su chaqueta. El frío empezaba a calar su cuerpo. En el parque solo había unas cuantas bancas y unos juegos que parecían deteriorados.

Fue a sentarse a una de las bancas y acomodo la mochila en forma de almohada. Se dedicó a mirar el cielo. Escapar del orfanato, era pésima idea si no tenías dinero. Aún recordaba el rostro de su hermano pequeño.

"Lo siento, Carlos"- fueron sus últimas palabras, al salir de ese infierno.

Dos columpios empiezan a moverse, era un ruido ensordecedor, era un sonido espantoso, de columpios oxidados. Los columpios rechinaban y se balanceaban. La niña se levantó de la banca y abrazo su mochila. Observa el lugar aterrada.

Dolorosas y crueles imágenes de sus progenitores quemándose aún vienen a su cabeza.

"Cumplir trece años, no te hace valiente, María" -aun recordaba esas palabras

El Crack de unas hojas quebrándose la puso en alerta, tenía miedo. Toma su mochila y huye a esconderse en uno de los juegos.

En el juego era estrecho, abrazo sus piernas. Su corazón estaba acelerado. Aún los recordaba cómo eran antes. Si tan solo no hubiese desaparecido, si tan solo hubiese sido más valiente aún estaría con ellos. Pero ellos no eran su familia no la real.

Las pisadas se escuchaban más cerca.

¡Crack! Su rítmica aumento. Esto no era real, no está sucediendo se decía

-- ¿Dónde estás María?

Reconocía esa voz donde sea, tenía miedo, enrollo su cuerpo más en el juego. Risas ahora más cerca, tapo sus oídos para no escucharlos. Si la encontraban no saldría con vida.

--Me encantan los juegos, vamos a jugar

Su rostro se desencajo al ver a su pequeño hermano a su lado. La luz de la luna sirvió para reflejar la realidad estaba quemado. Contuvo un grito ahogado y salió del juego.

Ellos la perseguían, pero ellos ya no existían. Corría esquivando las ramas pero nunca llegaba a la salida del parque, cada vez era más lejana.

¡Crack!

No voltearía atrás no lo haría ellos ya no eran reales, se tropezó y cayó al suelo se hizo unos cuantos raspones en las rodillas. Observo atrás ya no había nada. Saco de su mochila un pañuelo y lo ato a una de sus rodillas, ahora cojeaba, su caminar era lento y su respiración más agitada. Tenía que buscar la salida.

Sus pasos eran cada vez mas lento, hasta que escucho:

-- ¿A dónde vas María?

Ella se giró lentamente, ahí estaba ella, su familia; su madre, su padre y su hermano. Cualquier persona se alegraría de verlos menos ella. Ellos habían muerto el año pasado y la atormentaba desde entonces. Sus cuerpos estaban quemados.

Volteo al lado de la salida, arrojo su mochila y corrió...hasta que salió del lugar, ya había pasado la noche y los rayos de sol empezaban a salir opacando a la luna, volteo hacia el parque. Nada, ellos ya no estaban.