Especial. Juegos diabólicos (No mires atrás)

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La casona del difunto Barry Stuart, es el lugar perfecto para hacer rituales, los jóvenes, adultos y niños se aventuraban a explorar la casa en busca de encontrar algo paranormal, lo cierto era que la casa era antigua, situada a 3 kilómetros lejos de la urbanización, rodeada de un inmenso bosque, era el sitio perfecto para fiesta, y la fiesta que pensaba hacer Harry West no eran precisamente con los mortales.

La casona era vieja, tenía algunas paredes desgatadas y el papel tapiz roto, la alfombra de la entrada había perdido ya su mayoría de letras dejando "Bi----nid-, no llegaban los servicios básicos por lo que al caer la noche la única iluminación que contaba en esa casa era la Luna, algunas ventanas estaban rotas y otras ni siquiera conservaban el marco. Los pisos de madera solo eran unos cuantos que se conservaban en buen estado y lo que se consideraba como sótano era habitado por ratas, entre otras alimañas.

Harry West es fanático y amante a lo paranormal, ha examinado un sin numero de "casas embrujadas", sin dejarlo completamente satisfactorio. El motivo que lo traía a esa casa a las 3 de la mañana, no era examinarla, no sería demasiado aburrido para el experimentado West, el quería comprobar la verdad detrás de un "populocho" juego que se ha extendido por la redes sociales, el juego no mires atrás, de cierta forma le excitaba experimentar el terror en carne propia y este era el quinto juego prohibido por la sociedad que jugaba y su sed al terror era cada día mas fuerte.

Llevaba lo necesario para el juego, sus botas de cuero sonaban cada vez que pisaba una rama, el camino era estrecho y al subir a la colina, vio la casona de Barry, el muchacho apresuro su paso ansioso por "sus invitados". La casa siempre se mantenía abierta por lo que no fue difícil entrar, giro lentamente la perilla de la puerta principal, logrando entrar y cerrar tras de si.

De antemano sabía el número de habitaciones de la casa, eran 10 y en la habitación principal dará "su fiesta", estaba oscuro y eso lo dificultaba moverse pero se había aprendido el numero de pasos que debía de dar hasta llegar a la habitación principal, por supuesto la casa se encontraba vacía sin ningún mueble, solo bichos, entre otros insectos molestos.

Harry estaba ansioso, su manos sudaban mas de lo común y su tic nervioso regresaba, estaba solo o lo estaría por unos momentos, en su mente racional la idea le parecía muy aterradora, sus pulsos y ritmo cardíaco parecía estar inestables, pero eso era lo que mas amaba del terror, era como una especie de droga para él, presentar estos síntomas.

Comenzó a preparar, coloco dos velas blancas en una esquina, tomo la sabana que traía y cubrió la única ventana que iluminaba la habitación, tomo la hoja de papel y la partió en 10 pedazos y en ellos escribe

<<Yo Harry West te invito cordialmente a mi fiesta que inicia a las 3:10 y termina a las 3:20>>

Deslizo los pedazos debajo de la puerta, dio tres golpes a la puerta y exclamo

- ¡Son Bienvenidos a mi fiesta!

En eso se fue tanteado la pared hasta dar por la esquina de las velas, tomo un cerillo y encendió las dos velas, ese lado de la pared se ilumino y el observo la pared atento a que llegaran sus "invitados"

En efecto la puerta hizo un chirrido espantoso y el sonido de voces burlesca se hizo presente, se escuchaba como si fuese borrachos de bares pelando, sin duda sus "invitados" eran muy ruidosos, el sonido de una botella de vidrio estrellándose contra la pared lo atemorizo un poco, porque sintió la salpicada de los vidrios al parecer los que llegaron a la fiesta no eran nada amistoso, de pronto sintió que le tocaban el hombro, estaba muy tentado a ver pero conocía muy bien la regla principal del juego

¡No mires atrás!

En su oído escuchaba risas estruendosas, otras le susurraban <<Mátate>> <<Mátate>>, se le enchino la piel al percibir el olor azufre al sentir en su sensible oído el respirar de alguien, él había puesto una alarma en su celular para saber cuando el momento justo para terminar la fiesta, pero los minutos se le hacían cada vez mas eternos, quería voltear, estaba muy tentado o salir corriendo. El sonido, las risas, los roces, las voces molestas todo era en extremo aterrador, sentía que su sano juicio lo abandonaba, se le venían ideas locas a la cabeza, como el cortar su garganta, sabía que no debía moverse que no debía voltear

El sonido de la canción love the way you lie de Eminen resonaba en la habitación, no había notado que sus lágrimas salían de sus ojos, su cuerpo temblaba involuntariamente

- ¡La fiesta ha terminado!...Gracias por venir, podes marcharos

Su cuerpo se desplomo y las velas se apagaron dejándolo en la absoluta oscuridad, abrazo sus piernas y se puso a llorar como un niño pequeño, definitivamente estaba muerto de miedo, tomo su celular y sus cosas y salió en busca de su auto que había dejado a un kilómetro de la casa. Al salir de ella sonrió y se dijo a si mismo ¡Volveré!

Nota de Autora

No soy fan ni del Rock ni de el rap, ni nada por el estilo bueno tal vez algo de Beatles y Bee gees (Lo digo por Eminen, es solo parte de la caracterización del personaje XD)

Midnight horror stories.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora