Midnight horror stories.

Cartas de un psicópata parte (4/6)

Era la sexta taza de café que tomaba en el día, mis párpados necesitaban un descanso.

Observe el teclado de mi computadora, tenía que avanzar con el libro o mi editora me tiraría de un puente.

Otra vez escuche la risa de unos niños, esta vez eran dos una niña rubia corría detrás del niño de la pelota pasaron por mi sala.

— Niños, necesito hablar con ustedes

Intente hablar con ellos pero desaparecieron en una esquina.

Eran fantasma, eran espíritus ¿Que eran?

Pronto se haría de noche de nuevo. Me aterra estar sola.

Cerré todo con llaves, se enciende el radio, corro a apagarlo.

— Hola, sé que hay alguien aquí ¿qué quieren?

Nada, no hubo respuesta. Voy a la cocina, necesito un arma para defenderme.

Unos cuchillos son lanzados al aire, me agacho para esquivarlo.

En la pared unas letras rojas se forman

¡Vete!

Salgo corriendo hacia mi habitación, cierro con llave. Del ropero hay un sonido algo quiere salir de ahí, corro a esconderme debajo de las sábanas.

***

Al amanecer, mi habitación es un caos todo está resuelto como si estuvieran buscando algo.

Fui al baño a darme una ducha al abrirla me encontré con una mujer, sangraba estaba toda golpeada y lloraba trataba de sanar sus heridas frente al espejo pero era inútil.

— ¿Quién te ha hecho eso? — me acerqué con cautela

Ella no me escuchaba, sólo fue a vomitar a la taza del inodoro, quise tocarla pero mi mano sólo atravesó su cuerpo.

Paso de mí y se fue desapareció de nuevo.

Me fijé en la taza y no había rastros de vómito, tome una ducha. Me vestí y tome las llaves

Salí de la casa y tome mi camioneta, este lugar está embrujado nadie me dijo que se necesitará un exorcismo.

Observe la casa de la anciana que tenía de vecina, estaba barriendo la entrada de su jardín, me hizo señas para que me acercara, estacione la camioneta.

— señora en la casa que rente asustan, no puedo seguir viviendo ahí

— Jane hija, ¿cómo esta Tomás?, El pequeño Tom te ha dado problemas

— ¿De qué habla?

— Pasa he preparado el té

— Esta loca, me está confundiendo, escuché soy jane Thompson escribo novelas y me mude aquí para terminar un libro, no conozco a ningún Tomás

— Querida estas mal — me observa con preocupación— ¿Tomás te volvió a pegar?, son cosas del matrimonio que tienes que soportar

— ¿Qué?, No entiende...

Me toma fuerte del brazo y me hace entrar a su casa.

Me deja en un sofá, la anciana se retira y la niña rubia aparece trae una muñeca en sus manos, sonríe.

— Hola, ¿puedo ayudarte?

Niega y sale corriendo

Me levanto y observo más la casa entre ellas unas fotos.

Aparece una muchacha, con un joven a su lado y dos pequeños. La niña rubia esta junto a él y la muchacha carga en sus brazos al niño de la pelota

Saco la foto del retrato y leo la descripción de atrás

Recuerdo familiar 1965

Suelto la foto. Todos están muertos, salgo huyendo de la casa de la anciana, buscó mi camioneta y huyó del lugar.