Capítulo 49

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Narra Peterson

Pero este joven qué acaba de hacer... Pero si solo tenía 17 años...

Sabía que estaba enfermo y que se había sometido a tratamientos psiquiátricos por sus antecedentes de abusos sexuales contra menores que él, pero nunca había dado problemas en el Sector L...

Su médico nos había garantizado su total cordura a partir de su salida del manicomio.

Yo no sé qué hacer ahora con esto...

Yo: ¡Todo el mundo, salid de estas instalaciones inmediatamente!

Octavino: Pe-pero... ¿Y Ronz...?

Yo: ¡Fuera!

Ni 30 segundos pasaron para que desalojaran el lugar. Supongo que ahora tendré que llamar... No sé a dónde debo llamar...

Probaré con la policía.

Narra Riccardo

El secretario, o lo que creo recordar que es, nos grita que abandonemos el campo a ambos equipos.

Debe de ser algo difícil para él manejar una situación como esa.

Todavía me parece estar observando el horripilante escándalo. Se me hiela la sangre.

Será un trauma que me quedará por la eternidad...

Ver las caras asustadas de mis compañeros es algo que me hace pensar que están todos tan consternados como yo.

Los ánimos de la merecida victoria intentan hacerse cargo de la tensión que nos envuelve, pero lo que acaba de suceder ha bloqueado cualquier tipo de expresión en nuestros rostros por un tiempo.

Beta: Bueno, ¿qué? ¿Hasta cuándo vais a seguir llorando?

Gamma: Además, era el enemigo, tampoco creo que haya que ponerse así.

Jade: ¿Pero es que no tenéis sentimientos?

Beta: Si lloráramos por cada suicidio que ante nuestras miradas han pasado, ahora estaríamos más arrugados que unas pasas.

Noviembre: ¡Hay que celebrar la victoria, chavales!

Alfa: Y reportarla.

Mike: A la base.

Beta: Bueno, chicos, un placer jugar con vosotros, jiji.

Gamma: Aunque por unos instantes, algo es algo. - Se encoge de hombros sonriendo.

Los miembros del Protocolo Omega se van en su platillo volante máquina temporal y el silencio regresa hasta que Megan se decide por quebrantarlo.

Megan: ¡Ah! Mis queridos cabroncetes... - Se estalla los nudillos. - ¿No hay algo que debamos saber o que nos debáis contar?

Nos miramos nerviosos los que más o menos sabemos lo que está pasando y los que conocemos la existencia de los viajes en el tiempo.

Katy: Creo que ahora sí nos merecemos una explicación.

Arion: Está bien.

Yo: Arion...

Arion: Riccardo, no tiene sentido ocultarlo más. Os lo diremos todo, venid a la antigua base del Raimon.

Vamos en un grupo unido y separado a la vez que no alterna palabra alguna entre los que lo formamos.

Entramos en la sede del club de antaño.

Los que no teníamos la impaciencia voraz y hambrienta del saber intentamos demorar lo máximo posible nuestro acomodo sentándonos en diferentes sitios y cambiando cada poco de asiento y miradas con el resto.

Pero cuando algo el destino te reduce a un solo camino, no puedes ir campo a través y lo que tenía que llegar terminó llegando.

A duras penas conseguimos entrar todos en aquel pequeño recinto y decidimos salir al frente Arion, Víctor y yo en representación de los conocedores del tema.

Las miradas penetrantes e incisivas de los curiosos ansiosos de respuestas a tantas preguntas nos acorralan ante la pizarra del centro y no dejan ni la mínima apertura para escapar.

No sabemos como empezar.

Arion: Pues... Esto... Veréis...

Megan: ¡Hay que tocarse las pelotas! ¡Joder, que estamos esperando! ¡A mí no me parece puto normal!

Katy: Megan... Puedes controlarte de vez en cuando, mujer...

Megan: ¡Pero coño, a ti no te sacan de quicio?

Xemara: A ver, chicos, ¿qué significa eso del futuro? Era trola, ¿no?

Megan: Joder, Xemara. A estas alturas y aún tiene la puta esperanza de que fuera coña. Yo alucino.

Xemara: Je je...

Fermina: ¿Cómo es posible que conozcáis a gente del futuro?

La respuesta a esa pregunta no fue nada más y nada menos que la historia del peligro que corrieron el fútbol y la Humanidad por culpa de El Dorado y los chicos de la Segunda Fase, pero cómo al final todo resultó bien.

Algo aturdidos y confusos por enterarse de lo de Fei, Bailong se dirige a Fei.

Bailong: ¿Es eso cierto, Fei? ¿Vienes del futuro e hiciste lo que acaban de contar?

Fei: Sí... Y me arrepiento mucho...

Arion: Tranquilo, Fei, eso está olvidado, lo que importa es el presente. - Lo consuela.

Víctor: Si no nos creéis, ¿de dónde pensáis que viene Wonderbot? ¿Que lo compramos en una tienda?

Wonderbot: ¡Cierto! El gran Clark von Wonderbar no viene más que del siglo XXIII.

Todos: Vaya...

Katy: Tiene sentido...

Narra Fei

Hamy está a mi lado. Tengo baja la cabeza y me da vergüenza mirarla a los ojos ahora que lo sabe todo.

Los demás siguen hablando.

Los consuelos de Arion sé que son con buenas intenciones, pero ella... La he engañado...

Hamy: Fei.

No sé si alzar la cara o quedarme así. Me da rabia lo que ella pueda opinar. No me merezco que sea buena conmigo.

Hany: Fei, mírame.

Me agarra del pelo y me yergue. Su ojos serios y fulminantes ahorran sus palabras y ahogan las mías.

Hamy: No estoy enfadada, tonto. Pero me tuviste muy preocupada y me has decepcionado un poco. Aunque te levantaste y supiste regresar al buen camino. Mira que eres tonto.

Apoya su cabeza en mi hombro, yo la mía en la suya.

Yo: Lo siento.

Narra Víctor

Yo: Pero hay una pregunta que todos nos planteamos.

Miro a Natsuki.

Yo: ¿Nos ocultaste que venías del futuro? ¿Lo sabías todo?

Natsuki: Eh... No... (?).

Narra el narrador

Siglo XXIII. Ciudad de San Eldor. Base de El Dorado. Base contigua del Neo Nu Gen.

Argos: Guile, comunícame con él.

Aparece una pantalla holográfica ante el presidente Toddsforth.

Argos: Has perdido.

Amor de amores (?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora