Capítulo 63

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Narra Arion

Hace dos semanas que se ha terminado toda nuestra odisea estas vacaciones. Los agradables sonidos del verano estimulan mis oídos. Por fin podemos descansar como se debe.

Voy caminando por la calle con Víctor.

Fei, Hamy, Tomoe y Wonderbot se han marchado hace unos días. Prometieron regresar a hacernos alguna visita de vez en cuando. Además, ya nos anunciaron atodos que estaban juntos, je, je, qué encantadores...

Ah... No puedo evitar suspirar de alegría. Hoy quedamos todos los que estamos del equipo para hacer una cena. Esperemos que no salga como la de hace algún tiempo atrás... Qué desastre... Aunque, visto desde la distancia, casi que produce risa.

Hemos quedado con las chicas a las 18:00 h.

Narra Sol

Estoy junto a Katy en el mirador de la ciudad.

Yo: Mañana me dan los resultados de las pruebas y podré irme a casa.

Katy: ¿Y no puedes alargar tu estancia un pelín más? No sé, un día o dos...

Yo: Lo siento..., pero mis padres no creo que me dejen...

Katy: Diles que te quedas a dormir en casa de Arion...

Yo: ¡Ja, ja, ja! Mira que eres... Ya me gustaría, pero no es tan sencillo.

Katy: ¿Por qué no...?

Se hace un momento de silencio. Pasan unas golondrinas por delante de nosotros.

Katy: Claro, supongo que a ti te tarda por ver a tus padres... A mí también me tardaría... Pero, aun así... Sol... ¿Nos seguiremos viendo...?

Yo: ¡Claro! ¡Si tampoco vivo en otro país! ¡Ja, ja, ja! Katy, no sé que quieres ser de mayor... Pero podríamos ir a la misma universidad...

Katy: ¿Lo dices en serio?

Yo: Totalmente.

Me abraza.

Katy: Eres tan tierno, Sol...

Sol: Oye... Esto... ¿Vamos a dar un paseo?

Katy: Claro.

Narra Natsuki

Estoy emocionadísima. Hoy es la cena. No puedo estar más contenta. Estoy en casa de Xemara, con Fermina. Megan dijo que llegaría más tarde, como Katy. Jade y Rosie también. Skie debe de estar por llegar.

No puedo creer que haya recuperado mi vida. Esta vida. Estas amigas. A mi... Riccardo... Parece un sueño hecho realidad.

Puede que haya sido poco tiempo, pero han sucedido tantas cosas... Todavía parece que fue ayer la actuación de fin de curso o aquellos días en que conocía a Gabi y a Riccardo...

Ahora por fin puedo disfrutar de mi vida. Sí, plenamente libre. Aunque he ocasionado muchas molestias a todos mis amigos, un sinfí de problemas, y eso nunca me lo perdonaré, debo vivir ahora feliz, no solo por mí, sino también por ellos.

Sí, es así, creo que estoy en el momento más feliz de mi vida. No hay duda.

Narra Riccardo

Voy caminando por la calle. Veo a Arion y a Víctor. Me acerco a saludarles. Estamos hablando un rato corto de tiempo, pero cuando les pregunto por Natsuki, su respuesta me deja helado, se me congela la sangre.

Arion: ¿Eh?

Víctor: ¿Quién?

No, no. No. No puede ser. Les repito el nombre, pero niegan conocer a alguien así. No. No me digas que... Boh, me estarán gastando una broma. Me despido con frialdad de ellos y sigo mi camino.

Ahora me cruzo con Jade. Le pregunto si ha visto a Xemara, que, generalmente, sabe dónde anda Natsuki. Su contestación también me sienta como un puñetazo en el estómago.

No, no. Me dice que no sabe de quién le estoy hablando. Tiene que ser una broma. No, una broma, sí.

Noto por mis sienes la gélida caída de mi sudor. Estoy nervioso. Tengo que admitirlo.

Voy corriendo por las calles hasta encontrar la casa de Natsuki, pero, al llamar, sale un niño a la puerta. Extrañado, pero temeroso, le pregunto por Natsuki, y me aclara que nadie vive allí con ese nombre.

Me escapo. Huyo. Salgo corriendo. Las casas de Fermina, Xemara, Megan y Katy o son de personas desconocidas o, directamente, ni existen.

Ay, Dios... Me siento en un banco. Esto tiene que ser un sueño. Sí, eso es. Me pellizco. Cruzo los dedos. No me duele. Epero que no se deba a quw los nervios nublan mis sentidos. Suspiro aliviado.

Ahora solo tengo que esperar a despertar. Suele pasar que, cuando uno se encuentra en la mejor parte de un sueño y es consciente de ello, infortunadamente, se despierta. Espero que eso pase conmigo.

Sin embargo, el tiempo pasa y tengo la impresión muy real de que mi percepción del mismo es bastante auténtica.

Me encuentro con J. P. Se nota que es un sueño, porque el se había ido a Canadá.

Lo saludo. Me comenta que se va de vacaciones a Canadá la última semana de agosto. Todo muy extraño.

Pasan las horas. El sol ilumina más débilmente el paisaje vespertino. La luz del atardecer va perdiendo fuerza y pronto la luna aparece en el cielo.

Llevo dando vueltas por la ciudad todo el día. Voy pasando la mano por una valla de madera.

¡Ay! ¡Dios! ¡Ah! Retiro el dedo. Una pequeña astilla. La retiro. Ya le echaré luego desinfectante.

Llego a casa. Solo quiero despertar de este sueño, que se me está haciendo eterno.

Ceno con mi familia. Me cepillo los dientes. Me pongo el pijama. Me voy a mi habitación. Abro la cama. Me meto en ella. Apago la luz.

La oscuridad se niega a abrazarme y a sumirme en las profundidades del sueño. Sin embargo, a base de insistencia, acabo por caer dormido.

***

Mis párpados ceden a los finos hilos de luz que se cuelan por entre las rendijas de la persiana. Me desperezo. El sueño de anoche fue terrorífico. Solo de recordarlo me recorre un escalofrío toda la espalda.

Cojo el móvil. Voy a mandarle un mensaje a Natsuki para preguntarle si quedamos hoy.

Abro la agenda de contactos y busco con calma, pero, tras leer la lista tres veces de arriba abajo y al revés, empiezan a erizárseme los pelos. Mis ojos ya no distinguen las letras bien. Me tiembla el pulso. Creo que los nervios me están jugando una mala pasada.

Su nombre no aparece.

Amor de amores (?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora