Capítulo 8

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Narra Natsuki

Por fin. Hoy es el último examen. A partir de hoy tenemos que preparar algo para fin de curso. No me gusta como se organizan en este instituto, ¿qué vamos a hacer con cuatro días de antelación? Espero que no crean que verán actuaciones excepcionales, porque ya digo yo que no las habrá.

Me siento. Saludo a Riccardo.

Yo: ¡Buenos días Riccardo!

Lo noto algo serio porque no contesta. Al rato parece darse cuenta y responde.

Riccardo: ¡Ah, hola Natsuki!

Me quedo esperando, pero veo que Gabi no reacciona. Qué raro que hoy no se queje. También está pensativo.

Yo: ¿Gabi? ¿Hola?

Gabi: Hola Natsuki.

¿Qué les sucede a estos dos hoy? ¿Será el último examen? Entra el profesor.
Nos reparte las hojas y nos da tres folios. Mala señal. Eso significa que espera que soltemos todo lo que sabemos.
Al terminar, todos los alumnos pegamos un grito de alegría menos Riccardo y Gabi. Como digo, no están católicos. A partir de ahí, toda la mañana pasa volando. Salimos y vamos al club de fútbol.
Los chicos y chicas del club hemos decidido hacer un baile para fin de curso. Tenemos que buscar una canción y una coreografía para ella y listo. Pero parece que no nos ponemos de acuerdo. Además Riccardo y Gabi no dicen nada.
Resulta que al final, y no sin unas cuantas discusiones de por medio, vamos a bailar: "I really like you".

Después de eso, el entrenador Evans decide darnos la tarde libre. ¡Qué bien! Así podré ir con las chicas a...
Riccardo se me acerca.

Riccardo: Oye, Natsuki. ¿Te importaría venir conmigo ahora, por favor?

¿Qué querrá? Esto es algo misterioso, pero siendo él, no me importa mucho... Espera, no, no. Debo mantenerme en guardia, el amor no me favorecerá nada. Pero...

Yo: Sí, vale.-Sonrío y veo que su cara muestra la misma emoción.

Narra Riccardo

Bien, ahora voy a decirle que la quiero. Tengo que decírselo. Ayer estuve pensando, y no puedo dejarla ir. Me he dado cuenta de que la quiero, y mucho.

Yo: Sígueme, quiero que veas una cosa.

Me mira desconcertada, pero sé que no le desagrada porque no se ha negado.

Narra Áncora

Estoy cerca de la "parejita feliz". Indirectamente les escucho, sin que se percaten.
Jajaja, no saben lo que les espera si se creen que la vida es un cuento de hadas.

Vaya, si parece que se van. Voy a seguirles, así podré conseguir información... Ja, en cuanto termine con éxito la misión, Él tendrá que ascenderme.

Narra Gabi

Me acerco a Fermina. Tenemos que hablar.

Yo: Fer-Fermina.

¿Qué hago? No puede temblarme la voz, debo aparentar seguridad.

Fermina: ¿Sí?

Yo: Lo de ayer... Yo...

No sé qué decir y ella se pone roja. Esto no ayuda.

Yo: Yo... Lo siento mucho. No volverá a ocurrir...

¡No seas idiota Gabi! ¡Pero qué has hecho!

Fermina: ¡No!

Yo: ¿Qué?

Fermina: Ah, esto, nada...

Le gusto, ¡le gusto!

Yo: Fermina...

La miro a los ojos. Otra vez. Esos ojos... Nos besamos. Pero no contaba con que...

Todos los presentes en la sala: Ooooh... ¡Qué bonito!

Paramos de besarnos. Nos sonrojamos. ¡Qué vergüenza...!

Jade: Pues ya es oficial, ¿no?

Yo: ¿Qué?

Rosie: Pues que sois novios.

Katy: ¡Enhorabuena chicos! ¡Jajaja!

Narra Riccardo

Por fin llegamos. He traído a Natsuki a la torre de Inazuma. Subimos a la cima.

Yo: Natsuki, tengo que decirte algo...

Natsuki: ¿De qué se trata?

Yo: Pues..., esto..., verás, desde que has llegado al colegio, yo...

Natsuki: ¡Suéltalo!

Yo: Pues que, que... ¡Me gustas! ¡Me gustas mucho!

Hala, lo he hecho. No quiero saber su reacción. Noto que me pongo muy muy colorado.

Narra Natsuki

Esto me ha dejado sin palabras. No puedo responder. Estoy muda. Solo sé una cosa. Él también me gusta.

Acerco mi cara a la suya. No puedo, ¡no! Pero mi cerebro no me deja impedirlo. ¡No!

Le beso. Un beso intenso. Sus labios, cálidos. Me abraza y yo a él.

Yo: Riccardo.

Riccardo: Dime.

Yo: También te quiero.

Riccardo: Yo más.

Nos reímos. Ahora es el quién me besa. Me separo unos segundos después.

Yo: Solo te pido una cosa.

Riccardo: Lo que quiera mi princesa.

Yo: ¿Princesa?-Me río y, cómo no, le contagio la risa.

Riccardo: ¿No te gusta? No te lo vuelvo a llamar, no pasa nada.

Yo: Me encanta. Es solo que me hizo gracia. Pero ahora en serio.

Riccardo: A ver.

Yo: No puede saberlo nadie.

Riccardo: ¿Por qué?

Yo: Solo te pido eso, por favor.

Riccardo: Está bien.

Narra Áncora

¡Jajaja! Ahora sí se montará una buena. Espera a que tu querido se quede solo. ¡Jajaja!

¡Jajaja!

Bajo de la torre. Estaba tras ellos, escondida justo en las escaleras. Bajo silenciosa y escapo corriendo.

¡Jajaja!

Narra Víctor

Estoy tumbado en mi cama mientras echo un vistazo a una revista de fútbol.

¡Crash!

¿¡Pero qué!? Una piedra ha debido de ser lanzada por alguien, ha roto mi ventana y trae atado un papel muy arrugado. ¿Quién habrá sido el lunático que ha hecho eso?
Me asomo rápidamente para ver si me da tiempo a pillar al sinvergüenza, pero no veo a nadie.
Leo la nota:

Hombre, Víctor... ¿Qué tal?
Ahora mismo tú mente se preguntará muchas cosas, pero principalmente quién ha sido, ¿verdad? Bien, pues no contestaré a tu pregunta, por ahora. Solo te digo una cosa, no intenteis oponer resistencia al Secto L o será fatal para vosotros, TODOS vosotros.

¿El Sector L? ¿No han venido por eso a nuestro instituto las nuevas chicas del club? Será mejor que nos cuenten todo lo que saben sobre él, porque no parece algo, precisamente, inofensivo.


Amor de amores (?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora