Narra Riccardo
Llevamos ya unos 20 minutos jugando a todo lo que podemos contra el equipo contrario, que, según han dicho al principio, en algún momento, se llama "El Gran Árbol".
Sus habilidades están muy descompensadas y no tienen nada claro cómo utilizarlas, por eso son bastante peligrosos.
Un defensa puede aparecer tirando a portería desde el área opuesta con una potencia de chut tremenda, mientras que, de la misma forma, un delantero es capaz de sorprenderte con una supertécnica de defensa la mar de fuerte. Es el caos.
Pero esto también los confunde a ellos. Aun así, creo que le van cogiendo el tranquillo, porque sus jugadas, por lo menos yo, las noto algo más organizadas.
Sin embargo, Ámbar, de entre todos, todavía no ha hecho nada en especial. Creo que se atribuye un papel como de entrenador-jugador, y, de vez en cuando, invoca a su espíritu guerrero, se reviste su armadura e intenta avanzar con el balón, aunque rápido lo pasa a otro, muchas veces, sin necesidad.
Es bastante sospechoso, pero eso genera un hueco importante en el centro de su formación, cosa que debemos aprovechar. El marcador está reñido: 4-5, ganando nosotros.
Acabamos de marcar el sexto gracias a Megan, que ha ejecutado su supertécnica sin espíritu ni Mixi Max y ha entrado igual.
Ámbar: ¡Cinitrooo!
Cinitro: ¡Lo siento, lo siento! ¡Si tanto te molesta, colócate tú aquí!
Ámbar: ¡Pues es lo que voy a hacer!
Oh, no... Con este cambio parece que el centro de ellos vuelve a cubrir el bache que había formado...
Sacan. Avanzan por el lateral izquierdo. Le pasan el balón a Ágata, que chuta con toda su fuerza, imponente, dese poco más adelante del medio campo.
Hamy: ¡Mixi Max trans Tomoe! ¡Golpe de zorro!
Intenta detener el golpe, pero el balón pasa, eso sí, debilitada la potencia.
Por detrás, Gabi.
Gabi: ¡Mixi Max trans Juana! ¡La flamme!
Consigue detener el tiro. El trabajo combinado sublime de ambos defensas evita que Katy deba usar su supertécnica, todavía oculta, y que nos ha dicho que prefiere guardar para un momento más crítico, pues necesita bastanye energía para ejecutarla.
Me la pasa, Gabi, a mí. Yo avanzo por el campo un poco y se la paso a Roma, quien, a su vez, se la manda a Arion; Arion, a Megan; y Megan, a Bai Long.
Narra Bai Long
Oh, madre, un pase de Megan...
¡No puedo desperdiciarlo!
Yo: ¡Ciclón Blanco!
Pero el portero la para con ambas manos.
Ámbar: Ya está solucionado. Conmigo en la portería, no va a entrar en ella ni la más minúscula hormiga. ¡Venga, contraataque!
Sus ataques parecen ahora algo más feroces. Es evidente que han mejorado con el transcurso del partido. Ahora sí avanzan coordinados y sus tácticas están más pulidas.
Más que que nunca han jugado al fútbol, parece como si lo hubiesen olvidado hace mucho tiempo y recordado ahora, en este partido, volviendo a practicarlo.
Suena el pitido del fin de la primera parte.
Narra Skie
Se reúnen todos aquí en el banquillo. Se hidratan tomando bebidas isotónicas y agua, y se secan el sudor de un arduo primer tiempo. Tras unos segundos de descanso, el entrenador Evans los llama para que se acerquen a escuchar lo que les tiene que decir.
Entrenador Evans: Chicos, lo estáis haciendo muy bien. Estáis resistiendo como verdaderos campeones. Ahora, en la segunda parte, es cuando sí hay que aplicar la estrategia acordada. Katy, ya puedes usar la supertécnica. Tenéis que evitar a toda costa que os marquen en este tiempo. ¡Venga chicos, adelante! ¡Vosotrod podéis!
Todos: ¡Síííí!
Narra el narrador
Banquillo de "El Gran Árbol".
Ámbar: Bueno, parece que al final sí hemos podido adaptarnos. Es muy curioso este deporte. Ahora que lo dominamos, podemos actuar con mayor libertad y más a la ofensiva. Remontaremos en este tiempo.
Los pensamientos de Ámbar, no obstante, están en la armadura de espíritu guerrero. Él ha notado el grandioso incremento de poder que sufrieron los jugadores del Raimon, así que no se puede negar que sean algo más que mero "efectos ópticos". Mas, entonces, ¿por qué con él no surtía ese efecto? ¿Qué motivo se interpone entre él y su objetivo y, además, lo diferencia de los humanos?
Narra Katy
Estoy bastante nerviosa, pero es lo que hay. Inspiro y suspiro varias veces para disminuir la tensión. En cualquier momento un tiro puede dirigirse a portería y yo debo estar preparada.
Tan rápido como lo digo, sicede. Ágata realiza la misma jugada que antes, solo que, de esta vez, sí emplea supertécnica. Así que el balón, aunque desgastada la potencia, llega hasta mí.
Me da tiempo a sopesar si seré quien de detenerlo con las manos, sin supertécnica, pero el sonido del aire al ser cortado me obliga a rectificar y a emplear la supertécnica.
Yo: ¡Tridente de Poseidón!
Narra el narrador
Se forma una especie de tridente gigante de oro en las manos de Katy. Esta lo lanza con fuerza y el balón queda atravesado en la punta central del instrumento.
Tras esto, ya está en manos de la jugadora.
Narra Ámbar
El tiempo del partido está terminando y vamos perdiendo 7-11. Uf, tengo que hacer algo, tengo que usar eso, la misterosa armadura, pero, si logro invocar al espíritu, ¿por qué no a u fuerza?
Si perdemos... Uf... Puede que ne lleve una buena reprimenda, así que debo evitarlo a toda costa.
Yo: ¡¿Por qué?!
Arion: Por qué, ¿qué?
El partido se detiene, ahora que tengo el balón.
Yo: ¿Por qué, a diferencia de vosotros, no soy capaz de usar la armadura de lo que vosotros llamáis "espíritu guerrero"? ¿Qué es lo que falla?
Arion: Pero... ¿Cómo has conseguido tu espíritu guerrero?
Yo: ¿Que cómo? Pues muy fácil, copiando vuestra fórmula. El procedimiento es sencillo: observo a uno de vosotros hacerlo, capto sus movimientos, sensaciones y pensamientos; luego, actúo de la misma manera y lo único que tengo que improvisar es el nombre del poder, aunque eso es lo de menos. Si el personaje existe, tanto en ficción como en realidad, el espíritu guerrero aparece.
Arion: ¡Ahí está el problema!
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Amor de amores (?)
FanficUna oscura organización vuelve a traer problemas a Japón y, sobre todo, al fútbol. Natsuki, nuestra protagonista, se unirá al Raimon para luchar contra ella, pero por el medio pasará toda una odisea. Amor, fútbol y mucho más en esta especie de roman...