Amor de amores (?)

Capítulo 58

Narra Mark Evans

El día del partido ha llegado. Espero que los chicos hayan descansado bien ayer y se hayan preparado para hoy...

Introduzco la llave en la cerradura para abrir el Edificio Fútbol. Jugaremos aquí el partido. Ellos mismos lo dijero, que nosotros escogiésemos el campo que quisiéramos, que ellos lo sabrían. Pues muy bien, esta es nuestra elección.

Llegan las gerentes y Víctor.

Yo: Buenos días, chicas, ¡ja, ja!

Narra Skie

El entrenador Evans nos saluda nada más entrar en el E. F. con su sonrisa habitual. Esa cálida sonrisa tan suya que logra infundir ánimo a cualquiera.

Nosotros: ¡Buenos días!

Hemos venido bastantes porque quedamos ayer para estar hoy un poco antes los que no íbamos a jugar en el partido: Rosie, Jade, Xemara, Fermina, Víctor y yo.

Preparamos con diligencia todo aquello necesario para los jugadores en el banquillo, entre otras cosas, dispusimos las bebidas y colocamos toallas para el sudor.

Ahora, a esperar.

Narra Fei

Es curioso que todavía sigamos aquí, en el pasado..., pero no puedo dejar a Arion y los demás a su suerte en estos momentos, cuando más necesitan ayuda, y después de todo lo que ellos han hecho por mí. Les brindaré todo el apoyo que pueda.

Sí... Estos pensamientos fueron los que me mantuvieron en vela hace dos noches. Pero siempre he estado decidido a prestarles mi ayuda, sin duda.

Hamy: Oye, Fei, ¿estás nervioso?

Fei: ¿Nervioso por qué?

Vamos en la Caravan Inazuma MT, conducida por Wonderbot. Hamy y Tomoe han pasado la noche con nosotros.

Hamy: ¡Por qué va a ser! ¡Por el partido! ¿Sabemos acaso a qué nos enfrentamos?

Su duda es contagiosa. No quiero desanimarme, pero tiene razón... He preguntado a Simeon sobre cualquier tipo de información que pudiese servirnos de ayuda, pero me ha dicho que el Neo Nu Gen no tiene ningún dato al respecto, y El Dorado tampoco, lo que es bastante extraño...

Yo: Tienes mucha razón, pero eso no puede hacernos retroceder. Jugaremos con lo que tenemos, y a ver qué sale.

Hamy: Como diría Arion, todo saldrá bien, ¿no?

Yo: ¡Ja, ja, sí!

Hamy muestra una sonrisa pícara, aunque rápido recupera un semblante algo más tenso. Sé que ella está algo nerviosa. Además, que acaricie a Tomoe con cierta insistencia, que hasta parece que el animal se está agobiando un poco, confirma mis suposiciones.

Es decidida y muy directa cuando se lo propone, pero a veces no puede evitar estos ataques de nervios repentinos. Me gustaría decirle algo, pero no sé ni qué ni cómo... Soy tan torpe para estas cosas...

Decido posar mi mano sobre una de las suyas.

Narra Hamy

Fei coloca una de sus manos sobre mi mano derecha, que estaba hasta ahora acariciando el suave y agradable pelaje de Tomoe.

Uf, creo que notó el pequeño tembleque que hice en cuanto me tocó, porque tambén parece que se ha sorprendido un poco; sin embargo, devuelve su mano sobre la mía. Alzo la cabeza y lo miro a sus ojos.

De repente se abre un abismo ante mí. Ay, Dios, es que..., es que... Es tonto, ¡es tonto!

No puedo evitar sonrojarme. ¿Por qué? ¿Por qué es así? Creo que me siento más ligera, como flotando. Ah, ¡los nervios! Se me han ido..., bueno, creo que no del todo, pero puedo respirar mucho mejor, lo noto...

Tomoe baja de mi regazo y corre por el pasillo hasta el asiento del conductor, donde Wonderbot ejerce como tal.

Wonderbot: ¡Aaaggh! ¡Será posible! ¡Que te den ellos mimos..., aaaah!

La caravana comienza a moverse de forma irregular debido a que Tomoe se intenta subir a Wonderbot y él ha quitado sus manos del volante.
Los baches empiezan a sucederse uno tras otro con distintas intensidades, pero uno potente provoca un salto del vehículo, que, tras chocar contra el suelo y rebotar algo de forma que se hubo amortiguado algo la caída, consigue abalanzarme a las piernas de Fei, que del sobresaltó se levanta (creo qu todo rojo) y me estampo contra el suelo.

Yo: ¿Pero tú eres idiota!

Fei: Lo siento, je, je...

Narra Wonderbot

Uf, al fin consigo deshacerme de ese zorro tan pesado... Retomo la carretera como si nada y sigo adelante.

Mira que odio a Tomoe... Qué insistente es...

Me da por mirar a través del espejo retrovisor y me encuentro a Fei recibiendo una especie de... ¿regañina? De Hamy...

Hm... ¿Qué le habrá pasado?

Narra Víctor

Al poco llegan Fei, Hamy con su zorrito y Wonderbot. Nos saludamos.

Ya faltan menos. A lo largo de la mañana van llegando a modo de cuentagotas. A eso de las 10:30 h aparece Bai Long, el último de los que faltaban por venir.

Una vez estamos todos reunidos, el entrenador Evans nos da una charla para insuflarnos ánimo, esperanza y, sobre todo, ilusión. Creo que lo consigue.

En cuanto termina, algunos de los adultos de la selección japonesa de fútbol entran en el edificio. Se trata del señor Froste, el entrenador Sharp, Axel Blaze, Xavier Foster, Nathan Swift y Kevin Dragonfly, para sorpresa de todos.

Entrenador Evans: Yo los hice venir.

Señor Sharp: Mark, en cuanto me lo comentaste anteayer, me puse en contacto de inmediato con Kevin y con Nathan, que no tardaron en comunicarme su respuesta. A Xavier se lo dije ayer, pues sabía que aceptaría sin problemas.

Señor Foster: Por supuesto. ¿Cómo iba a negarme a asistir a este acontecimiento? Las viejas heridas que seguían abiertas hay que cerrarlas del todo.

Arion: Pensaba que solo sabían lo sucedido con el señor Froste, usted, entrenador Evans, el señor Sharp, y Axel Blaze.

Entrenador Evans: Así era, pero, al final, terminó por saberlo todo el mundo, aunque, los detalles, estos detalles, solo los presentes los conocemos.

Narra Riccardo

Hemos terminado las explicaciones y la conversación. Ahora solo debemos esperar a los oponentes.

Narra el narrador

Sala grande cúbica. Como de mármol. Las paredes son blancas; el suelo y el techo, a modo de tablero de ajedrez. En tres de las paredes hay una pequeña ventana cuadrada, a través de ellas, un fondo neutro blanco puro. No entra luz de ellas. En la pared restante, una puerta de dos hojas. En el centro de la habitación, una mesa rodeada por un peristilo de columnas corintias. Sobre la mesa, un rombo tridimensional flotando, muestra imágenes en su interior.

Ámbar: Ya se han colocado en el campo, ¿no? Pues nada, vamos allá.