MALAS DECISIONES

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A raíz de esos pensamientos mal fundados que tenía decidí buscar a Ian.

Una semana después que viajó Jim fui directo a casa de Ian y tome una decisión de la cual no me siento nada orgullosa.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó Ian.

- No te agrada que haya venido?

- ¡Claro que sí! Es la mejor sorpresa que me has podido dar, pero, hace días que no has aceptado contacto conmigo. Sólo estoy desconcertado.

- Pues te va a desconcertar más esto.- Dije arrojando a Ian a la cama.

Ese día llegamos mucho más lejos...

Al finalizar el acto me sentí muy mal, no había hecho eso por amor, lo había hecho por venganza y por el deseo de hacer algo sólo por hacerlo.

Corrí a bañarme para quitarme el olor a adúltera, a mancilladora de la santidad del matrimonio.

Si Jim lo había hecho, ¿por qué yo pagar con la misma moneda? Qué clase de mujer era yo?

Me sentía tan sucia que lloré toda la noche y me quedé dormida hasta el día siguiente.

Al despertar corrí hacia casa de mi madre a buscar a James. Mi hijo me miraba como preguntándose qué había hecho mamá toda la noche, mi mamá hizo la pregunta sin rodeos y yo no respondí, sólo tomé a mi hijo y me fui a casa.

ADULTERIO©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora