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ⓢⓗⓘⓝⓧⓘⓐⓞ

Durante el día entero quiero estar durmiendo en el mundo real y en el mundo de los sueños quiero estar despierto para contemplar tu hermosa belleza.

— Wooseok hyung, tienes que despertar —. ¿Por qué me pides eso si la única forma de verte es estando aquí? Ojalá pudiera mover los labios, si tan solo pudiera decirte que te amo una vez más, Yeol —. Hyung... Despierta, por favor...

Me sumergí en el tacto de su mano contra mi mejilla, recordé el momento en que lo vi por primera vez, sentado en el parque con un libro, que con el tiempo me enteré de que era su favorito y que lo había leído más veces de las que pudiera contar. Recordé nuestra primera cita. Nuestro primer beso. Nuestra primera noche juntos, para ambos fue especial, nos dejamos llevar por el momento y fue hermoso, no solo sexo, claro que no, sino, algo mucho mejor, perfecto, jamás olvidaré esa noche. También recordé el día de nuestra graduación, salimos corriendo a cualquier dirección, más que celebrar de haber pasado los estudios, celebramos 3 años juntos, 3 años de felicidad, los 3 mejores de mi vida...

— Hyung, debes despertar, ya no puedes seguir durmiendo, no es el momento —. Su voz se aleja, su imagen es menos clara, no quiero, por favor no te vayas, Dongyeol, no me dejes otra vez, no. No quiero despertar, ¡No quiero!

El accidente...

— ¡Xiao! —. Una vez más, mi rostro estaba cubierto de lágrimas, recordar que mi Dongyeol murió en mis brazos, su delicado y perfecto semblante cubierto de sangre. Esa imagen cubrirá mi mente por la eternidad, jamás lograré olvidarla. Me odio, maldición, ¿Por qué no pude ser yo? Él no se merecía esto, yo sí, a quién podría importarle alguien como yo «A Dongyeol» ¡¿Por qué no pude morir con él?!

Suficiente. Solo en el mundo onírico puedo verte, no quiero más que dormir y acabar con este sufrimiento, quiero estar contigo, mi Xiao. Voy por ti, por favor esperame.

El frasco de pastillas estaba envuelto en mis manos, no tengo miedo, voy con mi pequeño, dormiré por siempre para poder verlo, estaré con él, hasta la eternidad. Introduje más o menos todo el contenido de pastillas a mi boca y las tragué, como piedras arrastrándose en mi garganta, la misma sensación de cuando lo vi morir entre mis brazos. Minutos después, me fui apagando, estaba ahí podía verlo claramente, me sonreía, pero no del mismo modo, sino que triste, yo también lo hice pero con ternura como siempre lo hacía cada que lo veía. Volví a sonreír, finalmente lo hizo, me sonrió de esa manera en la que solo él podía hacerlo, esa única sonrisa que me tranquilizaba, que me llenaba de alegría.

— Te amo, Lee Dongyeol —. Pude hacerlo, pude por fin decirle una vez más. Tomé su mano y despacio caminamos hacia la nada misma, no fue hacia la luz del final del túnel, no, estábamos en el vacío, solo él brillaba, solo su sonrisa y su perfecto ser.

— Llevo tiempo esperando por ti, Wooseok.

— Prometí que estaríamos juntos hasta el final.

— Este no es el final, no aún, este es el inicio de la eternidad contigo, amor...