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— ¡No me dejes solo! — La desesperada voz de Jinhoo me hizo reír, se colgó a mi pierna aferrándose con mucha fuerza.

— Jinhoo, es solo una película... — Intenté tranquilizarle mientras llevaba una de mis manos a sus cabellos. — Cómo algo tan ridículo puede darte miedo, no seas tonto. — Levantó la mirada y sus carnosos y apetecibles labios formaron un puchero, desvié la mirada al instante.

— Deja que duerma contigo, Kuhnnie.~ — No, aegyo no.

— Yah, si no te duermes ahora y en tu cama... vendrá Diana a comerte. — Acabábamos de ver una película de terror que no lleva mucho tiempo de que salió, en fin, el monstruo ese se llama "Diana".

— ¡¿Por qué dices eso?! ¡No, ommaaaa! — Pegó un muy fuerte grito haciendo que en mis oídos quede pitillo. ¡Maldición!

— No grites que despertarás a los chicos. — Susurré a la par que llevaba mi dedo a mi propia boca esperando que me obedeciera.

— Déjame dormir contigo. ~ — Bufé ya cansado de todo esto, qué más da, moría de sueño y no quería seguir de pie.

— Bien, vamos. — Moví una pierna primero y me resultó prácticamente imposible mover la otra por obvias razones, bajé la mirada para mirarlo con el ceño fruncido, tenía una infantil y amplia sonrisa en los labios, muy exageradamente amplia. Reí. — Si no sales...

— Cárgame.

— Jin...

— Cárgame. — Suspiré pesado, estiró sus pequeñas manos hacia mí abriendo y cerrando las manos para que lo cargara, sus piernas seguían enredadas en la mía, parecía un bebé, sí, eso era, un bebé. ¿Y éste es nuestro líder?

— Anda, levántate. — Le tomé de las manos para que se parara, al hacerlo, lo cargué con mis dos brazos, tal y como si fuera un niño, su pequeño cuerpo no pesaba en lo absoluto, encajaba perfectamente contra mi cuerpo, con sus pequeños brazos rodeó mi cuello mientras que apoyaba su cabeza contra mi pecho, amaba que hiciera eso, comencé a caminar con cuidado hacia la habitación que compartía con Kogyeol, era mejor, al llegar Jinhoo se encargó de abrir la puerta sin hacer mucho ruido pues nuestro pelirrojo amigo ya estaba durmiendo plácidamente, dejé al enano sobre la cama y él se fue acomodando hasta quedar pegado a la pared, traía puesta su pijama por lo que solo debía acostarse, la luz siguió apagada mientras yo comencé a deshacerme de mi ropa bajo la tenue luz de la luna, hasta quedar tan solo en boxers me senté a la orilla de cama dispuesto a ponerme unos shorts para dormir, no podía dormir desnudo, no con él.

Sentí como unas tibias manos masajearon mis hombros, me tensé y mi piel se erizó.

— Estás muy estresado, deja que te ayude con eso ¿Sí? — Tragué saliva por su acercamiento, su respiración estaba acariciando mi oreja con tanta delicadeza, cerré mis ojos respirando de manera tranquila, Jinhoo continuó dando masajes a mis hombros, los días habían sido agotadores, realmente necesitaba esto. Me tomó por sorpresa un pequeño beso que mi acompañante dejó en mi cuello, sonreí de medio lado tratando de disimular mi nerviosismo, sus manos bajaron acariciando mi pecho, dio otro par de besos, esta vez en mi nuca y hombro.

— Jinhoo... — Susurré en un tono demasiado bajo por lo que mi voz sonó ronca, escuché un suspiro de su parte, sin embargo no se detuvo con sus caricias en ningún momento, tiró de mí hacia atrás provocando que yo quede tendido de medio cuerpo sobre la cama, sentí como se removía hasta que de pronto ya estaba sentado en mis piernas. —... Jinhoo... — Repetí.

Él llevó uno de sus dedos a mis labios haciéndome callar, segundos después lo reemplazó por sus propios labios, empezando un muy lento beso al cual correspondí sin mucho rodeo. ¿Cómo resistirme a sus labios? No pude evitar atrapar el inferior entre los míos, succioné y tironeé de éste con ayuda de mis dientes, retomé el beso anterior. Llevé mis manos a acariciar sus desnudas piernas, su pijama era bastante corto, apenas lo hice con las yemas de mis dedos, los vellos de sus piernas se erizaron, fuí subiendo de a poco con mis caricias hasta topar con sus glúteos, me detuve y volví a bajar del mismo modo. Lento.

Dejó de besarme la boca comenzando ahora a bajar por mi mejilla y así hasta llegar a mi torso descubierto, ahora lo recorría con su lengua en dirección a mi vientre, delineó cada parte marcada y para facilitarle el trabajo contraje el abdomen haciendo que mis marcados músculos se noten aún más de lo que ya lo hacían. Sentí su dientes hincarse en mi piel e intenté retener un gruñido, mis manos ahora estaban reposando sobre la cama mientras que yo gustoso recibía esas atenciones por parte de mi pequeño amigo. De manera inconsciente levanta las caderas en busca de más contacto con sus labios, quería que me volviera a morder, no sé, solo quería que lo hiciera, de nuevo sus dientes mordieron mi piel, sentí como de manera tranquila seguía bajando más allá de mi vientre de modo que ya sus labios tocaban parte de mi pelvis, pasó su lengua por la "V" que se formaba en aquella zona, me estremecí al momento de sentirlo ya demasiado cerca de mi miembro, bajó con suma delicadeza mis boxers no sin antes besar mi erección por sobre la prenda.

Al acabar de deshacerse de éste por completo, sentí como con su lengua, lamía toda la extensión de mi miembro.

 — Jinhoo, mh... — Gemí muy bajo puesto que Gyeollie dormía tranquilamente en la cama de arriba y lo que menos quería era despertarlo, sin darme cuenta mi ya despierto miembro estaba dentro de la cálida cavidad bucal de Jinhoo, él succionaba a la vez que comenzaba un lento vaivén con la cabeza, tomé con una de mis manos un almohadón y lo coloqué bajo mío para así poder ver cada uno de sus movimientos, la vista era jodidamente candente, tenerlo así era... Era simplemente perfecto, no existía otra palabra, continuó con aquel vaivén yendo cada vez más rápido haciéndome delirar de placer, tras unos minutos más, sentí un ya conocido cosquilleo en mi vientre, sabía que pronto acabaría, tomé con mi diestra sus cabellos haciendo que aumente la velocidad a la par que yo me encargaba de penetrar su boca desde mi posición llegando más profundo, hasta donde su garganta le permitía sin llegar a causarle arcadas.

El sudor cubría mi piel, cerré los ojos con fuerza tensando mi mandíbula, pronto me corrí dentro de la boca de jinhoo, mordí mi mano libre para ahogar un gemido, casi de manera inconsciente presioné su rostro contra mi pelvis, aflojé el agarre al darme cuenta de mis propias acciones, suspiré de placer mientras que él ahora lamía cada rastro de semen que quedaba en mi cuerpo, tomé sus brazos e hice que volviera sentarse sobre mi.

— Creí que eras virgen. —  Susurré a la vez que mis labios se curvaban en una sonrisa lasciva, me besó haciendo que calle.

— Nadie ha dicho que no soy virgen... —  Susurró de igual modo sobre mis labios, abrí más de lo normal los ojos, ¿Cómo podría hacerlo tan bien? Oh... Claro, más que seguro que se la mamaba a Wooseok, en fin, volví a besar sus labios, esta vez lo hice duradero. Tras una media hora más menos me comenzó a entrar el sueño, él estaba en silencio por lo que supuse que se había dormido, ya no quise preguntar, lo que sí hice fue acomodar su pequeño cuerpo junto al mío, me puse los boxers y cubrí ambos cuerpos con las mantas, solo segundos después, caí rendido en los brazos de morfeo.