Con paso firme, nos dirigíamos donde Lucas nos indicó. El viento frío rozaba nuestras mejillas y despeinaba nuestro pelo. Ni un solo ruido se escuchaba a nuestro alrededor, solo las hojas cantando su tranquila melodía.
Tras una hora, llegamos. Una cueva profunda de la que surgía una luz azul.
Miré a mis compañeros y dí un paso al frente.- Miliana.
Me giré a mirar a Diego, quien me hablaba.
- Yo...- avanzó hacia mi y me cogió de los hombros.
Antes de que pudiera decirme nada le interrumpí.
- No lo digas, vamos a ganar y cuando acabemos...me lo dirás.
Diego me miró algo enfadado pero su rabia se calmó al ver mi certeza. Había cambiado. Estaba dispuesta a todo para acabar con ella. Había dañado a mis amigos y eso no se lo puedo consentir.
Me liberé de sus manos y me giré hacia la cueva. Con paso decidido caminé dentro de la cueva.
Los poderes de Lucas le daban el don de controlar todo lo que el quisiera dependiendo de el objeto que hubiera tocado antes, por ejemplo, si hubiera tocado algo de hielo y luego quisiera atacar, sus poderes serian de hielo.
Los de Diego era crear ilusiones. Podía crear una ilusión de el mismo para luego atacarte por detrás y sorprenderte. Además, le daba la habilidad de controlar bien las armas.
Por último, los mios me permitían invocar un arco y flechas como los de mi tío Cupido, solo que los mios no eran justamente para enamorar si no para herir. Además, todo aquel que me mirase a los ojos, se quedaba petrificado.
Invoqué mi arco y una flecha y me preparé. Mientras apuntaba, avanzaba precavida. Lucas llevaba una espada en cada mano y le dio una a Diego. Ambos cubrían mi espalda, aunque debería ser al revés.
- Hos esperaba.- rió malévola una sobra de la que solo se podía ver si brillante sonrisa.
- Keres...Rindete!
La sala se iluminó. Muchas pantallas pegadas a las paredes de la cueva nos iluminaban.
- Y si no, que me haréis?
- Lucharemos contra ti hasta que lo hagas.
- Acaso tenéis siquiera fuerza para tocarme?
- Si, ahora tenemos poderes.
- Y? Yo puedo llamar a mi ejercito de sirvientes y acabar con vosotros en segundos.
No retrocedí ni un paso. Gracias al miedo que estaba sintiendo, me estaba descubriendo a mi misma, sentía como el miedo que me invadía no era nada comparado con las ganas de que una de mis flechas le diese. Nunca me había sentido tan bien.
Lucas y Diego se precipitan contra ella mientras yo le lanzo flechas sin parar pero nuestros ataques eran en vano. Keres era rápida, muy rápida.
- Esto es imposible. Que hacemos?
- Miliana, deberíamos atacar a la vez, es imposible que esquive tantos ataques de golpe.
- Bien.
Nos miramos y saltamos hacia ella a la vez. Lancé tres flechas a la vez mientras por los lados, Lucas y Diego la atacaban rápidamente.
- Aah!
Keres utilizó una fuerza que empujo con gran fuerza a Diego y Lucas contra las paredes, rompiendo varias pantallas.
- Débiles...
Desde donde yo me encontraba, podía ver las heridas de los dos sangrando. Lucas esta inconsciente y Diego parecía no poder moverse.
- Me habéis cansado.- dijo Keres haciendo aparecer una guadaña.
Antes de que pudiera acabar con la vida de Lucas, le lancé flechas sin parar. Las flechas se clavaron en su espalda. Enfadada, se giró hacia mi.
- Por que luchas, es inútil.- gruñó ella.
- Porque no puedo permitir que mates a quienes amo. Ellos son mi familia y les salvaré aunque eso signifique morir en el intento.
- Necia.
- Lo se.- de dije con una sonrisa prepotente.
Cogí una de las espadas de Lucas y salte sobre ella. Ambas nos llevamos malos golpes, pero ella llevaba ventaja. Su último golpe me dejó inmóvil. Me incrustó en la pared de un golpe. No podía moverme, estaba al limite.
- Nos matare a todos, pero a la primera, a ti.
Cerré mis ojos. No quería ver su sonrisa antes de morir. Yo no podía moverme, ninguno podía moverse. Ese era nuestro fin?
Pues no.- Agh!
Algo cae sobre mi cara. Abro los ojos y observo la situación. Keres tiene los ojos muy abiertos y de su boca cae sangre. Osea que lo que hay en mi cara es...su sangre...pero quien...
Keres cae de rodillas y las veo.Dos chicas pelirrojas, una de pelo negro y puntas rojas y una humana de pelo marrón. La chica del medio, la chica joven de pelo negro y puntas rojas es la que sostienía la espada con firmeza. La espada estaba llena de sangre.
Las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas. Melo...Entre todas nos sacaron de allí y nos llevaron al hospital. Melo tuvo que justificar las heridas como diosa oficial que es.
Unos años después estamos geniales. Ya somos adultos. Ninguno tiene ya heridas ni nada. Melo nos explico que el motivo por el cual ella era Megali Dynami era que había hablado con su padre y que tras unos análisis se confirmó que la madre real de Melo no era su madre humana si no, la anterior Megali Dynami. Pocos saben su apariencia real pero según el padre de Melo, son como dos gotas de agua.
Por esa razón, Melo falto tanto tiempo a clases y vivió tanto tiempo en la tierra. Por lo visto, todos sabian que Megali había tenido una hija, pero nadie sabía quien era. Por esa razón, se hicieron investigaciones.Ahora todos somos felices. Zeus y Megali o Melo, como la querías llamar ahora, permitieron que Iris y Manu pudieran vivir juntos en el Olimpo. Lucas y Melo están casados y Diego y yo también. Selene no sale con nadie, pero por lo que tengo entendido, a comenzado a llevarse bien con los de una academia de boxeo.
O bueno, sobre nuestras amigas humanas, ellas solo eran ilusiones creadas por Keres. Por esa razón desaparecieron tras su muerte.
Christian a aceptado la relación de Diego y mía y se la a tomado de mejor manera de lo que nos esperábamos. A el le siguen gustando los hombres, pero aún no ha encontrado su hombre. Aunque si sigue así, seguro que lo encuentra, es un chico encantador.
Toda esa experiencia nos ha echo madurar como personas.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Bueno, este es el fin del libro. Espero que nos haya gustado y que hayáis disfrutado.
Este es el fin de las aventuras de Miliana y el resto, pero no el fin de mis libros. Aun tengo muchas ideas que me gustaría compartir con vosotros. Espero que hayáis disfrutado, y hasta el próximo libro.
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Hijos De Dioses
Romance- Porque luchas, es inútil.- gruñía ella. - Porque no puedo permitir que mates a quienes amo. Ellos son mi familia y los salvaré aunque eso signifique morir en el intento.