A la mañana siguiente me dirigí en el coche de mi madre al instituto acompañada de ella ya que mi madre estaba empeñada en volver a ver a Diego. Una vez llegamos a la puerta principal, mi madre me dio dos meriendas y una carta. La carta y una de las meriendas era para Diego. Esperé hasta la hora del recreo para dársela.
-Para ti, de mi madre.
-Que es?.
-Una merienda echa por ella y una carta.
Diego abrió la carta y al momento salio corriendo hacia dentro del instituto para hacer vete a saber tu que cosa. Empecé a buscar a Candys arriba y abajo por todo el patio hasta que la encontré en un hueco comiendo donuts.
- Que haces?- le pregunté mientras cogía uno de sus donuts para observarlo de cerca.
- Comer me quita los nervios- dijo arrebatandomelo de las manos.
Empecé a pensar motivos por los que Candys podía estar tan nerviosa y entonces recordé cierto tema.
- Christian! Donde estas!.
- Para!- dijo ella tirando de mi brazo
- Vale.
Me coloque a su lado para tranquilizar sus nervios y así dejase de comer tanto. Estaba tan nerviosa que comenzó a sacar conclusiones muy precipitadas como por ejemplo: y si le gusta otra? y si luego me deja de hablar? o peor aun, y si le gustan los chicos?. La tranquilice diciendo que nada de eso podía pasar. En cuanto se despistó unos segundos salí veloz en busca de su primer amor. Mientras bajaba las escaleras tropecé pero Manuel paró mi caída.
- Echa el freno! Acaso alguien te quiere secuestrar o pegar?.
- Mas o menos.
- Mas o menos?- repitió
- Has visto por casualidad a Christian?.
- Si, esta en el club de natación.
- Me podrías llevar hasta allí? Es el único club que aun no e visitado.
Y así hizo. Me llevo hasta unas escaleras que llevaban al sótano. Una vez en el sótano entramos ir una puerta algo vieja y allí estaba. El club de natación. Había muchos chicos en bañador, incluidos Diego y Christian. Nos acercamos a Christian el cual se encontraba solo esperando a que su amigo acabase el calentamiento.
- Hola Christian, te puedo preguntar una cosa?.
- Claro que si.
- Que piensas de Candys?
- Es mona, amable y tierna, por?
- Quieres salir con ella?
- Que directa- dijo Manuel.
- No me importaría pero es que...tengo gustos especiales.
- Especiales?.
Mire a Manuel y luego volví a mirar a Christian.
- Te gustan los chicos?- dijo Manuel.
- Si.
- Que mono! Pero ahora tenemos un problemilla- dije yo.
- Cual?
- A Candys le gustas.
- Creo que me puedo ocupar sola.
- En cuanto pueda iré ha hablar con ella.
Nos despedimos de Christian y salimos de vuelta al patio. Comenzamos a buscar a Candys por todo el patio hasta que un chico bajo de ojos grandes con gafas se acercó a nosotros y le dijo a Manuel:
- Delegado Jefe, una chica del club de cocina esta haciendo pasteles sin parar y el club aun no abre hasta las tres.
- Delegado jefe?
- Luego te lo explico Mili, vamos debe de ser Candys.
Fuimos muy rápido hasta el club de cocina donde vimos a Candys sacando una horneada de magdalenas de chocolate que olían se maravilla.
- Candys tranquilizate!- le dije mientras la cogía del brazo.
- Que ha dicho- dijo algo mas serena.
- Piensa que eres mona y tierna pero el prefiere los chicos.
- Que?...el es...gay?- dijo ella con un fino hilo de voz.
En ese momento Christian irrumpió en el club de cocina en bañador, por suerte solo estábamos Manuel, Candys y yo. Yo estaba abrazando a Candys la cual estaba llorando.
- Candys...yo...de verdad que lo siento...- dijo Christian.
Candys abrió los ojos entre lágrimas. Christian tiró de ella para abrazarla y le pidió perdón mientras a estrechaba entre sus brazos.
- No importa, somos amigos- dijo ella con una sonrisa falsa que todos menos yo se creyeron.
Candys estaba siendo muy fuerte. Debe ser muy duro que tu primer amor sea imposible de esta manera pero en parte era muy bonito ver aquella escena.
Tras todo ese día de nervios y lágrimas las clases acabaron y volví a casa pero al día siguiente pasó algo que nos dejó a todos realmente emocionados.
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Hijos De Dioses
Romance- Porque luchas, es inútil.- gruñía ella. - Porque no puedo permitir que mates a quienes amo. Ellos son mi familia y los salvaré aunque eso signifique morir en el intento.