Hijos De Dioses

Capitulo 5: ¡Playa!

Los días pasaron y fui conociendo a un par de chicas muy majas que me trataban muy bien. Ellas eran Candys, Amelía y Natalia.
A Candys le encanta comer. Es dulce, tímida y muy mimosa. La conocí en el club de cocina cuando extinguió incendio provocado por un integrante del club. Amelía es creativa, tiene mucha confianza en si misma y es muy fuerte. La conocí en el club de artes marciales, es la jefa del club femenino. Por último Natalia canta muy bien y la conocí en el club de musica. Natalia es algo alocada pero muy tímida como para contar sus ideas a la gente que la rodea. Iris, Melo, Selene y yo les contamos nuestro secreto de que somos semidiosas. Ya hacia un par de días su Diego había conseguido una casa donde vivir tranquilo. El resto seguía igual.
Me levante como cualquier día normal. Me vestí con una falda de estampado de corazones azules pequeños combinada con una camiseta azul como los corazones y unas manoletinas negras. Llegue al instituto junto mis amigas. Candys y las demás nos esperaban ansiosas
-Hola puchi- dijo muy feliz Candys mientras me abrazaba.
Puchi es como nos llamábamos entre nosotras dos ya que nos llevábamos muy bien.
-Soys tan infantiles- dijo Amelía riendo.
Las dos la miramos fijamente mientras hinchabamos las mejillas. Entramos todas juntas a clase y nos sentamos en nuestros respectivos asientos. Varios minutos después entró la profesora muy acalorada mientras nos mandaba a callar a todos.
-Alumnos, toda la comunidad de profesores hemos decidido ir a la playa todos. Por favor entregad esto a vuestros padres para confirmar vuestra asistencia- dijo entregando unos papeles.
El día transcurrió normal hasta que llegué a casa. Le entregue la autorización a mi madre para ir a la playa. En seguida la guarde en mi maleta para no olvidarmela.
El día de la excursión me vestí con un bikini rojo de topos negros y encima un vestido veraniego muy mono. Fui con Candys a la excursión. Al llegar a la playa todos nos cambiamos. Iris y Selene llevaban bikinis a juego, Candys llevaba un bañador rosa, Melo llevaba un bañador negro, Amelía un bikini morado y Natalia un bikini verde. Todas estaban muy monas a su manera. Si nos digo la verdad no me gusta nada ir con ropa que no me tape la barriga y los brazos así que me sentía insegura.
-Que mona estas Mili- dijo Natalia abrazando me
-No parecemos las únicas que lo pensamos- dijo Amelía lanzando una mirada asesina a Manuel y Diego los cuales no paraban de mirarme.
Me sonroje mucho. Ellos también estaban rojos pero la que pasaba vergüenza era yo. Mis amigas me arrastraron hasta el agua donde empezamos a jugar. Nos estábamos divirtiendo mucho cuando de repente...¡ZAS!. Se me desató la parte de arriba del bikini. Me hundí al momento. Me acerque a mis amigas avergonzada y se lo conté. Amelia empezó a reír al instante, sin embargo fue la primera que salió a buscarlo. Todas se fueron a buscarlo dejando me sola. Justo cuando nada podía ir peor, Christian y Diego se acercaron a mi.
- Miliana, por casualidad es esto tuyo- preguntó Christian mostrándome mi parte del bikini perdida.
-Si- dije desesperada.
Diego se colocó frente mi de espaldas para ocultarme mientras que Christian se situó tras de mi para atarme el bikini bien fuerte.
-Quien de los dos lo a encontrado?.
-Yo- dijo Diego.
Le agradecí y le di un pequeño beso en su suave mejilla. Ambos se quedaron conmigo hasta que Candys volvió. Le dije que ellos lo habían encontrado. Como Candys no conocía ni a Diego ni a Christian le presente. Al instante se llevaron bien, sobretodo con Christian.
-Jugamos a algo?- preguntó Christian
-Si, y si jugamos a una pelea de caballitos?- propuso Diego
Todos apoyamos su idea. Me subí a sus hombros y Candys a los de Christan. Empezamos a jugar. Al final ganaron Candys y Christian pero me divertí mucho.
Una vez acabó la excursión volvimos a casa. En el autobús Candys me confesó que estaba realmente enamorada de Christian así que quedamos que al día siguiente hablaríamos con el para pedirle que saliera con ella.
Estaba decidido Christian y Candys iban a salir, a menos que...