Capítulo 23.

260 19 5
                                    

Me quedé sin hablas. No sabía que responder hacia eso, ¿lo habría hecho por mí? Creo que notó en mi mirada la pregunta que acababa de formular en mi mente y asintió.

–Fue por tí, no quería ponerte en peligro y menos por mis gilipolleces. -niego y acaricia lentamente mi brazo bajando hacia mi mano.- De verdad que te aml Zoe, y no me perdonaría que te hagan daño. Bastante mal lo pasé por esto mismo.

–Sh.. -susurro y acaricio su mejilla para unir lentamente nuestros labios en un beso lento y dulce.

Sus firmes manos agarraron mi cadera acercándome más a él mientras el beso subía de tono. Me subió a su cadera mientras entrábamos a su cada y cerraba la puerta con el pie. Enredo mis dedos en su pelo a la vez que sus labios se separan de los míos para comenzar a dar besos húmedos en mi cuello.

Muerdo mi labio sin poder resistirlo y me acerco a su oído. – vamos arriba. -susurro en este para notar como se estremece y asiente.

Sube conmigo encima aún y al llegar a su cama me deja con delicadeza sobre esta, posicionándose encima mía. Pero niego.

–Esta vez es mi turno, señorito Biersack. -él sólo se limitó a sonreír y girarnos para quedar a horcajadas encima suya.

Quito mi camiseta dejando ver mi sujetador y quito la suya besando todo su pecho a la vez que mi mano viaja hacia su entrepierna. Desabrocho sus pantalones bajandoselos y quitándoselos. Me vuelvo a posicionar encima de su paquete y comienzo a moverme a un ritmo lento pero provocativo y sensual, escuchando sus jadeos y pequeños gemidos, a la vez que su mano apretaba mis nalgas con fuerza. Eso dejaría una marca bastante sexy.

Beso su cuello y muerdo este para a la vez hacer un chupetón bastante notable en su cuello. Noto como su bulto presiona sus bóxer y mi feminidad. Río levemente y bajo sus bóxer un poco con los dientes y el resto con las manos. Relamo mis labios y le miro.

–Oh Dios. -escucho decir a Andy. Creo que sabe mis intenciones.

Sonrío ampliamente y paso mi dedo índice por todo su largo hasta llegar a sus testículos. Muerdo mi labio y paso mi lengua por el mismo recorrido que hizo mi dedo índice. Pude ver cómo ponía sus ojos en blanco soltando un suspiro y los cerraba. Sonrío, no sabía hacer esto, pero lo haría lo mejor posible para darle placer.

Lamo su glande en círculos, al parecer eso le daba mucho placer ya que agarraba las sábanas dejando los nudillos blancos.

Y sin hacer nada más, metí todo lo que podía en mi boca. Puse mis labios alrededor de su miembro y lo que no había metido en mi boca, pongo mi mano, pajeandole a la vez que movía mi cabeza.

Sus gemidos roncos y graves inundaba la habitación. Su mano fue a mi cabeza, tirando un poco de mi pelo y apartándolo de mi cara dándome más facilidad.

No sabía realmente lo que hacía, pero al parecer lo hacía muy bien. Aumenté mi ritmo y abrí los ojos ya que los tenía cerrados y mi mirada topó con la de Andy. – ven aquí. -susurro agitadamente y agarro mi brazo, haciendo que sacara su miembro de mi boca y me pusiera de nuevo encima suya y unamos nuestros labios apasionadamente.

Me desnudó completamente y nos giró de nuevo, poniéndose encima. Abrió mis piernas y mordió mi labio. Jadeo y le miro a los ojos.

–Te amo. -susurro, acariciando su mejilla.

–Te amo. -murmuró y de un movimiento, me penetró de una embestida.

Nuestros cuerpos se movían al mismo compás y nuestros gemidos cada vez se hacían más y más altos. Sus manos cogieron la cabecera dando lo más rápido y duro posible, hasta que ambos llegamos al éxtasis.

Andy se puso a mi lado y besó mi hombro, nos tapamos y me abrazó por la espalda, quedando ambos dormidos.

***

Ha pasado cinco días desde la confesión y gran secreto de Andy. Todo ha ido bien desde entonces y cada vez mi amor por él es más grande.

He pensado en hacerle un regalo, por lo que voy al centro comercial. Bajo del taxi después de pagar y me adentro en varias tiendas. Pero decido ir a una relojería, veo algunos pero ninguno me convence.

–¿Qué tal un rolex? -susurraron en mi oído. Esa voz en la vida se me iba a olvidar.

Me giro y ahí estaba, esos ojos azules que eran tan distintos a los de Andy. Trago saliva.

–¿Q-querías algo, Dan?

Su mirada y sonrisa era algo burlesca.

–Solo quería comprobar que lo que decían era verdad.

–¿Qué.. decían?

–Que eras igual que ella. -murmuró mirándome de arriba abajo. Frunzo el ceño.

–¿Ella?

–Igual que la ex novia de Andy, la cual maté. -mi cuerpo se congeló por completo. ¿Cóml que era igual que ella? Y lo más importante: ¿me haría algo?.- Sólo dejame preguntarte dos cosas querida. ¿Quieres a Andy? -asentí, era obvio.- Y.. ¿estas segura que te quiere a tí y no porque eres idéntica a ella? -sonrío malicioso.

–Andy me quiere. -aprieto mis puños.

–Eres tan igual a ella.. -acarició un mechón de mi pelo y mejilla.- Tierna y a la vez tan dura, su mismo color de pelo, su mismo tono de tez.. -respiro hondo.- ¿estás segura de que Andy te quiere o sólo lo hace porque te pareces a ella, muñeca? -sonrío con esa sonrisa que sólo él sabía hacer, para luego darse la vuelta e irse de allí.

No sabía que hacer.. ¿y si era verdad lo que decía?

~~~~~~~~~~~~~

¡Hola chicas! Volví, lo siento de veras, pero tenía la mente en blanco y no tenía ni idea de que hacer, pero aquí estoy de nuevo. Espero que os haya gustado el capítulo e intentaré subir lo más pronto posible. ¡Os quiero!

Enamorada de un rebelde. (Andy Biersack) EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora