Las ppgz y los rrbz [EDITANDO]

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Kaoru comenzó a caminar hacia la salida del calabozo, los tres chicos parecían muy confundidos pero la siguieron en silencio hasta que llegaron a la cocina.

-Manténganse alerta- dijo Momoko de forma seria.

-¿Entonces habían estado aquí antes?- exclamó Brick.

-Si- asintió Miyako- Fue hace mucho tiempo cuando se anunció que murió el rey del norte y pensamos que todo terminaría si lográbamos llegar a un acuerdo con los príncipes-

-Pero no fue así e intentaron capturarnos- dijo Kaoru - Dijeron que nosotras debíamos casarnos con ellos por obligación- soltó una risa apretando los puños.

-Nos mantuvieron unos días en prisión pero no eran como las de ahora que parecían pozos- exclamó Miyako- Eran normales así que escapamos pero tuvimos que hacer unos tratos para conseguir algunas cosas y saber que hacer- dijo de forma tranquila.

-Entonces la persona que vamos a ver, fue con la que hicieron tratos- casi afirmó Butch.

-Felicidades- dijo de forma burlona irritada- Ganaste el premio-

Ambas hermanas miraron a Boomer con molestia, parecía sujetar a Miyako de uno de sus brazos.

-Basta principito, sueltala- exigió molesta Kaoru.

Tomó a su hermana para que se apoyara en ella, hizo un soltara un jadeó adolorido.

-¿Estás bien?- dijo Momoko.

-Si- suspiró cansada- Solo estoy muy agotada-

La sentaron con cuidado en una silla.

Paso apróximadamente más de una hora.

-¿Cuando se supone que va a llegar este supuesto idiota?- exclamó Brick molesto y con aburrimiento.

-Pronto llegará- dijo Kaoru mirando un reloj de arena- Prepárense, tengan cuidado porque aunque nos ayude no es de mucha confianza-

-¿Cómo sabes siquiera que vendrá?- interrogó Boomer.

En eso se abrieron las puertas de la cocina entre risas, todos se pusieron en guardia.

-¡Hasta que llegas!- dijo Kaoru fastidiada- Estúpido-

-¡Nena!- se acercó sonriendo- ¿Ya me extrañabas?-

Estaba vestido como sirvientes, traían en sus manos variados alimentos, Ace se apresuró a dejar el pan en la mesa.

-Te equivocas- resopló viendo de arriba a abajo- Veo que sigues besándole el trasero a ese imbécil-

Rodó los ojos.

-¿Se puede saber a qué se debe este honor?- levantando un poco sus lentes de madera.

-Necesito un par de favores- mencionó cruzándose de brazos.

-Sabes que todo tiene un precio, hermosura- dijo entre risas.