48

3.4K 280 105
                                    

No pudo creer lo que vio, era tan sabroso jugoso y apetitoso.

Ella no lo había notado todavía así que se acercó lentamente a ella.

-No me jodas rosadita- dijo en tono burlón.

-¡Brick!- exclamó en sorpresa.

Entonces se lo arrebató.

-¿De dónde carajo sacaste esto?-

-¡Devuelve mi chocolate!-

Subió su brazo, la chica hacia lo posible por intentar recuperarlo.

-¿Cuántos de estos llevas?- interrogó mirandola.

-¡Dámelo!- dijo frustrada.

-¿Podrías bajar la voz?- pidió irritado- Son preguntas muy simples y no le haría bien a ninguno de los dos que nuestros hermanos se despertaran-

Ella miró la puerta unos segundos, sabía lo que pensaba así que la estrelló poniendo una mano en sus bocas evitando que un grito saliera de ellos.

-Cierra la boca, despertarás a alguien-

Esta empujaba molesta, golpeaba su pecho, se acercó a su oído.

-Si te callas y contestas porque nos arriesgas por puto chocolate te quitaré las manos de encima-

Desvió la mirada cuando la dejó hablar.

-Son de la cocina, los tomé cuando ese imbécil estaba distraído- se encogió de hombros- Llevo doce-

-Esas son muchas calorías- dijo burlón.

-Que bueno que no pedí tu puta opinión, mi peso es normal y gozar de la vida de vez en cuando en este infierno no está mal- exclamó algo enojada.

Se acercó, ella estaba dispuesta a darle un rodillazó, lo notó y sujetó sus manos arriba de la cabeza con fuerza aún sujetando el chocolate mientras que aprisionaba sus piernas.

-No importa, siempre se pueden bajar esos kilos fácil- susurró en el oído tocándolo con sus labios.

-Tu de verdad buscas la muerte- tembló sin poderlo evitar.

Ahí se soltó y le dio una fuerte cachetada además de quitarle su chocolate.

-Imbécil-

Esta salió pero antes de cerrar la puerta escuchó algo.

-Ya me la cobraré, rosadita-

Después de un tiempo todos se fueron a dormir.

A media noche Kaoru abrió los ojos agitada, miró confundida por la pequeña ventanilla que aún era de noche hasta que miró que al parecer llovía y no solo eso.

Truenos.

Fue al cuarto lleno de chatarra intentando encontrar el botiquín, tiró varias cajas desesperada hasta que la vio, para su mala suerte no había ningún medicamento que la ayudara.

-Puta suerte que tengo- escupió.

Decidí buscar unos tranquilizantes pero sentí como algo o ALGUIEN me aprisionó.

-¿No puedes dormir?- interrogó.

-Púdrete- lo ignoró.

-Bien, te informaré que yo no porque cierta idiota tiró todo a su paso, quitándome el sueño-

Al ver que lo seguía ignorando tomó su mano.

-¡Suéltame cabrón!- exclamó frustrada.

Cuando iba a separarse de él brincó por un repentino rayo.

-Kaoru, ¿le tienes miedo a las tormentas?-

-Vete al demonio- dijo enojada.

-Nena, si yo me fuera al demonio tu me extrañarías- alzó una ceja.

-¿Quieres apostar?- dijo molesta.

Antes de que las cosas se pusieran más intensas los rubios entraro irritados, los separaron con rapidez.

Aún seguían oyéndose los truenos pero cuando Kaoru se acostó con sus hermanas estuvo más tranquila.

[CONTINUARÁ...]

Yuli:amo cada vez más como está quedando esta historia bueno espero entiendan que no puedo escribir a diario por lo menos ahora los quiero ya saben que si les gusto ponen estrellita para seguir dándome ánimos Bye 😘.

Las ppgz y los rrbz [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora