IX

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El avión esta tan alto que todo Europa parece diminuto. Las nubes rozan cada parte del avión. Mi vista esta clavada en otra parte…

Junto a mi esta Drake con un sueño bastante pesado.

¿Por qué me siento tan vacía? ¿Por qué mi mente no me deja en paz? Toda mi vida fue un juego, un simple juego de apuestas donde yo siempre me llevaba todas las fichas.  Donde siempre los dados caían en seis. Ahora ya no quiero jugar…

Antes no me molestaba dejar a ningún hombre, es más, lo disfrutaba. Ahora no puedo. Dejar a Louis en ese hotel de Europa fue mi peor elección.

Quisiera saltar del  avión y decirle que todo está bien. Que no me interesa arriesgar mi carrera por estar con él, que sus managers son unos simples idiotas que no saben una mierda del amor. Si es que esto es amor, aun no lose. Nunca lo sentí y esto es nuevo para mí.

Pero en vez de estar a su lado diciéndole todo lo que debería, estoy en un avión camino a Brasil. Necesito despejarme y no hay nada mejor que volver a casa. Con mis hermanos, con mis padres.

-Brittany, ya llegamos- La voz de Drake hace que vuelva al mundo real.

Estoy en el lugar donde comencé, en Sao Paulo. Mi lugar…

Bajamos del avión y hay millones de paparazis. A veces me pregunto como ellos saben el paradero de cada persona. Como diablos saben que iba a venir a Brasil.

-Dejen pasar a la señorita Black-  Drake da pequeños empujones a los paparazis que no paran de tomar fotos y hacerme preguntas. Algunas de esas preguntas retumban en mi cabeza.

“¿Dónde está Louis?” “¿Ya te aburriste de él y ahora vienes en busca de otros hombres a Brasil?” “Siempre supimos que Louis es lo bastante bueno para ti”

Mis ojos están cristalizados por mis lágrimas, pero los paparazis no pueden notarlas por mis gafas.

Cuando Drake termina de hacer paso entre los paparazis subimos a una camioneta que nos está esperando.

Drake si que piensa cada cosa para mi protección.

-Vamos al hotel, luego a la casa de mis padres- le digo a Drake. El asiente y le da las órdenes al chofer.

No me quito las gafas, no quiero que Drake note mi momento de debilidad, no quiero que vea lo sensible que puedo llegar a ser.

Mi celular comienza a sonar y puedo ver su nombre en la pantalla.

Hace dos días que me marche de ese hotel y él me envía mensajes y me llama constantemente. Me siento culpable por esto, pero no quiero arruinarlo. No quiero arruinar mi carrera y no quiero que sus managers le cobren mis errores a él.

-¿Por qué no lo atiendes Brittany?- me dice Drake muy serio, pero sus ojos me dan esa sensación de sinceridad.

-Es difícil, ya no se que quiero- mentí, lose. Pero no quiero decirle la idiota verdad.

-por favor, eso sí que no te lo crees. Tú lo amas a ese niño. El hizo cosas raras en ti- dice Drake con un tono de gracia. Yo me dedico a no darle mucha importancia y a verificar que no falta demasiado para llegar al hotel.

Mi habitación esta en el piso 11, es algo arriba pero no interesa. Es grande y la habitación de Drake está junto a la mía.

Cuando puedo dejar los bolsos en su lugar me dirijo hacia la habitación de Drake, ya es hora de que nos marchemos a la casa de mis padres.

*

¿Enamorada de la celebridad? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora