¿Enamorada de la celebridad? (Louis Tomlinson)

XXVI

Mi hermana corre de un lado a otro sin sentido alguno,  realmente más que buscar mis aretes parece que está perdida en espacio y tiempo. Mi madre como loca esta abrochando cada botón en la espalda de mi vestido, sus dedos son torpes al intentarlo. Lou mientras tanto esta regañando a Lux porque introdujo en su boca un poco de gel para cabello, luego siento sus manos en mi cabello nuevamente haciendo que el peinado este por fin terminado.

Cuando mi madre termina de abrochar mi vestido y mi hermana encuentra mis aretes Lou les dice que vallan a terminar de cambiarse así luego les retoca sus peinados y su maquillaje.

-Por fin solas- dice Lou guiñándome un ojo y buscando un gran estuche con mucho maquillaje. Ella me coloca un suave rosa en las mejillas, un delineado delicado de negro y colorea mis labios con rojo, yo se lo pedí y ella accedió diciéndome “realmente ese color hace lucir todo de ti”. Luego de varios minutos me miro en el espejo y sonrió cálidamente, realmente parezco una princesa, casi tan perfecta como en mis sueños. Seria todo más perfecto si no tendría este pequeño y redondo vientre de dos meses, realmente no es grande y casi no se nota, pero en un vestido hecho a medida da de que hablar.

-Cinco minutos Britt- Antonio el organizador de la boda entra a la habitación, su traje negro hace lucir su piel aun más blanca y su bigote más negro. El es amigo de mi hermana y ella me obligo literalmente a que lo elija como mi organizador y de verdad no me arrepiento.

-Antonio no seas aguafiestas, acabo de ver al novio y ya tuvieron que cambiarle la camisa por novena vez ya que no deja de sudar- Alessandra entra a la habitación, el vestido dorado de dama de honor hace lucir más su piel bronceada y sus dientes resplandecientes. Antonio resopla mientras vuelca sus ojos hacia un costado y sale de la habitación sin decir nada más.

-¿De verdad Louis esta sudando tanto?- Miro a Alessandra y ella rie fuertemente.

-Claro que no, es solo para que se relaje, después de todo tienes que tomarte tu tiempo en esto- ella me sonríe cálidamente y luego veo que Lou guarda el maquillaje en su estuche.

-Iré a retocar al novio, de verdad tienes cinco minutos- Las palabras de Lou son suaves pero sé que me está obligando a que me levante del cómodo sillón y me coloque los zapatos o lo que haga falta para entrar al altar.  Asiento y luego comienzo a buscar los zapatos blancos. La puerta se abre nuevamente dejando ver a mi padre con una gran sonrisa, el lleva un traje negro con una camisa blanca y una corbata dorada.

-¿Estas lista bebe?- sus ojos están cristalizados totalmente y luego de parpadear varias veces mira a Alessandra como diciéndole “vete” ella asiente y luego sale de la habitación –Nunca imagine que llegarías a esto, siempre imagine que ibas a ser la última en irte de casa, pero nunca fue así, tu creciste antes que tu hermana y tu hermano. Sé que no fui un buen padre y yo ya no se cómo decirte cuanto siento todo lo que paso años atrás, pero ahora no me alejare de ti, nunca más. Y por eso mismo compre una casa en Londres para mí y para tu madre; no queremos alejarnos de nuestra bebe- abrazo a mi padre fuertemente y luego suspiro en su hombro, realmente las cosas están saliendo demasiado bien, como si mi horrible pasado no existiera. Pero en realidad eso es lo que me hace ser la Brittany Black de ahora, toda mi vida la quise vasar en cuentos de hadas, luego de veinte años transcurridos de mi vida pensé que esos cuentos eran pura mierda. Pero luego de meditarlo mucho me doy cuenta que todas las princesas pasaron por montañas para encontrarse con su príncipe. Cenicienta vivía con su horrenda madrastra y sus iguales hermanastras, ella era una sirvienta en su propio castillo y luego por una fiesta a la que no tendría que haber acudido se caso con un hermoso príncipe de sonrisa empalagosa.  Rapunzel vivía en una torre en medio de la nada con una bruja que se hacía pasar por su madre y luego un apuesto príncipe la escucha cantar y se enamora de ella.

Y así hay muchas más de ellas. Y ahora entiendo todo, mis veinte años de caídas fueron por algo, para ahora estar caminando por un largo pasillo con gente en ambos lados, todos ellos mirándome como si fuera el centro de atención y ahora que lo pienso si lo soy este día, para ver en el final del altar a un hermoso hombres con una sonrisa de lado algo nerviosa pero con unos ojos totalmente brillantes que me demuestran cuanto esperaban este momento.  

Cuando termino de subir los cinco escalones que me separan de la persona que más amo puedo notar que con estos tacones nuestras alturas son iguales, el acaricia mi brazo suavemente y me susurra un “todo va muy bien” para luego apretar mi mano y acariciar mi anular que lleva mi anillo de compromiso.

Caigo en cuenta de que realmente lo amo como para compartir mi vida a su lado cuando me sonríe tan perfectamente, cuando veo como puedo reflejarme en sus brillantes y perfectos ojos. El realmente me ama, tanto como para pasar por interminables caminos, tanto como para buscarme en otro continente, lo suficiente como para perdonarme en idioteces y bastante para cuidarme como si me conociera de toda la vida.

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Hola hermosuras, les traigo este empalagoso y aburrido capitulo.

Quería decirles que falta muy muy poco para que termine, quizás unos dos o tres capítulos iuju. Bueno si quieren preguntarme algo o lo que sea no duden en mandarme un mensaje por imbox o dejar un comentario ya que yo leo cada uno de ellos porque los amo a todos, siento no responder siempre pero últimamente leo los comentarios desde el celular y es bastante incomodo para mi responder desde ese aparato del demonio.

Las amo chicas <3