Silence - Larry Stylinson AU ✔

❀ Dos ❀

Cada año en su Instituto hacían lo mismo. Un campamento de una semana, con fogatas y actividades recreativas, que por lo menos eran entretenidas para adolescentes entre quince y dieciocho años.

Louis tenía el presentimiento que sería un buen campamento, ya que el año pasado no pudo ir gracias a una neumonía demasiado grave, pero está vez se había cuidado y ni siquiera pesco un resfrío, estaba entusiasmado.

—¿A qué se debe esa sonrisa? —Preguntó Niall llegando a su lado, acompañado de Harry. Louis rodó los ojos al verlo.

—¡El campamento! —sonrió—. Irá la mitad del Instituto y será increíble.

—Oí que nos dividirán en grupos de cinco —agrega el rubio—. Podremos estar con Zayn y Harry.

—Espera, ¿qué? ¿Quieres que un idiota y un marginado este en nuestro grupo? No gracias.

—El idiota aquí eres tú, ni siquiera conoces bien a Harry, no entiendo por qué lo críticas.

—¿Que por qué lo crítico? Sólo míralo —señala al ruloso—, no sabe de que hablamos.

—Basta Louis... —El castaño lo interrumpe.

—¿Qué? ¿Defenderás a un estúpido que recién conoces? Vaya que gran amigo.

—¿Te estás escuchando? ¡Nada tiene sentido de lo que dices!

—Haz lo que quieras, pero yo no estaré en el grupo si ese está ahí. —Mira a Harry con asco.

[...]

—¡Oigan! ¡Cálmense! —Grita el profesor de biología—. Supongo que ya saben que la semana que viene se realizará el campamento —todos asienten—. Bien. Lo que tengo que decir es que este año van a cambiar algunas cosas. Por ejemplo, los campamentos no serán mixtos. El año pasado hubieron ocho chicas embarazadas.

—Ustedes tuvieron la culpa de que no nos dejarán lleva condones. —Un chico moreno habló, haciendo reír a casi todo el salón.

—No los dejamos porque se suponía que los hombres no se tenían que acercar a la parte femenina del campamento, o viceversa. ¿Qué profesor iba a pensar que serían conejos una semana?

Y vaya que nadie se lo imaginó. Si Ashley Persy se hubiera ido a su cabaña a tiempo nadie a hubiera dado cuenta, pero ella se quedó con un chico del equipo de básquet hasta que dieron las seis, a esa hora despertaban a los hombres. Esa noticia no tardó ni un día en hacerse viral por todas las redes sociales, fue por Facebook que el castaño se enteró.

—En fin, ese no es el punto. Los hombres se irán una semana después de que las chicas a hayan ido, que será cuando vuelvan. Para mañana necesitaré las autorizaciones de sus padres o tutores. Dentro de una hora les daremos la lista de lo que tienen que llevar, lo justo y lo necesario.

—¿Iremos al mismo campamento de siempre? —Pregunta Niall.

—No en realidad, hay una reserva nueva que está a ciento cincuenta kilómetros, está algo alejado pero es muy lindo.

Antes de que el profesor siguiera explicando lo que haríamos esa semana el timbre del receso sonó. Louis tomó sus cosas y salió hacia la cafetería sin esperar a Niall, él se encontraba con el ojiverde.

Hizo fila para pedir su almuerzo y cuando lo tuvo se sentó en una mesa apartada, sin ganas de compartir una charla con alguien.

Como si el mundo estuviera en contra del castaño, el moreno marginado se acercaba hacia su mesa con el ceño fruncido.

—¿Quién te crees que eres? —Dice el moreno a penas está adelante de él.

—¿Disculpa? —El castaño eleva su ceja.