Silence - Larry Stylinson AU ✔

❀ Doce ❀

¿Un mes? ¿Eso era posible? Ella no quería hacer esto, no quería matar a su hijo. Rich le había dicho que ya no había probabilidades de que Louis despertara y que ya era mejor desconectarlo.

Los flashes de cuándo él era un bebé pequeño le invadían. Comenzaba a recordar los primeros pasos que dio, la primera vez que dijo mamá, la primera vez que rompió un adorno y ella lo había regañado, cuando comenzó jardín de niños, cuando comenzó la primaria y secundaria. La vez que le dijo que las niñas no era su estilo y que encontraba más lindos a los chicos.

¿Cómo tan lindos recuerdos podían destruir a una persona?

Ella necesitaba a su hijo más que a nadie, sino quedaría completamente sola. Ni su madre y cualquier otra persona podría reconfortarla en esos momentos, sólo el que Louis despertara.

Por otro lado Harry, Niall y Zayn estaban decaídos, cada vez sentían menos la presencia del castaño. Harry le había escrito más de quince cartas para descargar su dolor y la verdad que ya casi no funcionaba.

La madre del ojiverde también estaba preocupada. Veía a su hijo más delgado y con ojeras debajo de sus ojos. Cada vez que volvía del colegio tomaba una ducha y se dirigía al hospital sin saludar a su madre o a su padre.

Zayn y Niall habían intentado animar al chico, llevándolo al parque a tomar un helado o a la playa pero él siempre decía "A Louis le hubiera gustado venir" o "Extraño la sonrisa de Louis". El moreno ya había perdido la esperanza de que su amigo despertara y Niall iba por el mismo camino. En cambio para el rizado no era así.

"Por favor Louis, no sabes cuánto te necesito. Despierta ya." Pensó Harry tomando la mano del castaño.

Fuera de la habitación se encontraba Johanna con Niall. Ella no sabía cómo decirle las nuevas noticias al rubio. La odiaría.

—Niall, debo decirte algo. —Susurra ella.

—¿Qué sucede? —Pregunta.

—Es sobre Louis —suspira—. Quiero que te tomes la noticia con calma y que no me odies.

—Dime ya. —Insiste.

—Lo desconectarán. —Suelta un sollozo.

—¿Qué? ¿Cómo pueden hacer eso? Tienes que impedir eso, Johanna. —Dice desesperado mientras se pone de pie de la banca.

—No puedo hacerlo, ya di el permiso... —Niall la corta.

—¿Qué has hecho qué? —Pregunta indignado—. ¡Es tu hijo, por el amor de Dios! ¿Cómo carajo puedes hacer eso?

—¡Entiende que no despertará! —También se pone de pie.

—Caíste bajo, Johanna. Nunca pensé eso de ti. —Dijo el rubio entrando a la habitación del castaño.

Ahí se encontró con Harry quien peinaba el cabello del chico con sus dedos de una forma tierna. Harry se volteó al sentir una mano en su hombro. Le sonrió a Niall sin mostrar sus dientes y por más que quiso hacer el mismo gesto le salió una mueca.

—¿Qué sucede? —Pregunta el rizado.

—Johanna va a desconectar a Louis. —Dijo sin rodeos.

—¿Qué? —Harry no lo creía. ¿Louis iba a morir? No, él no podía morir. Aún no habían tenido una cita formal y tampoco se habían dicho cuanto se amaban. Harry necesitaba impedir que eso sucediera.

—El doctor le dijo que era conveniente. Lo siento.—Dijo el rubio llorando. 

Harry abrazó a Niall. No quería creer que Louis ya no estaría. Al castaño le faltaban muchas cosas por el cual vivir y le arrebataban su vida. Harry siempre lloró por cosas que no valían la pena, por ejemplo una amistad falsa o por haber perdido su camiseta favorita. Ahora miraba hacia atrás y pensaba que había sido estúpido llorar por cosas tan insignificantes.