Please, Don't Go [Jacksepticeye]

V

-¿____?

La chica siguió su camino, iba tan pérdida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que cierta persona le observaba alejarse, iba a paso lento, sin preocuparse. Después de todo las calles a aquella hora estaban vacías.
Jack negó levemente, seguramente se había equivocado, así que siguió su andar.

Iban en direcciones contrarias.

[ . . . ]

Al llegar a casa, _____ cerró y dejo sus cosas para tumbarse a la cama y caer como roca, estaba exhausta.

"¡Oh por Dios!, ¡Sean!" gritó abrazando a su amigo, las muñecas de este sangraban, estaba asustada.

Las lágrimas rápidamente salieron.

"Yo . . . " Jack habló con cierta debilidad en sus palabras, no había considerado la idea de que ella atravesará por esa puerta.

Rápidamente se levantó, el de entonces cabellos marrones estaba más pálido de lo normal.

"Calla" pidió, intentando parar el sangrado, su visión era borrosa, pues no dejaba de llorar.

Fue ese día que se dispuso a escucharlo y hacerle sentir que no estaría solo.

"____ . . . " intentó volver a hablar, tomando de las mejillas a su amiga, obligándola a verle "lo siento"

Le abrazó con fuerza, no quería perderlo. No como a ellos. Sentía que cada vez que se acerca a alguien lo único que hacía era matarlos.

Abrió sus ojos, inconscientes lágrimas caían de ellos. Recordaba ese día como una bella pesadilla, una bella pesadilla que se presentaba cada noche haciéndole cargar una enorme culpa. Había roto su propia promesa.

Se levantó de la cama y talló su rostro, era de día y pronto debía entrar al trabajo. Por lo visto doble turno, pues una de sus compañeras había enfermado y no podría presentarse.

Fue al baño donde se miró en el espejo, su cabello era un desastre y en sus ojos posaban grandes bolsas, dormir había salido de su diccionario.
Tomó una ducha rápida, cambió su vestuario y tomó una manzana para salir corriendo de casa con el delantal de su uniforme en manos, faltaban cinco minutos para comenzar su turno y no quería quedar mal con Doris, esa mujer siempre la había tratado como si fuera su hija.

-Lo siento -se disculpó con cada persona mientras pasaba, chocaba con cada una de ellas.-

Parecía loca corriendo.

Al llegar a la cafetería tomó su lugar, no sin antes colocarse el uniforme. Por poco y recibía un regaño por parte de Sam, su compañero de trabajo.

-Deberías llegar más temprano -se quejó el hombre.-

-Callate -respondió un poco fastidiada.-

-Oh, ¿te ofendí o te dije la verdad?
Rodó los ojos, el tipo era un completo idiota, pudiera ser su amigo, pero seguía siendo un idiota.

-Yo invito la comida -volvió a mencionar dándole un leve golpe en la espalda en señal de paz.-

Soltó una pequeña risa mientras negaba con la cabeza, se acercó a los clientes que comenzaban a llegar, siguiendo el protocolo.

Sonrió un poco y lo más alegre que pudo comenzó a recibir órdenes.
Cada vez entraba más gente y cada vez se sentía más cansada. Recogió su cabello pues le estorbaba un poco.

-Buen día, bienvenido a Doris's coffe, ¿qué desea ordenar? -mencionó intentando no sonar cansada posicionando su lápiz en la pequeña libreta.-

-Buen día -mencionó el de cabellos verdes.-

Reconoció su voz rápidamente, sus nervios aumentaron, su pecho comenzó a doler; era Sean.
Volteó a ver a Sam, quien le miró raro tras verle preocupada, Doris observó con una sonrisa. Mierda, había sido idea de ella.

» Tiempo antes «

Sean se encontraba jugando, Overwatch para ser exactos. Su teléfono comenzó a vibrar haciéndole distraerse, a lo cual perdió.

Recibió una llamada, Doris.
Rápidamente contestó.

-¿Bueno?

-Cariño, buenas noches -mencionó la vieja voz.-

-Doris, ¿qué ocurre? -habló con una sonrisa.-

-¿Podrías venir mañana a la cafetería? Creo que deberías ver algo.

-¡Si, claro! -respondió con emoción.- Le veo mañana Doris

La mujer se despidió y colgó.
En cuanto colgó comenzó un nuevo juego y continuo con lo suyo. Quería saber que era eso.

Continuará . . .