Sehun y Baekhyun son la pareja perfecta, hasta que llevados por el deseo se traicionan y comienzan a caminar sobre hielo delgado.
Cheaters "infieles, aquellos que encuentran el amor en la traición "
Xoxo
2017
N/A: no le hagan caso a Baekhyun y su calentura, sin globito no hay fiesta.
En otras noticias... Luhan me impactó:
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Pero ya voy con el capítulo.
☆Cuatro paredes.☆
Sehun golpeteaba inquieto sus largos dedos contra la mesa de aquella cafetería, no veía a Irene por ningún lado y estaba comenzando a perder los estribos.
No podía negar que la idea de ser papá, además de ser totalmente aterrador, lograba hacer nacer un calor vigorizante en su pecho, como si le inyectaran vida. Ser papá le hacía ilusión, aunque compartir aquello con Irene no era algo le gustara en lo absoluto.
—Joder, porque no fue Wendy...—susurró para sí mismo. Cualquier a Cualquier era mejor que su rubia ex amante.
Volvió a escanear el lugar con la vista y la vio, estaba usando un vestido lila y el cabello le caía sobre los hombros, tenía una panza enorme, pero seguía pareciendo una modelo.
Irene era tan bonita por fuera como perra por dentro. Le sonrió cuando estuvo sentada frente a él, Sehun contestó con una mueca inclmoda.
—Ya estoy aquí.—dijo sentándose.
—¿Que está pasando Irene?—preguntó Sehun aún sin salir de su shock inicial.
—Estoy embarazada Sehun.—dijo lo obvio. El se revolvió el cabello.
—Si bueno, eso es obvio. Muy embarazada.
—Es tuyo Sehun, pero si quieres estar totalmente seguro, en cuanto nazca podemos hacerle una prueba de ADN, no quiero que se haga ahora, podría dañar a mi bebé.
—Estoy de acuerdo. De todas formas voy a correr con todos los gastos del cuidado, será mejor que dejes ese viejo apartamento también, hablaré con el secretario Kim, para que busque un lugar y...
—Quiero que te cases conmigo Sehun.—lo corto Irene, el la miró entrando en un nuevo shock.
—Soy un hombre casado.
—Pues divórciate.
—Estás loca. Si El Niño resulta ser mío voy a hacerme cargo, pero tú y yo no vamos a estar juntos nunca, eso grabatelo.
—Y tu grábate bien esto Sehun.—lo miró directo a los ojos.—O te casas conmigo o nunca en la vida sabrás nada de tu hijo.
La rubia se levantó y con extraordinaria agilidad, casi imposible para su etapa del embarazo, se dio la vuelta y se marchó.
