La hora Santa.

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No te apartes de mí,

Que estoy angustiada;

Acércate,

Pues nadie viene en mi ayuda.

Mi corazón es como cera,

Que se derrite dentro de mis entrañas.

Ellos me miran y contemplan.

Me cerca una turba de malvados.

Me derrama cual agua.


Mis huesos son esparcidos.

Mis enemigos han rodeado mi alma.

Han numerado todos mis huesos.

Pidan, y se les dara;

Busquen y encontrarán;

Llamen y se les abrira.

Porque quien pide recibe,

Quien busca encuentra

Y a quien llama se le abre.

Cuidense de los falsos profetas,

Que vienen a ustedes con vestiduras de ovejas,

Mas por dentro son feroces lobos.

-The Blessed. Tonya Hurley.

Poemas de una chica suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora