Monster. [Sirenas]「BillDip/DipBill」

Once.

Ya habían pasado aproximadamente dos horas desde que el tritón se quedó dormido en su pecho; suspiros y ronroneos salían de sus finos labios desde que logró encontrar una posición cómoda.

Bill no pudo dormir desde entonces, no sabía con exactitud sí la promesa que le hizo a Dipper se podía cumplir. Él no sabe donde puede tener Gideon escondida a la sirena de aleta rosada, ni siquiera tenía un plan para el "rescate" que cometerían.

Primero, iría a la cabaña del peliblanco a escondidas. Puede que haya una parte secreta en ese lugar, es demasiado sospechoso que sea relativamente pequeña la cabaña. Sin duda sería el mejor lugar por donde iniciar su investigación.

Sería una misión complicada pero eficiente.

Con todos sus pensamientos inundando la parte de su mente, se quedo profundamente dormido.

(...)

—¿Bill?

Dipper tenía sus manos en el torso del rubio, quien estaba aún en un sueño profundo. Despertó hace unos cuantos minutos y el amanecer ya estaba por aparecer. Se podría decir que nunca antes había dormido tanto en su vida, el cuerpo cálido del humano le provocaba una gran relajación; sin duda lo repetiría de nuevo.

Volvió a llamarle por su nombre en un tono de voz más elevado, pero parecía que no le escuchaba. Como si estuviera encerrado dentro de una burbuja.

El castaño se dio por vencido y se quedó observando su rostro. Sus ojos analizaban cada parte de este, como si quisiera tenerlo grabado por siempre en su memoria. No era como si pudiera tenerlo así de cerca todo el tiempo.

Aprovechando a su idea, inclinó su cabeza un poco más hasta el punto de ver unas cuantas pecas por la parte de sus mejillas. No mentía al decir que aquel humano era una criatura admirable.

Seguía por su recorrido hasta que sus ojos se quedaron fijos en un punto exacto. Sus labios.

Recordó lo que pasó anoche antes de que se fuera a dormir, Bill le besó la frente. Por inercia llevó una de sus manos en aquella zona como si sus labios se hubieran marcado en su frente. Esa acción le derritió por completo.

Se sobresaltó cuando los labios del rubio se entreabrieron, Dipper en ningún momento desvío su mirada de estos.

Sí no se despertó cuando le llamó mil veces hace unos momentos, entonces otra alternativa para despertarlo sería besándolo.

Un color carmín adornó las mejillas del castaño ante la idea que tuvo, un beso. Que él recordara, nunca había tenido su primer beso. Era una cosa que quería experimentar pero él no sabía como hacerlo.

Tomó aire al acercarse aún más al rostro de Bill, se repetía internamente que puede hacerlo para así motivarse y no arruinarlo. Todo empezó con un simple roce, su labio superior estaba ligeramente tocando el del otro.

Después, su mente se quedó en blanco cuando los ojos ambarinos del mayor se abrieron al instante. Dipper se reincorporó con velocidad y cubrió su rostro con las palmas de sus manos.

—¡Lo siento! ¡Lo siento! —chillaba avergonzado no queriendo entablar mirada con él. —¡No te hice nada! ¡Lo juro!

La situación para Bill fue divertida, frunció el ceño de manera juguetona y perezosa, no muy seguro de lo que pasó o de porque se comportaba de esa manera el tritón.

—Calma, ya me habría enterado si me haces algo.

—Sólo quería despertarte porque quería refrescarme un poco —entreabrió un hueco entre sus dedos, dejando que sus ojos chocolate le miraran.

—No tienes que pedirme permiso, puedes ir al agua con libertad.

—Lo haría... Sí no me estuvieras abrazando.

Ahí fue el momento donde Bill abrió los ojos a tope y se dio cuenta que sus brazos estaban abrazando la cintura al tritón. Con algo de brusquedad y asombro retiró sus brazos de su cuerpo y giró su rostro a otra parte que no fuera la sonrisa ladina que le dedicaba Dipper en esos momentos.

—¡Anda, vete a nadar! —le reclamó haciendo un ademán con sus manos en signo para que se marchara.

Dipper no hizo más que reírse ante su expresión y se lanzó al agua. Después salió de esta y dio media vuelta dándole la espalda.

—Sube, vamos a volver a la isla de Gravity Falls. ¿Recuerdas?

Bill asintió parándose de su lugar y caminando a donde estaba el menor, el agua estaba cristalina y la aleta del tritón lucía más brillante de lo normal dándole un aspecto asombroso. Se adentraba de a poco al agua, la parte de su abdomen hasta los pies estaba hundida en ella. Al llegar a donde estaba Dipper, deslizó sus brazos en su torso, apretando el agarre. La fuerza que usaba al nadar era increíble. Recargó su cabeza en su espalda como fue en días anteriores y tomó el aire suficiente.

Luego de eso, emprendieron su viaje deseando que las cosas salieran a la perfección.

He subido una nueva historia Billdip, si gustan pueden pasarse a leerla. Su nombre es "Mindscape Café"☕ ♥