Siete.

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Se la había pasado consolando al tritón, quien se estaba desahogando por completo en su pecho hasta al punto de creer que pronto se secaría por tanta agua expulsada de su cuerpo. Debió sospechar desde un principio que Gideon estaba detrás de esto. Tiene que hablar con él de una manera dura. 

Pensándolo bien, seguramente Gideon fingía su amabilidad con tal de llevarse bien; y así al pedirle cualquier cosa, él la haría con tal de satisfacerlo.

—Debes darme algo más para comprobar que las escamas son de alguien cercano a ti, necesito demostrarles que eres inocente —se separó un poco del fuerte agarre de Dipper para verle a los ojos. Acunó su rostro entre sus manos y con los pulgares le acarició las mejillas, limpiando los restos de lágrimas.

—¿Inocente? —una carcajada se escuchó desde cerca seguido de unos pasos, provocando que el cuerpo de ambos chicos se tensara—, ¿Cómo crees que la gente le verá inocente después de todos los asesinatos que cometió?

El cuerpo robusto y pequeño de alguien salió de la oscuridad, revelando a la última persona que Bill quería ver en estos momentos. 

—Gideon —escupió con algo de rabia el rubio, pudo escuchar como Dipper siseaba a su lado. 

—¡Oh! ¿Arruiné su momento intimo? Aunque no es la primera vez que lo arruino, claro —rió entre palabras al momento que alzó su brazo con un objeto en su mano—. Este pequeñín si que me hizo de mucha ayuda, debo admitirlo.

Jugaba con el objeto plateado en su mano, era el silbato. 

 —Entonces tú fuiste. Tú estabas estropeando mi trabajo ese día —estaba por ponerse de pie hasta que sintió como alguien le abrazaba del antebrazo, deteniéndolo.

 —¡Cálmate, amigo! Ese día estabas sacando conclusiones apresuradas, ya estabas creyendo que la bestia era inocente. Aunque el gran rasguño que dejó en tu brazo habla por sí mismo, ¿qué dirán todos cuando sepan que el grandioso Bill Cipher también fue herido por el monstruo? —señaló a la venda que tenía el brazo del rubio. 

—¡El verdadero monstruo aquí eres tú! Asesinaste a uno de los suyos, ahora Dipper esta tomando venganza asesinando a los de tu isla. Ya entiendo porque te odia —se zafó del agarre del tritón y logró ponerse de pie con el pecho en alto.

—¿Asesiné a uno de los su... —se interrumpió a sí mismo al instante y dejó salir un sonido de satisfacción, como si hubiera recordado algo agradable—. Mi dulce Mabel. 

Bill ladeó un poco la cabeza en señal de confusión, miró a Dipper por sobre su hombro e hizo una mueca de angustia. 

—Ella era única, diferente a cualquier otra sirena. Su canto era fuerte y provocador, algo que no sueles escuchar siempre. Quedé profundamente enamorado de su belleza —su voz tenía una mezcla se melancolía y emoción, hasta que su rostro se ensombreció a un punto perturbarte—. Pero todo tiene un lado malo. ¡No se vio atraída por mi! Sufrí el mismísimo rechazo de una sirena, eso era inaceptable. 

La voz de Gideon se elevó hasta el punto de gritar histérico, dio unos pasos amenazantes a donde estaba el joven. Tenía la cara totalmente roja de tanta furia retenida.

—Después pensé, sí Mabel no me quiere... ¿por qué no capturarla y obligarla a que me ame? —se agachó y recogió las escamas rosadas de la arena, analizándolas con admiración—. Aunque las cosas no salieron tan bien como lo esperaba. Ella intentó asesinarme, así que yo le devolví el favor.

Las escamas se partieron en múltiples pedazos en su mano, por haberla cerrado con gran fuerza.  

—Eres un asco —masculló con desprecio, observando como los pedazos se esfumaban por el viento fresco de la noche. 

—Ahora sabes demasiado, sabes lo que eso significa ¿no? —del bolsillo de su pantalón sacó una especie de navaja—. sigo sin entender porque todos requerían de tu ayuda, ojalá nunca hubieras puesto un pie en este lugar.

Por inercia, retrocedió unos pasos alzando ambas manos en alto, pero seguía mostrándose firme.

—Me contactaste para que yo les hiciera creer a todos que Dipper era el monstruo, ¡pero tú lo eras en todo este tiempo! No puedes ocultar la verdad por siempre, Gideon. 

—La verdad seguirá oculta si no hay nadie vivo para contarla —fue lo último que dijo antes de abalanzar todo su peso a donde el cuerpo de Bill se encontraba. 

Bill estaba a punto de aceptar el ataque, de no ser por unos brazos que le rodearon el torso y le jalaron con una gran fuerza hacia atrás, salvándole. El tritón actuaba con rapidez, tiró al rubio en el agua alejándolo del señor robusto en un modo defensivo.  

—¡Ya estoy harto de ese maldito pez!—gritó Gideon antes de caer en la arena por completo. Con torpeza, llevó el silbato entre sus labios y lo hizo sonar con fuerza, ocasionando que la criatura sacara un gran gruñido. 

Bill sabía con exactitud que el silbato ahuyentaría a Dipper, así que le abrazo por la cintura esperando por ello. 

Y así fue. 

Dipper comenzó a nadar con velocidad alejándose de la isla, sin siquiera enterarse que tenía a una persona trepada en su espalda. 







(Nadaremos, nadaremos, en el mar, el mar, el mar~)

Monster. [Sirenas]「BillDip/DipBill」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora