NO leer esta historia si no has leído la primera parte, " El chico del autobús ".
»Vivo de tu recuerdo, amor«
Tras la muertes de sus seres queridos se ve forzada a rehacer su vida mudándose a Washington D.C para estudiar la universidad.
La vida de...
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“Una amiga”si claro, y yo soy un extraterrestre. Me enojaba demasiado, y no sabia el por que, no tenia por que enojarme... Solo estaban platicando.
Pero no me quitaba la imagen de la chica coqueteandole. ¿Es gay, no?
Mi pesadilla tenia nombre.
Cassie, era su nombre. No la conocía ni le dirigí la palabra ni ella a mi, ¿como sabia su nombre? Ethan no dejo de hablar de ella en todo el camino. Me daban ganas de meterle un golpe en ese lindo rostro que tenía.
Nunca había tenido estos sentimientos hacia una chica, tanta ira hacia una...persona.
Odiaba sentirme así de confundida, ¿a mi que me importaba lo que hacia Ethan?
— ¿Te encuentras bien? —me distrajo de mis pensamientos en cuanto sale Ethan de el baño.
— ¿Que? no, solo pensaba como decirte. —miento.
— ¿Decirme como? —frunce el ceño mientras se seca el pelo.
— Hay veces en la que me da flojera tu nombre, pienso en darte un apodo o abreviación.
—Puedes llamarme como quieras, con tal que este bonito. —dice sentándose en la cama, se pone una calcetines...morados.
— Lindos calcetines, bobo. —me río bajito, se ve tan adorable.
— Lo se, son mis calcetines de la suerte, espanta los malos sueños, algún día te regalaré unos de estos. —termina de ponérselos y se acuesta. Yo aún sentada en mi cama lo miro.
Con la duda si preguntarle o no, aguantarme las ganas o dejar ir la simple pregunta.
No lo pienso más y suelto un suspiro decidida.— Ethan...—le llamo.
— Mmmh...
— ¿Es verdad lo que me dijiste? —pregunto.
Noto como voltea su rostro y me mira fijamente.
— ¿De que hablas? —pregunta confundido.
— ¿Era verdad lo que me dijiste?, ¿De ser...gay? —suelto rápidamente temiendo que se enoje.