Allyson: Después de mi primer amor [02]

25; Ally

Sabía muy bien qué no era muy amiga de él, pero en el poco tiempo que lo había conocido sabía que era un buen chico, que como todos tenía sus malos días. Y era por eso que me dolía verlo así.

No despertaba y sabía muy bien qué para saber la verdad llevaría tiempo, lo que fuera necesario pero con tal que despertará estaba bien. La noche la pasé con el y cuando fue tiempo de que Sam se fuera lo despedí diciéndole que me iría al amanecer, el lo entendió y se fue. Solo esperaba que no se enojara, entendía que era una noche especial, la primera de muchas pero un amigo estaba en el hospital y eso era grave, no importaba quien fuera siempre me preocuparía por los demás haciendo a lado los demás compromisos.
Ya era el amanecer, me levanté de la silla dispuesta a salir para irme a el dormitorio dormir unas horas y bañarme, en cuanto me paré me volví a sentar, tenía entumecido el trasero y piernas, y se sienta demasiado mal. Cuando paso el efecto me fui diciéndole a la señora que me hablara por si sucedía algo y que en menos que canta un gallo estaría aquí, ella me agradeció y me fui.

Sam estaba fuera de el hospital donde me había dicho que me esperaría y me alegré, lo saludé abrazándolo y el me correspondió.

— Te ves terrible —bromeo viéndome fijamente, le di un codazo en respuesta y caminamos hasta el estacionamiento.

— Me estoy muriendo del sueño.

— Y yo por comerte a besos —dice parando y acercándose a mi, rápidamente levanto mi mano impidiendo el beso, me mira confundido y se retira.

— perdón pero como estuve toda la noche en el hospital ni me he lavado los dientes — digo avergonzada.

— No me importa —el sonríe y yo hago lo mismo pero lo vuelvo a detener.

— A tí no, pero a mí sí —digo riéndome por su expresión de cachorro triste — Te doy un pico, ¿va? — el asiente rápidamente y me toma de la cintura para acercarme a el, le doy un pico para alejarme de el.

—No era lo que esperaba pero estoy satisfecho — llegamos a su carro y me abre la puerta, rodea el carro y entra en el.

— No te preocupes, cuando lleguemos me lavo los dientes, me baño y te lleno de besos.

—¿Me invitarás a tu cuarto? —pregunta fingiendo sorpresa y río.

— Claro, ¿por qué no?

— ¿Y Ethan? No quiero que nos vea en plena acción —me ruborizó y le pego rápidamente avergonzada.

— ¡Eres un sucio! —me río y me cubro el rostro.

— ¿Que? Yo me refería a qué no quería que nos encontrará besándonos, soy un poco penoso, ¿sabes? Qué cosa pensabas...— habré su boca en una perfecta " o " y me mira perversamente — o, pensabas otra cosa, pervertida... —sonríe y yo me cubro de nuevo el rostro, ¿como pude pensar en eso? Cada día me estaba volviendo más pervertida — Bueno, si eso pensabas no tengo problema en hacerlo realidad...