Allyson: Después de mi primer amor [02]

15; Cambio de humor

— ¿De que hablas? —contesté torpemente.

— Tienes en partes de tu cara manchas oscuras, ¿que es? —pregunta y siento mis nervios descontrolados.

— Que me he pintado mal, creo — la manera que lo digo es creíble, hasta me sorprendo a mi misma de que no haya salido nerviosa y temblorosa. — ¿se ve mucho?

— No tanto, —contesta aún sin dejar de verme — y entonces, como te fue en tu primer día de trabajo.

— Nada mal en realidad solo que si hay que soportar a uno que otro.

— Ya sabes, sí necesitas ayuda con un imbécil estos musculosos brazos te pueden ayudar —dice mientras juega y estira sus músculos de los brazos haciéndome reír.

— Deja de decir tonterías yo misma me puedo defender de cualquier idiota —rápidamente se me viene lo ocurrido en la noche y siento escalofríos —¿nos vamos, ya?

— Sí —dice y romanos nuestras cosas antes de irnos hacia el elevador. Siento la necesitad de contarle todo lo que sucedió con Sam y al momento de recordarlo se me forma una sonrisa en el rostro, mi piel se eriza y me río estúpidamente.

—¿Tan pronto te estas volviendo loca? —pregunta Ethan fingiendo estar asustado mientras se va a a la otra esquina de el elevador.

— Claro que no, solo que te tengo que contar algo.

—Pues escupe ya.

—Maldición, ¿es en serio que te dijo eso? —pregunto, después de que terminara de contarle todo y como Sam me había pedido el beso — ¡Pero si se veía que te odiaba! —grita y lo golpeo rápidamente obligándolo a callar, varias personas nos miran raro y vuelven a hacer lo que hacían restándole importancia.

—Debes guardar silencio Ethan. —lo regaño y asiente, mira detrás de mi y sonríe con complicidad.

—Tu Romeo esta a la vista, ve por el picarona. —dice antes de empujarme y yo gustosa voy hacia el que se encuentra a cuatro metros a espaldas mirando hacia la nada.

— Hola Sam —lo saludo animada, el se gira lentamente y hace algo que me sorprende; me ignora. — ¿Pasa algo? —pregunto confundida y no contesta — Sam..., habla ¿que pasa? — preguntó nuevamente y consigo lo mismo de antes, nada— ¡Sam, contesta! —grito frustrada por su actitud.

— ¡Que rayos quieres! —grita enojado ganando miradas curiosas.

— ¿Me podrías decir que es lo que te sucede? —trato de tranquilizar mi enojo pero se me hace imposible —¿Por que me tratas así?

— Eso no es de tu incumbencia —dice y vuelve a darme la espalda así comenzando a caminar lejos de mi. Las ganas de ir tras de el se hacen presentes pero me niego estar rogando. Me doy media vuelta y noto que Ethan aún esta ahí mirándome con preocupación, entonces camino hacia el y el me abraza haciendo que mi cabeza posara en su hombro.

— Es un idiota -digo enojada.

—Sí, y ahora que vi esa escena no estoy tan seguro que le atraigas —dice y siento como si algo me pinchara.

—Si pasó, lo decía enserio. —digo levantando la cabeza mirándolo.

— Entonces ¿por qué reacciono así? —me quedo sin palabras y digo lo que es obvio.

— Lo tendré que averiguar.

No me permití estar deprimida o preocupada, no. En clases estuve atenta y sin remordimiento pero a la hora de descanso no paraba de pensar que fue lo que hice para que se comportará así conmigo. No hice nada, o eso creo, no lo insulte ni nada por el parecido, no lo veía por ningún lado y sentía ganas de gritar sin parar, sentía ese nudo en la garganta y sin ganas de comer ese pastelillo que Ethan había comprado para mi. No quería despreciarlo pero en serio no tenia ánimos para poder atragantar con comida.

— Vamos Ally, debes comer algo —dice Noah viéndome.

—No tengo ganas, enserio si me lo como sentiré si estuviera a punto de vomitar —digo mirándolo — come tú, anda te lo doy.

Sus manos van directamente a su boca fingiendo emoción y da leves manotazos al aire.

— Es el mejor regalo que me han dado. —dice limpiando una lágrima, no se como rayos puede hacerse llorar tan fácilmente.

—Provecho —digo observando como de una sentada se comía todo el pastelillo.

—Deberías olvidarlo, tal vez este en sus días —dice Ethan y por primera vez de lo ocurrido me río a carcajadas.

— ¡Por dios, Ethan! Que ocurrente eres -rio con ganas y me ganó miradas extrañas de parte de la gente pero no me importa— Y tienes razón lo admito pero no dejo de preguntar lo que sucedió, creo que hablare con con su hermana, a ver si sabe algo al respecto. —murmuro y me levanto siendo consciente que tal vez también no la encuentre a igual que su hermano —Nos vemos chicos.

— Adiós —se despiden al mismo tiempo y camino por el pasillo a la derecha, el camino que dirige a el campo de entrenamiento y gradas y el gimnasio así que es mas probable que la encuentre ahí, espero.
No, no la encontraba por ningún lado y ya me estaba desesperando, ya tenia tiempo buscándola sin éxito y ya faltaba poco para que terminara el descanso, tenia que apresurar el paso si quería encontrarla y hablar con ella.
Pronto se me ocurrió el campus, poca gente rara vez había ahí y rápidamente fui, ya faltaba poco y sentía mis pulmones pidiendo oxígeno y mis piernas descanso, no era muy atlética y lo odiaba tanto por que muy fácilmente me cansaba. Y como ángel caído del cielo la vi, en una banca leyendo un libro que tal vez seria de la universidad, no dude en ir con ella y sentarme a su lado, pronto noto mi presencia. No tardo en cerrar su libro y sonreír amablemente, nada común en su hermano.

— Hola, hace tiempo que no te veo —dice saludando de beso mis dos mejillas.

— Lo sé, no había tenido oportunidad de saludarte —me avergoncé tremendamente al olvidarme de ella.

— ¿Y como te ha ido? —me pregunta.

— Bien, pero ¿te puedo preguntar algo? —tarda en contestar y al último asiente— ¿Sabes por qué Sam está enojado? — ella asiente y sonrió.

— Sí estoy en lo correcto su novia le reclamo no se que cosa.

Se me fue el aire y casi chilló de la sorpresa.

¿Tiene novia?

...

Sí, ya tres semanas sin actualizar casi y siento que me están odiando eternamente.

Perdón pero sucedió una tragedia y los deberes me tienen ocupadisima. Las asesorías me tienen vuelta loca.