Capítulo 5 ( VERSIÓN WATTPAD)

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—¡¿Perdona?! —chilla incrédula. Quito mi mano de la cara y la miro sonriente.

—Perdonada.

—Eh no te equivoques, no es desesperación, es que es muy mono y... bueno yo quiero algo con él, sé que suena loco, pero yo sé que me gusta, su sonrisa, sus labios, sus ojos....

Dejé de oirla para atender a clase, ella seguia hablando y yo diciéndole que todo el rato.

—¡Señorita Marissa, cállese y atienda a la clase!

—Oh, sí señor profesor, lo siento.

Me reí para mis adentros
—Yo seré patosa, pero tú eres charlatana y pesada. No te ofendas.

—Ah no, tranquila —reímos juntas.

Marissa y yo somos como hermanas, casi nos hemos criado juntas, no podemos vivir una sin la otra. Cuando no estoy con ella estoy aburrida y la echo de menos. Me gustaría contarle de mis secretos más oscuros, decirle que a pesar de joder vidas sin dudar, la protejo como si fuese un tesoro y sé que algún día se enterara de mi trabajito ya sea por que yo le cuente o por mi rostro en los noticieros, aunque siendo sincera... Es más probable que se entere por los noticieros.

Una vez sonó el timbre para el cambio de hora, todos recogimos para salir de esta clase e ir a otra, no sé qué me tocaba, así que lo miré. Era la optativa, o sea una clase que elegí por elección propia y mi amiga una diferente asignatura. Elegí francés. Lo malo del francés es que dicen que no tiene mucha salida, pero bueno, a mi me gusta y es lo que me importa ahora mismo. Fui a la clase de frances pero no sin antes de despedirme de mi amiga, ya que ella va a informática, a la planta de arriba del todo y las aula de francés está en la baja.

Y de pronto todos mis sentidos están en alerta, alguien me está siguiendo y no está siendo sigiloso. Se las verá... Me giro y paro en seco, haciendo que él se parara en seco también, chocándose un poco a mí, me quedó mirando sin entender nada.

—¡Deja de perseguirme!

—Linda no te ofendas pero no te persigo, voy a francés.

—Ya, sí, claro. Primero te chocas conmigo, luego vas a la misma escuela que yo y para el colmo ¡vas a la clase de francés conmigo! ¿¡Quién eres y qué quieres!?

— ¿Para qué quieres saberlo, eh? ¿Eres otra de mis admiradoras? —pregunta burlón con esa sonrisa... Esa sonrisa ¡Aaah esa sonrisa!.

—Me dices quién mierda eres y qué quieres de mí o yo misma lo averiguaré, y creeme que eso no será nada bueno para ti—acorte unos centímetros más y con voz amenazante dije mirando hacia arriba, su altura: -—Cuestiona las mierdas que estás haciendo si no quieres salir bien jodido.

Pronto todo saldría a la luz, a por las buenas o las malas.

La Hija De Un Sicario VERSIÓN WATTPAD (YA EN AMAZON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora