Isabelle pensó seriamente en romperle alguna botella por la cabeza; él se había quedado como idiota mirando algo que no debía mirar, y jamás le preguntó nada.
-¡Pervertido, pervertido! - chilló.
-Eh... - sacudió la cabeza. - ¿Y tú eres...?
-El mejor amigo de esta chica. - rodeó los hombros de su amiga. Ella rodó los ojos.
-¿Dónde coño estabas? Sólo apareces cuando te conviene. - la miró fulminante.
-¿Él te está molestando? - asintió.
Ella aguantaba la carcajada que quería soltar. Luke había cambiado su voz a una más gruesa, y tenía una postura de matón. Su intención era espantar al tipo este, y lo lograría... Cualquiera que no conozca a Luke, cualquiera que no sepa que es homosexual, correría con sólo ver que se acercaba. Intimidaba a cualquiera.
-¿Qué te he hecho?
-Eres un atrevido pervertido.
-¡Soy hombre! No fue mi intención, lo siento. ¿Me disculparías si te invito alguna bebida?
-A ver, querido... Tal vez ya hayas comprado a varias con ese tu cuento de caballero, pero no soy como esas tipas... No soy como esa rubia de allá. - la miró con indiferencia y él se giró para poder verla.
-No parece una... Eso que piensas. - se volvió a ambos.
-¿Cómo lo sabes?
-Y tú, ¿cómo sabes si es o no puta?
-¡Mírala! Si su falda era un poco más corta se le notaría lo prohibido... Y los toquesitos que le hace al fortachón no pasan desapercibido... Por poco no se tira ya hacia él.
-Apostemos. - Isabelle sonrió de costado.
Le gustó la propuesta.
-Felicidades, amigo... Has apostado con Isabelle.
-Empezaré con algo 'barato'... Cincuenta dólares. Ve y habla con ella... Invítale un trago, verás que enseguida se olvida de su presa tatuada... A segundos será tuya. - enarcó una ceja, graciosa.
-Acepto... - chasqueó la lengua.
Se levantó, formó una postura adecuada y se acercó a ella.
-Esto será divertido... - comentó Luke.
-Cállate y escucha.
Ambos se quedaron mirando, ni les importó si era disimulado o no, sólo querían ver quién ganaba la apuesta.
-Hola... - le sonrió a la rubia. Enseguida lo miró de pies a cabeza y le sonrió pícaramente. Ahora Isabelle estaba cien por ciento segura que ganaría.
-¿Qué tal?
-¿Te invito algo?
-Lo que tú quieras, lindo...
Le pidió al camarero dos bebidas, unas simples... No quería emborracharse y cagar la apuesta.
-¿Cómo te llamas?
-Victoria. ¿Y tú? - se cercó más a él.
-Carter.
-Carter, eh... ¿Andas con alguien? - le preguntó coqueta.
Carter estaba más que seguro de que ganaría, claro, hasta que ella comenzó a trazar un camino con su mano desde su pierna hasta muy cerca de donde no debía.
-Eh... - les trajo el pedido. Victoria dejó de hacer eso cuando el tatuado la miró fulminante.
-Um... Jake, ¿podrías irte? Estoy hablando con él. - guiñó un ojo a Carter.
Jake apretó los puños y se las arregló para no golpearla. «¡Pero qué imbécil al caer tan bajo por esa! ¡No más que otra prostituta barata!», maldecía en su interior.
Luke e Isabelle miraban atentos, aguantando carcajadas a cada segundo. Se preguntaban cuánto más tardaría en venir, porque de por sí, Carter ya perdió.
-¿No sería mejor que venga ya? - susurró Luke.
-Deja que se divierta un rato con ella... - sonrió.
-Hmm... ¿Te das cuenta? - lo miró.
-¿De qué?
-Fue él quien te hizo reír
-No - dijo incrédula. - Fuiste tú quien me trajo... Lo cual significa que fue tú culpa que haya sonreído.
-¿Sabes qué? Yo ni mejor te discuto...
-Cállate.
Siguieron escuchando.
En parte era cierto lo que Luke había dicho; Carter fue quien la hizo reír... Pero ¿a quién no? A penas lo conoció y se dio cuenta que es un idiota. Cualquier idiota hace reír a alguien, según ella. Pero también, Isabelle era demasiado terca, no aceptaría la verdad ni en un millón de años.
-... aquí cerca. ¿Te parece?
-Mira, cariño - suspiró. -, eres muy linda como para ir deambulando por ahí para buscar hombres de una sola noche... ¿Qué te parece si vas enserio y te buscas alguien para...? No sé, enserio. - y sin más ni menos, se levantó y se dirigió de nuevo hacia los apostadores.
-Me debes cincuenta, chico.
-Lo sé, chica. - imitó su acento. - Pero... Se me ocurrió una idea... - sonrió.
-Te escucho...
-En lugar de darte el dinero y que lo gastes en quién sabe qué, ¿qué te parece si les invito algo? A ambos...
-Ay, querido... Tengo algo importante que hacer hoy... Que vaya Isa, a ella le hace falta una salidita. - volvió a su tono y gestos normales, lo cual hizo que a la chica le sea imposible no soltar una carcajada. - Eh, ¿y tú de qué te ríes?
-Es que hace rato te hiciste del matón.
-Ah... Pero es que era inevitable. No iba a dejar que un cualquiera venga y te mire de tal manera. ¿Por quién me tomas?
-No entiendo...
-Pues no hace falta. - se volvió a poner seria. - Me vas a tener que disculpar... Pero no sé si...
-Ella irá. - la interrumpió. - Mi querida, Isa... ¿Por qué no vas y te diviertes un rato? Te hace falta. Me encantaría pasar hoy contigo... Pero es que ya te imaginas lo que sucedió allá... - señaló la parte de atrás, donde se había ido cuando llegaron.
-Con que el tigre agarró a su presa... Vale, entiendo. Luego me cuentas. - lo apuntó con su dedo índice, como acusándolo. - Pero no estoy segura de ir hoy a una... salida.
-Vamos, linda, anímate.
-Prometo que ya no seré irrespetuoso. - levantó ambas manos, jurando.
Isabelle suspiró.
Por dentro sabía que tenía que salir de su capullo deprimente, pero no tenía las ganas... No aún, y mucho menos de salir con otro que no sea Luke.
Suspiró una vez más. Ya decidió, diría que sí. Ya no servía esperar, además, ¿qué más esperaba? Tenía que salir y olvidarse del idiota, total, él no la merecía. Si la quería de verdad, no la hubiera engañado... Y justo eso es lo que le dolía; no haberse dado cuenta de que estaba con alguien que no la quería, que estaba con alguien a quien siquiera conocía.
Sacudió la cabeza.
Ya era hora de salir, ya era hora de tirar el pasado a la basura, ya era hora de olvidar.
-Acepto. - dijo soltando en un suspiro.
Carter sonrió de lado, asintiendo.
A él también le hacía falta salir, necesitaba olvidarse de la desgracia de hace una semana... Tenía que sentirse él de nuevo.